Verón- Punta Cana-Bávaro al borde del colapso vial; Problemas y soluciones.

El tránsito en la principal zona turística del país ha dejado de ser un malestar ocasional para convertirse en una crisis estructural. En horas pico, circular por la Avenida Barceló, la carretera Verón–Punta Cana o el cruce de Downtown se ha transformado en una odisea para residentes y visitantes.

Kilómetros de congestionamiento, semáforos fuera de servicio, lluvias que convierten las calles en ríos y un parque vehicular que crece sin planificación han deteriorado la movilidad en un destino que recibe más de 4 millones de turistas al año.

El problema en cifras

Factor Situación actual
Tiempo de recorrido Hasta 1 hora para cubrir 5 km en hora pico
Semáforos Varios inactivos por días sin supervisión
Drenajes Deficientes, colapsan con lluvias
Crecimiento urbano Proyectos sin coordinación con la vialidad
Parque vehicular +12% anual según estimaciones locales

Soluciones inmediatas

  1. Reparación y mantenimiento de semáforos y drenajes.

  2. Mayor presencia de DIGESETT en intersecciones críticas.

  3. Tecnología vial: sincronización semafórica, radares y señalización moderna.

  4. Ampliación y mantenimiento de vías principales.

  5. Rutas alternas y carriles exclusivos para transporte público.

  6. Aplicación rigurosa de la Ley 63-17.

  7. Implementar Tránsito Inteligente.

¿Qué es el Tránsito Inteligente?

El tránsito inteligente integra sensores, cámaras y software de gestión que monitorean el flujo vehicular en tiempo real.

Herramienta Beneficio directo
Semáforos inteligentes Se ajustan al tráfico real del momento
Cámaras y sensores Detectan congestión y redirigen flujos
Paneles electrónicos Informan sobre bloqueos o accidentes
Apps móviles Orientan a conductores y turistas en ruta

Ejemplos internacionales:

  • Cancún: redujo hasta un 25% los tiempos de traslado en zonas hoteleras.

  • Barcelona: integra tránsito inteligente con transporte público en un sistema único.

La urgencia de un Plan de Ordenamiento Territorial

El destino turístico más importante de República Dominicana creció sin freno y sin dirección. A pesar de que la ley lo establece, la zona carece hasta hoy de un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que regule su desarrollo urbano, proteja sus recursos naturales y organice la movilidad. La pregunta es obligada: ¿cómo es posible que el principal motor económico del país avance sin un plan maestro que trace su futuro?

En apenas cinco décadas, Verón–Punta Cana pasó de ser un caserío pesquero y tabaquero a convertirse en el polo turístico más dinámico del Caribe. El boom hotelero e inmobiliario fue tan acelerado que las autoridades nunca lograron ponerse al día con la planificación.

Se construyó donde había espacio, sin un mapa maestro que ordenara vías, drenajes, áreas verdes y servicios básicos. Hoy, la factura de esa improvisación se paga con tapones interminables, inundaciones en cada lluvia y falta de servicios esenciales como un acueducto integral.

Un Plan de Ordenamiento Territorial (POT) sería la única vía estructural para organizar la expansión de Verón–Bávaro:

  • Delimitar corredores viales y áreas específicas de vivienda, comercio y turismo.

  • Proteger humedales y drenajes naturales, mitigando inundaciones.

  • Regular el crecimiento urbano y evitar más saturación en las mismas vías.

  • Planificar la ubicación de servicios públicos estratégicos.

Conclusión

El caos vial en Verón–Bávaro no es un simple problema de tránsito. Es un obstáculo al desarrollo sostenible, a la calidad de vida de los residentes y a la reputación turística internacional.

El futuro de la zona depende de una decisión política clara: ¿seguiremos improvisando con medidas de emergencia o avanzaremos hacia un modelo urbano ordenado y tecnológicamente moderno?
BD.

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