René Peguero Rodríguez: “50 escritores dominicanos de hoy”

Virgilio López Azuàn

Todos estos relatos invitan a los analistas, críticos y juiciosos a la descripción e interpretación de textos narrativos donde se puede inferir sobre el curso de la narrativa en el género del cuento en la República Dominicana.

El escritor banilejo René Peguero Rodríguez compiló cuentos y relatos de escritores dominicanos en una antología presentada recientemente, titulada 50 escritores dominicanos de hoy (2022).  Este autor es arquitecto y novelista, catedrático de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Pedro Henríquez Ureña –UNPHU- y de la Universidad Iberoamericana –UNIBE-, tiene varias obras publicadas y su novela Libélulafue llevada al cine.

La antología citada estuvo bajo los cuidados de “Ediciones 4 ojos”. La selección del autor está basada en sus parámetros discrecionales y penetra a la creación de autores que han tenido exitosas carreras literarias y que han merecido cierto renombre en las letras nacionales; también, incluye a otros tantos no tan conocidos, pero que en el  día a día vienen haciendo su obra literaria sin la promoción que reciben otros.

Siempre que se realiza una compilación de textos o las denominadas antologías —como la que muestra Peguero—, hay exclusiones y selecciones que generan cuestionamientos. Sin embargo, conociendo a René Peguero Rodríguez, seguro hará otras entregas de esta misma naturaleza para incluir a otros autores. Su voluntad de promover y difundir la literatura dominicana desde la editorial que dirige, lo impulsa a seguir investigando y dando a conocer textos literarios que de otra forma quedarían en el anonimato.

Quizá René Peguero Rodríguez le esté dando un ejemplo al Ministerio de Cultura de la República Dominicana y su fallida política de publicación y difusión del libro dominicano. En una ocasión lo expresé y lo hago de nuevo: Que ningún autor dominicano piense en premios como el Cervantes o el Nobel con las políticas editoriales del Gobierno y las llamadas editoras nacionales. Muchos son los que han manifestado el pobre alcance de las traducciones de nuestros autores a otros idiomas, y mucho menos, las políticas de difusión internacional de los textos nacionales. ¿Cuál es el impacto de la literatura dominicana dentro y fuera del país? Salvo honrosas excepciones, las obras de autores con cierta nombradía y los residentes en el exterior (también de forma limitada) no se conocen, o mejor dicho, es poco lo que se conoce de ellas para no apelar a mi radicalismo de los años juveniles.

Marlon Soto, en el prólogo al libro de Peguero dice, refiriéndose a los textos: “El recorrido es amplio, en el espacio y en el tiempo, y van desde narraciones con tintes costumbristas, hasta aquellas en las que se recurre a técnicas postmodernistas y de la metaficción” (pág. 12). Dada esta descripción, llama la atención la diversidad temática, las estructuras de los textos y el dominio del lenguaje. Como en esta antología aparecen cuentos o relatos de experimentados escritores y otros pocos conocidos, es bueno destacar la calidad de estos últimos, lo cual nos indica que la cosecha literaria de este tiempo tiene, en el ámbito del cuento, importantes representantes.

Cabe destacar que no es casualidad que de 50 escritores incluidos 21 sean nativos del Sur dominicano, o sea, el 42%. Quizá se puede cuestionar la cantidad de autores del Sur y pocos de otros lugares. Para ello el compilador tendrá su justificación. He visto antologías nacionales que no incluyen un solo escritor del Sur. Si apelo a mi sentido sureño y no de crítico literario, creo que René Peguero Rodríguez, independientemente que sea de Baní, hizo justicia con los excluidos de siempre, los que no caben en el discurso de algunos que dominan la escena literaria del país.

¡Claro! Se podría decir que estos no son argumentos para la elaboración de una antología del cuento dominicano. Y usted tiene toda la razón. Sin querer justificar, digo que no existen argumentos únicos para la elaboración de antologías. No existen criterios ni cánones infalibles para hacerlo. Se apelan a ciertas categorías: a la calidad de los textos, a la trascendencia del lenguaje, a los niveles de plasticidad o expresión artística, a los aspectos lingüísticos, al impacto social, a la trascendencia de la obra en el tiempo, entre otras que el lector pueda mencionar.

Pero algo importante hay en esta selección de René Peguero Rodríguez, y es lo acucioso que fue en la selección de los cuentos y relatos. También, en algunos casos permitió que los autores seleccionaran sus obras y —de esta forma— es muy difícil que el propio autor no elija una de sus mejores propuestas.

Entre los cincuenta autores que figuran en el libro se encuentran: José Acosta, con “La llama azul”; Marino Berigüete, “El patrón”; Nicanor De la Rosa, “La mujer y el niño”; Alex Ferreras, “Vida, pasión y muerte de un lagarto”; Isabel Florentino, “Mi primer día de clases”; Ibeth Guzmán, “Grandes ligas”; Otto Oscar Milanese, “Un momento en la pared”; Luis R. Santos, “ Los ojos de mi madre”; Edwin Disla, “Premorten”; Ismael Díaz Melo, “De santos y ciclones” y, Avelino Stanley, con “La Máscara del tiempo”.

Todos estos relatos invitan a los analistas, críticos y juiciosos a la descripción e interpretación de textos narrativos donde se puede inferir sobre el curso de la narrativa en el género del cuento en la República Dominicana.

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