Provincia canadiense levanta prohibición de portar drogas duras
REDCOM. A partir de este 1° de febrero, la provincia de Columbia Británica ha despenalizado la posesión de las llamadas «drogas duras». No se trata de la marihuana o el hachís, cuyo uso hace tiempo que se eliminó del tabú en decenas de países occidentales. Se ha dado luz verde a la posesión de las drogas más peligrosas: heroína, cocaína, fentanilo, metanfetamina, morfina…
De este modo, el Canadá irrumpe a la cabeza en cuanto a la abolición de las ideas establecidas sobre lo que se puede y lo que nunca se debe permitir en la vida de la sociedad. Recientemente, en el país del Norte se ha legalizado la eutanasia: provocar intencionadamente la muerte de una persona que padece una enfermedad incurable para evitar que sufra, a petición propia. La muerte se produce sin dolores, molestias ni sufrimientos físicos. Esta muerte asistida, ahora, es llevada a cabo de manera legal por médicos en hospitales mediante inyección letal. Las disputas sobre el aspecto moral de tales procedimientos no han disminuido hasta el día de hoy. Pero luego las autoridades anunciaron una nueva indulgencia, que ha sorprendido a muchos. La despenalización de la portación de drogas duras.
Ahora, los residentes de la provincia que hayan cumplido los 18 años han recibido pleno derecho a portar hasta 2,5 gramos de estas drogas duras. Sus portadores ya no serán detenidos y la droga no será confiscada. Y se les será informado dónde puede solicitar servicios médicos y sociales asequibles.
La ministra de Salud Mental y Adicciones de la Columbia Británica, Carolyn Bennett, justificó así el inesperado cambio guberamental:
«La situación nunca ha sido más urgente», sostuvo Bennett
«Despenalizar a las personas que usan drogas elimina el miedo y la vergüenza asociados con el uso de sustancias y asegura que se sientan más seguros al buscar la vida».
Los efectos de la crisis de opiáceos que transita el país, con 10 mil muertes por sobredosis desde que se declaró la emergencia en 2016, han devastado comunidades en la Columbia Británica y en todo Canadá.
El cambio en la legislación se introdujo por un período de tres años, luego de lo cual las autoridades determinarán, tras una profunda evaluación e investigaciones de casos y en casos, si los objetivos y previsiones de la Ley tienen un desarrollo positivo, como así también las reacciones individuales y colectivas frente a este cambio de rumbo en la legislación.
La prensa local ha informado este miércoles, que la ciudad más grande de la provincia, Vancouver, se prepara para abrir la primera tienda legal de venta de heroína, crack y metanfetaminas. Este nuevo cambio de rumbo está siendo monitoreado de cerca en otras regiones del país, y en cuyo caso están listos para aprender de la experiencia modelo.
Las autoridades en la materia y el propio Ministerio de Salud esperan que ayude a detener el fuerte aumento reciente de muertes por sobredosis.
La ley, apenas entraada en vigor, ya ha sido objeto de duras críticas por parte de los mismos liberales.
“La despenalización, en mi opinión, sería que si tienes una sustancia para uso personal, la policía no debería jugar ningún papel en esto. Lo que elija usar para su uso personal es su elección”, sentenció Lisa Lapointe, forense jefe de la Columbia Británica.
Lo cierto es que, la Columbia Británica -de cinco millones de habitantes- es la primera provincia canadiense en experimentar esta excepción, aplicada hasta ahora solo en Oregón (Estados Unidos) y en Portugal.
Durante la primera ola de la pandemia de coronavirus en mayo de 2020 el número de muertes relacionadas con sobredosis en Columbia Británica superó al número de muertos por Covid-19, sumiendo a la provincia en una doble crisis de salud.
Canadá lleva invertidos más de 800 millones de dólares canadienses (unos 597 millones de dólares estadounidenses) desde 2017 para responder a la crisis de los opiáceos, que fue en gran parte responsable del estancamiento de la esperanza de vida en los últimos años.
Con información de: KP.RU/TELAM/AFP/
