Vulnerabilidad sísmica y puentes en mal estado nos pone al ¡borde del colapso!

Por Claudia Fernández

Situada en el centro de importantes fallas y placas tectónicas, y en medio de la ruta de huracanes el país se expone a un inminente e impredecible riesgo debido a la debilidad de muchas construcciones y edificaciones a todo lo largo y ancho del territorio que conforma este pedazo de isla.

Las delicadas pero oscuras entretelas que se enlazan y entretejen en el laberinto geológico de nuestro territorio, se cruzan, bailan al compás de un vaivén inimaginable, que nos puede llevar a una catástrofe sin precedentes.

¡Sí! La situación geográfica de República Dominicana, una isla surgida por una erupción volcánica, tiene muchas fallas geológicas–14 en total– y placas continentales que se mueven y entrelazan bajo el suelo, lo que, de no poner ojo avizor ante cualquier eventualidad, podría devenir en situaciones de alto peligro.

El ingeniero Osiris de León lo confirma al declarar que “la isla en principio era un núcleo volcánico central, constituido por lavas andesíticas y basálticas que salieron a la superficie hace unos 135 millones de años”. En el periodo jurásico, cuando la enorme masa continental comenzó a fraccionarse creando los continentes, islas y archipiélagos.

Puente de Haina

Dos entrevistas, dos puntos de vista a veces convergentes y otras divergentes, ponen en contexto la situación de alta peligrosidad que amenaza no solo al territorio nacional, sino a la isla completa. Ramón Delanoy, director del Instituto Sismológico de la UASD, y Osiris de León, ingeniero geólogo, presidente de la Comisión para la Supervisión de las Infraestructuras Públicas ante el Cambio Climático, responden a Panorama sobre este tema y algunas cositas más.

Estructuras antiguas y endebles

Durante años, y cada cierto tiempo, se denuncia el deterioro de una u otra vía de acceso de vehículos, peatonales, elevados y otras estructuras, que, supuestamente sirven para viabilizar el tránsito y la circulación entre localidades divididas por corrientes fluviales y citadinas entre el cemento y el concreto.

Estas estructuras expuestas a la inclemencia del tiempo en un país en el que “el día más claro llueve” y al permanente movimiento sismológico, convierten a estas edificaciones en potenciales peligros por la falta de supervisión y mantenimiento.

Es decir que, toda construcción sobre ríos, arroyos, cañadas, manantiales, confluencias y afluencias, deben ser supervisadas por lo menos cada seis años, según estándares internacionales, pero lamentablemente, solo se da “el famoso paño con pasta” y todo queda igual. Hablamos de los puentes.

En torno a este tema, el profesor Delanoy es enfático al declarar que la situación de buena parte de los puentes del país corre peligro, debido, principalmente a la falta de mantenimiento, erosión en sus bases, desgaste de los aproches, inundaciones periódicas, impacto de fenómenos atmosféricos, sísmicos y la carga que diariamente se desplaza por estas vías de comunicación, puede conducir a situaciones no previstas a nivel nacional.

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