Retroceso histórico ante la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos
Por: Mao
El pasado viernes, 24 de junio 2022, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la protección del derecho abortar que tienen las mujeres. La decisión desestima el caso de Roe vs Wade de 1973, el cual creó un precedente histórico para establecer el aborto como un derecho constitucional. Los jueces conservadores nombrados por Trump señalan que la Constitución no reconoce este derecho y devuelven la decisión de una mujer a realizarse un aborto, a cuerpos políticos de la legislatura de cada estado. En un documento filtrado en mayo se veía venir la línea conservadora predominante en este aparato represivo del estado. Uno de los jueces que impulsa la medida, Samuel Alito, establecía en el documento filtrado: “Es el momento de acatar la Constitución y devolver la cuestión del aborto a los representantes electos de los ciudadanos”
Tal decisión implica la continuidad de la represión del estado sobre los hombros de las mujeres, en especial, de las mujeres trabajadoras. Con el aval de los jueces conservadores la anulación del derecho abortar divide aún más al país arrancando el derecho de la mujer a decidir y planificar su vida. Poniendo ese derecho en manos de los políticos. Esto hace que sean los estados quienes legislen para aprobar si una mujer puede abortar o no.
Una vez más el carácter de la democracia burguesa termina siendo beneficiosa para sus dos partidos: Republicano y Demócrata. Quienes van a forcejear por políticas que por un lado giran en torno a mantener un orden conservador de la sociedad, restringiendo el derecho abortar, y, por otro lado, los demócratas se aprovechan para presentarse como alternativa radical al estar a favor de este derecho. Ambos partidos buscan convertir el momento en un balón político para realzar sus convicciones ante la sociedad y dividir aún más a nuestra clase. No debemos caer en este juego de cargar las maletas a los partidos de la burguesía cuando esto representa el derecho fundamental para la salud, planificación social, seguridad y decisión personal de cada mujer sobre su cuerpo y su vida. Ningún canalla político de la burguesía debe tocar lo que está establecido para el alcance de una mejor vida para las masas trabajadoras.
Para que las mujeres trabajadoras entendamos sobre lo que implica este retroceso histórico, el mismo abriría una puerta peligrosa para que las mujeres sean perseguidas por la ley. Si una mujer en Texas, por ejemplo, donde existen grupos y políticas antiabortistas bien formados, decide realizarse un aborto, no podrá hacerlo si las legislaciones locales no lo permiten. Esta no solo tendría que viajar a otro estado a realizarse un aborto, sino que queda presa de la ley y se ve sometida a estar perseguida por las instituciones en una decisión de planificar su vida. Para mujeres de la burguesia quienes tienen más recursos a su disposición, este proceso no les será tanto más dificil, pero para la mayoria de las mujeres, las mujeres de la clase trabajadora, se les hace imposible. A este nivel de catástrofe las leyes capitalistas impulsan la opresión de las mujeres. No dejarlas ni tan siquiera poder manifestar su capacidad de organizar una vida digna.
Las mujeres trabajadoras en Puerto Rico, quienes cargamos con el peso doble de la opresión del estado capitalista y su orden patriarcal, debemos estar atentas a los elementos conservadores que miran esto como punta de lanza para restringir el derecho al aborto. Ya el senado dio un giro hacia el rumbo mas conservador y nos guían a la derogación del derecho de poder decidir sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras vidas en general. Elementos políticos como el de la senadora ultraconservadora Joanne Rodríguez Veve y el patán de Tomas Rivera Schatz por ejemplo, están de fiesta ante esta decisión del Supremo.
Mientras esta decisión conservadora dejaba ver al mundo la farsa de la democracia burguesa en Estados Unidos, grupos feministas y de mujeres, salieron a las calles masivamente para manifestarse en contra del peligro humano que implica esta decisión. La indignación y la rabia se dejaron ver por las calles en diferentes estados de la nación norteamericana.
Ante la crisis económica del capital que aplasta al mundo luego de la pandemia, esta decisión representa una bola de humo para continuar dividiendo a las mujeres trabajadoras en bandos en pro y en contra del aborto. Los dos partidos de la burguesía conocen la tendencia cíclica de la crisis del capital y con esta decisión tan retrograda redirigen los esfuerzos colectivos a la lucha por el aborto. Su intención también es desviar la atención de las decisiones que implantaran contra la clase obrera para hacer subsistir el capital y continuar con la avanzada de reproducción y acumulación de riquezas en manos de un puñado cada vez más pequeño de capitalistas.
Las trincheras femeninas que se han establecido en la calle y que en próximos días mantendrán su lucha, reforzarán su fuerza aprovechando este momento para fomentar la organización política de la clase trabajadora. Impulsar órganos políticos independiente a los de la burguesía, donde las mujeres trabajadoras junto a los hombres y demás categorías sociales que componen nuestra clase, se presenten con una visión política fundada en los adelantos de tomar las decisiones en base a los intereses de las y los trabajadores. No solo tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, tenemos derecho como clase mayoritaria a tomar control de las decisiones políticas de la sociedad. Las leyes capitalistas no podrán encarcelarnos ha tomar sus decisiones según los intereses de un orden social ya obsoleto. El estado capitalista en todas sus manifestaciones demuestra que no es capaz de brindar adelantos a la humanidad. En su búsqueda por hacer subsistir el régimen del capital sobre el trabajo asalariado, se presentan estas políticas retrógradas y nos hacen cómplices de las peleas entre sus dos partidos. El derecho a abortar debe quedar plasmado como un derecho humano y punto.
Como motor de la clase obrera, las mujeres buscaremos en esta coyuntura histórica, revertir esta decisión al mismo tiempo que vayamos construyendo cuerpos políticos de clase para adelantar la conciencia revolucionaria de las mujeres trabajadoras. “Revocaremos esta decisión y construiremos consejos de trabajadores/as en cada rincón”