Suspensión de Rusia en el Consejo de Derechos Humanos es un precedente peligroso
AL MAYADEEN. «Si se adopta la resolución, los occidentales podrán imponer libremente sus conceptos y visiones de los derechos humanos sobre los otros países», declaró Gennady Gatilov, embajador de Rusia ante las Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos.
«Si se suspende la membresía de Rusia se socavará la confianza en todo el Consejo de Derechos Humanos», dijo el jueves Gennady Gatilov, embajador de Rusia ante las Naciones Unidas y el Consejo de Derechos Humanos.
Las palabras del embajador ruso se producen cuando se espera que la Asamblea General decida, durante una sesión de votación, este jueves, suspender las actividades de la Federación Rusa en el Consejo de Derechos Humanos.
Varios países occidentales, incluidos Estados Unidos, Ucrania y Letonia, prepararon un proyecto de resolución en esta área, acusando a Rusia de «violaciones graves y sistemáticas de los derechos humanos» por parte de sus fuerzas en la ciudad de Bucha en la provincia de Kiev.
Gatilov agregó: «Si se adopta la resolución, los occidentales podrán imponer libremente sus conceptos y visiones de los derechos humanos sobre los otros países».
Consideró que «los estadounidenses están haciendo frenéticos esfuerzos para doblar los brazos de los países que no están listos para adoptar el proyecto de resolución estadounidense-europeo».
Señaló que «durante años, Rusia ha resistido los intentos de la Unión Europea y los Estados Unidos de utilizar los derechos humanos para interferir en los asuntos internos de los estados soberanos».
Gatilov subrayó que «la política de los europeos y estadounidenses en el Consejo de Derechos Humanos tiene como objetivo desestabilizar la situación interna y cambiar el gobierno legítimo».
Por su parte, el primer representante adjunto de la Federación Rusa ante Naciones Unidas, Dmitry Polyansky, advirtió sobre las «graves consecuencias» de suspender el trabajo de la Federación Rusa en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU sobre el sistema de Naciones Unidas.
«La próxima votación no está relacionada con el conflicto ruso-ucraniano ni con las supuestas violaciones de los derechos humanos por parte de Rusia», dijo Polyansky, quien describió estas acusaciones como «no confirmadas y sin fundamento».
«Dado el aumento de la falsificación y las provocaciones, este es un movimiento táctico premeditado y sienta un precedente peligroso cuando un grupo de países occidentales trata de imponer sus reglas y preferencias a los demás», dijo Polyansky.
El diplomático ruso enfatizó que «Rusia juega un importante papel equilibrado, y eliminarlo del Consejo de Derechos Humanos privará a los países en desarrollo de una protección fuerte y vociferante».
Añadió que «los países occidentales están dispuestos a inclinar la balanza a su favor».
El Ministerio de Defensa ruso negó previamente las acusaciones de que sus fuerzas mataron a civiles en Bucha y dijo que «la supuesta evidencia de crímenes cometidos en Bucha apareció después de la llegada de los oficiales de inteligencia ucranianos y los medios de comunicación de Kiev a la región».