Trama PDVSA-Crypto tenía denominaciones de golpe de estado y magnicidio
MISIÓN VERDAD. De acuerdo a revelaciones del Fiscal general venezolano, Tarek William Saab, la trama de corrupción PDVSA-Crypto tenía una amplia denominación política de fondo, al señalar vínculos del empresario, hoy procesado por la justicia, Samark López, con dirigentes de la oposición venezolana.
El exministro del Poder Popular para el Petróleo, Tareck El Aissami, líder de la trama de corrupción PDVSA-Crypto, era aliado de actores políticos de la ultraderecha venezolana como Leopoldo López, Carlos Ocariz y Julio Borges, según audios de conversaciones entre estos dirigentes y el empresario Samark López.
Así lo dio a conocer este lunes 29 de abril el Fiscal General de la República, Tarek William Saab, al revelar tres videos, en donde se escucha al empresario Samark López interactuar con estos políticos. Samark López era el “operador financiero” de El Aissami, involucrado en hechos de corrupción en PDVSA.
De acuerdo con el jefe del Ministerio Público, Samark López también fue el enlace de El Aissami con funcionarios estadounidenses, como James Story, quien estaba al frente de la Oficina Externa de los Estados Unidos para Venezuela en Bogotá.
OBJETIVOS DE LOS VÍNCULOS
Samark López había sido judicializado en Estados Unidos, primeramente por narcotráfico y luego por “violar las sanciones” estadounidenses contra Venezuela.
En primera instancia, Samark López había sido objeto de sanciones por parte del Departamento del Tesoro estadounidense y se había ordenado que sus bienes fueran confiscados en el año 2020.
A finales de agosto de 2022, la Corte de Apelaciones del Undécimo Circuito de Estados Unidos anuló la sentencia emitida por el juez federal Robert N. Scola en 2020 de incautar los bienes del empresario venezolano.
López había sido acusado en la Corte de Nueva York por presuntamente violar las sanciones que congelaron su considerable riqueza en los Estados Unidos, incluidos yates, aviones, bienes raíces de lujo en Miami y una cuenta de Citibank que tiene 269 millones de dólares acreditada.
Samark López estaba bajo sospecha de las autoridades venezolanas de servir de testaferro de Tareck El Aissami. Pero la inesperada forma en que López se libró de los cargos en Estados Unidos, hicieron presumir que esta trama podría ser más compleja y en consecuencia, las autoridades venezolanas en el país, incluyendo el mismo presidente Nicolás Maduro, indagaron a fondo.
Las autoridades venezolanas han indicado que Samark López y Tareck El Aissami, habrían estado bajo constante presión y negociación frente al gobierno de los Estados Unidos durante los últimos años, lo cual habría derivado en una colaboración de ellos con el gobierno estadounidense a fin de acometer acciones de desestabilización económica y de la seguridad pública en Venezuela.
Estos pretendían que Washington no tocara sus intereses en suelo estadounidense y además, detener la persecución contra El Aissami en el marco de las políticas de sanciones y otras medidas de señalamiento desde el gobierno estadounidense. A cambio, El Aissami serviría de ejecutor y articulador de estrategias de cambio de régimen, mediante modalidades pacíficas y otras de tipo violento.
El Fiscal General destacó en sus revelaciones que Samark López conocía de la Operación Gedeón, la fallida incursión mercenaria del 3 de mayo de 2020, que tenía como objetivo asesinar al jefe de Estado, Nicolás Maduro, y a dirigentes del gobierno nacional, entre otras acciones de desestabilización.
Según William Saab, Samark López confesó conversaciones con Leopoldo López, Carlos Ocaríz y Julio Borges, asumiendo el rol de mediador para operativizar las acciones de debilitamiento y desmantelamiento del gobierno venezolano.
REACCIONES DE LOS SEÑALADOS
Leopoldo López fue el primero en reaccionar a los audios, dando cuenta de su veracidad y admitiendo que sí tuvo comunicación con Samark López.
“Sí tuve comunicaciones con muchas personas del régimen y sería interesantes que saquen todas las conversaciones porque hay muchas personas que hoy están alineados en la estructura de poder de la dictadura que también estuvieron y están y siguen estando interesados en que se produzca el cambio en Venezuela”, respondió López tras ser consultado directamente sobre si había sostenido estas comunicaciones.
Carlos Ocariz, dirigente del partido Primero Justicia (PJ) respondió la noche del lunes 29 de abril a las acusaciones. A través de sus redes sociales, Ocariz publicó un video en el que admitió haber conversado con López en el año 2020 y explicó el “contexto” en el que se dio tal acercamiento.
En ese sentido, relató que ese año se hizo una propuesta social para beneficiar a los venezolanos durante la pandemia por covid-19 y para ello, hablaron con organismos internacionales, varios países y sectores de la oposición y el oficialismo. Entre ellos, el mismo Samark López.
Ocaríz justificó sus conversaciones basándose en la supuesta búsqueda de “condiciones electorales”, ratificando el supuesto rol de Samark López como un “puente” entre el chavismo dirigente y sectores de la oposición.
Por su parte y sobre los señalamientos del Fiscal General, el dirigente prófugo de la justicia venezolana, Julio Borges, se limitó a responder por sus redes sociales que el chavismo sería derrotado en las próximas elecciones, sin comentar ninguno de los señalamientos en su contra.
GOLPE Y MAGNICIDIO COMO ELEMENTOS DE FONDO
La compleja trama PDVSA-Crypto sugiere la mayor infiltración de la injerencia estadounidense en el directorio del gobierno venezolano en los últimos años.
Sobre esto, el Presidente Nicolás Maduro enfatizó en que personalmente fue responsable para hallar los elementos de esta conspiración que además de económica, fue política. El mandatario expresó:
“Puedo decir con conocimiento absoluto de todas estas pruebas que esto es apenas el 1% de lo que tenemos. Puedo garantizar que esta investigación ha arrojado elementos contundentes que, se configuró una mafia muy corrupta que aprovechó la confianza y el poder que se les dio no solo para robar y desfalcar al país, sino que se articuló con en un plan con la derecha extremista y con el gobierno de Estados Unidos”.
El presidente aseguró que lo que podría ser una presunción, hoy está confirmado con pruebas, con declaraciones. Una cosa es lo que sacó el fiscal y otra son las pruebas que se tiene de conversaciones y las delaciones de los involucrados. “Echan el cuento de todo”, subrayó Maduro.
Maduro destacó que en esas conversaciones que dio a conocer este lunes en rueda de prensa el Fiscal General Tarek William Saab, son de abril y mayo 2020 y ellas se revela que tenían dos años trabajando juntos. Al respecto, destacó el primer mandatario nacional:
“Samark López es la mano derecha de Tareck El Aissami (TAE) desde la universidad en Los Andes, todo este grupo corrupto, convictos y confesos todos, se conformó allí. Por lo menos desde enero del 2018 estaban en coordinación con la conspiración”.
El Aissami y su grupo sabían del magnicidio frustrado de agosto de 2018, del golpe del 30 de abril de 2019 y la operación Gedeon. Por lo menos desde enero del 2018 estaban en coordinación con la conspiración, dijo el mandatario.
“Estuvieron en conocimiento del atentado ejecutado el 4 de agosto de 2018 contra mí”. También estaban en conocimiento del golpe ejecutado hace 5 años “conocido como el golpe de los plátanos verdes”, dijo Maduro, en alusión a la intentona fallida del 30 de abril de 2019 denominada “Operación Libertad”. Dicho golpe fallido, dijo Maduro, lo ejecutaron “Leopoldo López con la Casa Blanca, con John Boulton y James Story”.
Las medidas coercitivas contra Venezuela, pero especialmente las que conciernen a la ejecución de “sanciones” directas contra funcionarios venezolanos desde el año 2017, habrían sido capaces de quebrar la lealtad de Tareck El Aissami y le habrían convertido en un activo a favor de sus propios intereses y los del gobierno estadounidense y sus acólitos venezolanos.