Primer reporte oficial de la medusa invasora australiana en la República Dominicana
Investigadores han reportado por primera vez la presencia de la medusa invasora Phyllorhiza punctata en La Gina, Miches. Este hallazgo, registrado el 20 de febrero de 2024, representa una expansión significativa del rango de la especie en la región del Caribe y plantea serias preocupaciones sobre su impacto en los ecosistemas marinos locales. Un solo espécimen fue reportado por la Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar) durante el proyecto de Fotoidentificación de Manatíes que se realiza a nivel nacional.
Durante un vuelo técnico de dron se pudo observar la medusa la mañana del 21 de febrero del presente año. Según testimonios de pescadores locales que observaron al animal a través de la pantalla del dron, no es la primera vez que ven esta especie, aunque no pudieron precisar cantidad ni fechas de los avistamientos.
De acuerdo a un estudio científico de la Universidad de Florida titulado «Primera aparición de la medusa invasora Phyllorhiza punctata en la República Dominicana: tendencia estacional e invasión en el Océano Atlántico», un equipo multidisciplinario participó en este primer reporte oficial integrado por investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Cuba, la Fundemar y la Universidad de Cádiz, España. Entre los autores se destacan Ramón Damián Morejón-Arrojo, Rita Sellares-Blasco, Sergio D. Guendulain-García, Leandro Rodríguez-Viera y Marvin del Cid.
Características de la especie invasora: Phyllorhiza punctata
Phyllorhiza punctata, comúnmente conocida como la «medusa de puntos blancos o medusa australiana», es nativa del Océano Pacífico occidental, desde Australia hasta Japón, pero ha sido introducida en diversas regiones del mundo. Se alimenta principalmente de zooplancton y puede alcanzar hasta 50 centímetro de diámetro, aunque se ha registrado un ejemplar de 72 centímetro en Carolina del Norte.
Su ciclo de vida tiene dos etapas: la de medusa (adulto) y la de pólipo (juvenil). En la etapa adulta, las hembras fertilizan sus huevos con esperma liberado en el agua por los machos, y las larvas se asientan en el fondo marino donde se convierten en pólipos, los cuales se reproducen asexualmente.
Impacto en los ecosistemas y la economía
Esta medusa prolifera en aguas cálidas y puede causar la destrucción de pesquerías y ecosistemas debido a su capacidad para consumir grandes cantidades de zooplancton, lo que afecta a otras especies. Aunque su veneno es de baja intensidad y no representa una amenaza para los humanos, su impacto ecológico es significativo. Phyllorhiza punctata ha sido introducida en varias regiones, como el Golfo de México, el Mediterráneo, el Caribe y otras zonas fuera de su hábitat natural.
La aparición de Phyllorhiza punctata en la República Dominicana puede tener graves consecuencias para las especies nativas y los ecosistemas marinos. Esta medusa compite con especies autóctonas por recursos como las larvas de peces y crustáceos, lo que podría afectar las dinámicas poblacionales de estas especies. Además, su capacidad para enredarse en las redes de pesca puede generar importantes problemas en la industria pesquera, afectando tanto la productividad como la sostenibilidad de las actividades.
DL.