Unos Pirineos sin fronteras ante el cambio climático
Por Eva García-Balaguer y Juan Terrádez
La comunidad científica ha demostrado que, en los territorios de montaña, la temperatura aumenta de forma más rápida que en otros lugares. Concretamente en los Pirineos, ha subido un 30% más que la media global en las últimas seis décadas. Los parajes únicos, profundos valles y cumbres blancas e imponentes de esta cordillera están expuestas a riesgos que no solo amenazan a los ecosistemas y la biodiversidad, sino también a la disponibilidad de recursos y la economía.
En este contexto ha surgido el mayor proyecto europeo transfronterizo para adaptar una zona de montaña al cambio climático. Se denomina ‘LIFE PYRENEES4CLIMA’ y su leitmotiv es: ‘Hacia una comunidad de montaña transfronteriza resiliente al cambio climático en los Pirineos 2024-2031′. En el participan 46 entidades socias de siete territorios y propone una serie de acciones conjuntas que se desarrollarán durante los próximos siete años,
Así, instituciones, entidades y agentes de Euskadi, Navarra, Aragón, Catalunya, Andorra, Nouvelle- Aquitaine y Occitanie han unido sus fuerzas y conocimientos para hacer frente a este reto y aumentar la resiliencia de esta biorregión. De hecho, PYRENEES4CLIMA, que está coordinado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático, propone una intervención diferente: aplicar un enfoque integrado, multidisciplinar y : multiescalar, aterrizando y haciendo realidad las acciones propuestas en la primera estrategia europea transfronteriza de cambio climático en Europa, la EPiCC, llegando hasta lo local.
Será a través de 33 experiencias piloto que materializarán esta estrategia en acciones concretas, un trabajo tangible adecuado a cada territorio y contando con los propios agentes locales, que, además, buscará ser replicable en otras zonas de montaña del propio Pirineo y del continente. Se trata de un proyecto sin precedentes, de una gran oportunidad, que lucha en cooperación contra una realidad cada vez más común y apremiante.
Efectos de esta nueva realidad son los desprendimientos del terreno o las lluvias torrenciales, los incendios, y los riesgos que estos suponen para el entorno y la población. O incluso el cambio en el estado y duración de la cubierta de la nieve, que también afecta a la disponibilidad de los recursos hídricos, a las estaciones de esquí y al turismo en general y, por consiguiente, a la economía de esas zonas. Por no olvidar sectores vulnerables como el primario (agropastoralismo, forestal, agricultura…), que ha de adaptar sus prácticas al reto climático y cuya supervivencia depende en gran medida de su capacidad de adaptación.
PYRENEES4CLIMA surge como oportunidad transformadora, con la cooperación transfronteriza como llave para hacer posible que esta vulnerabilidad se convierta en catalizador para la acción positiva e innovadora. Se trata de un proyecto emblemático basado por su dimensión económica, su dimensión territorial y la gran participación de entidades clave en cada territorio pirenaico. Cuya base es el compromiso conjunto, y que garantiza un diálogo permanente entre las partes para abordar de forma eficaz y eficiente las políticas de adaptación al cambio climático.
Para abarcar un reto tan amplio y con tantas vertientes, este proyecto emprende su marcha desde cinco ámbitos de trabajo: comprensión de los impactos climáticos; mejora de la resiliencia de los espacios naturales; adaptación de la economía de montaña; protección de la población y del territorio frente a los riesgos naturales-climáticos y el deterioro de los recursos; y potenciación de un sistema innovador de gobernanza climática que haga partícipe a la ciudadanía, a los sectores socio-económicos, a la comunidad científica y a los responsables de la gestión política.
Las 33 experiencias demostrativas abordan esos ámbitos. Las soluciones basadas en la naturaleza, el estudio y empleo del bosque como protector frente a desprendimientos y aludes, nuevas fórmulas de turismo adaptado, técnicas de agropastoralismo con ganadería resilientes y regenerativas, adaptación de la gestión del regadío… son ya ejemplos reales de trabajo local y transfronterizo, de un compromiso que buscará, a su vez, la transferencia y replicación del conocimiento generado tanto al resto de la cordillera como más allá.
Porque solo una visión interterritorial, que no repare en fronteras, dará como fruto soluciones reales, escalables e innovadoras, con casos de éxito y buenas prácticas que, con el objetivo último de dar respuesta a la emergencia climática, y proteger y adaptar los Pirineos, a su población y a su territorio. Este trabajo en común posicionará mejor a los Pirineos consiguiendo afrontar el reto al que se enfrentan otras regiones europeas de montaña ahora y en el futuro. El cambio climático no distingue fronteras. La acción climática transfronteriza y en zonas de montaña organizada de manera conjunta es positiva también para los territorios limítrofes y el planeta; nuestro futuro está en juego.
EFE VERDE