Personas defensoras de la tierra siempre en la mira
Giorgio Trucchi | LINyM
El más reciente informe de Global Witness «Siempre en pie» (descargar aquí el informe completo) sobre los ataques sufridos a nivel mundial por las y los defensores de la tierra, territorios y bienes comunes en 2022 , ratifica lo peligroso que es defender al planeta y como América Latina sigue siendo el lugar más arriesgado para hacerlo.
El año pasado fueron al menos 177 las personas defensoras de la tierra y el medioambiente asesinadas. El 88% de estos homicidios se produjo en América Latina, y más de un tercio de todas las agresiones con consecuencias mortales tuvieron lugar en Colombia (60), casi el doble qué en 2021 (31).
En Brasil perdieron la vida 34 personas defensoras, mientras que en México, el país con el mayor número de asesinatos en 2021, pasó de 54 homicidios a 31 este año.
En Centroamérica, Honduras, con 14 agresiones mortales, mantiene la triste primacía a nivel mundial en número de personas defensoras asesinadas per cápita.
América Latina aparece como el lugar más letal también en este período, con un total de 1.335 personas defensoras que han perdido la vida, es decir un 70% del total.
Colombia (382), Brasil (376), México (185), Honduras (131) y Guatemala (82) encabezan la dramática lista. En Asia, Filipinas (281) es el país con el mayor número de defensores asesinados, el tercero a nivel mundial.
Un total de 11 de los 18 países en los que documentaron casos en 2022 eran latinoamericanos.
Los lugares del horror
Agroindustria, minería y explotación forestal son los sectores vinculados a la mayor cantidad de asesinatos.
El 11% de los ataques mortales fue contra mujeres. Más de un tercio (36%) eran personas indígenas y el 7% afrodescendientes. El 22% se dedicaba a la agricultura a pequeña escala.
En 2022, más de una quinta parte (22%) de los 177 homicidios registrados en el mundo ocurrieron en la Amazonía (39).
En total, desde 2014 se ha asesinado a, por lo menos, 296 personas defensoras en la Amazonia.
El informe de Global Witness señala también que, además de las agresiones mortales, las y los activistas siguen sufriendo todo tipo de persecución, hostigamiento, ataques digitales y criminalización, donde «las leyes se convierten en armas arrojadizas en su contra para silenciar su voz».
Otro elemento a tomar siempre en cuenta es que el listado presentado cada año por Global Witness está ampliamente subestimado y no refleja con exactitud la verdadera magnitud del problema, en gran parte porque «las cortapisas a la libertad de prensa y la falta de un seguimiento independiente en muchos países dificultan la denuncia de estos homicidios».
Ante esta situación, la organización británica volvió a exhortar a los gobiernos de todo el mundo a que apliquen urgentemente mejores medidas de protección de las personas defensoras.
Finalmente urgió poner fin a la impunidad con investigaciones adecuadas, profundas e independientes, para asegurar el justo castigo para los responsables materiales e intelectuales, truncando así nuevas posibles agresiones.
(Foto Cicero Pedrosa Neto / Global Witness)