Ante colapso seguridad interna El Salvador se requiere una estrategia regional
SPUTNIK. Luego de un sangriento fin de semana en Honduras, la presidenta del país, Xiomara Castro, determinó implementar una nueva estrategia para hacer frente a la violencia generada por las actividades y las rencillas protagonizadas por grupos criminales.
Además del operativo, el Gobierno extendió el estado de excepción —que rige en la mitad del territorio hondureño desde diciembre pasado— a otras zonas del país. Dicha medida ha sido criticada por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA) porque supuestamente viola los derechos humanos. Sin embargo, en materia de seguridad, la nación centroamericana puede tomar sus propias decisiones porque es «un acto soberano del Gobierno hondureño», señala el experto en temas de seguridad y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alejandro Martínez Serrano.
¿Un efecto dominó desde El Salvador?
«Ante la presencia de una política de seguridad de cero tolerancia como la que ha llevado a cabo el presidente salvadoreño Bukele, sucede lo que se conoce como ‘el efecto cucaracha’: [las pandillas] salen del territorio salvadoreño y se propagan por el resto de los países vecinos, como Honduras», explica.
Asimismo, los homicidios en Honduras que están en proceso de investigación presentaron un incremento del 17% el año pasado en comparación al 2021, mientras que el 45% de los homicidios se asocian a la conflictividad social y otras causas no atribuibles a la criminalidad organizada.
«Es una delincuencia trasnacionalporque no queda el delito solo en un país, sino que trasciende fronteras y se necesita una estrategia regional para subsanar estas problemáticas, porque de nada le serviría a El Salvador haber expulsado delincuentes si estos llegan a un país vecino […] Es un problema multidimensional de características trasnacionales», observa.

