2025 Nueva oportunidad para construir desarrollo y bienestar en República Dominicana

Carlos Checo Estrella

Todo indica que este año 2024, ha sido otra oportunidad perdida en el proyecto de sentar las bases para la consolidación del Estado Democrático y Social de Derecho.

 

Causas estructurales y políticas erróneas, continúan impidiendo lograr avances en el reto que tiene República Dominicana de alcanzar el desarrollo y proporcionar bienestar a su población.

 

En nuestra nación prevalece una injusta distribución de las riquezas y las oportunidades.

 

La pobreza y la alta desigualdad impiden a los dominicanos vivir una vida digna.

 

Hay mucha desigualdad entre personas, regiones y provincias.

 

La Ley de Presupuesto de Ingresos y Ley de Gastos Públicos en vigor desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre de este año 2024, no ha ayudado a construir una nación equilibrada, sustentable y socialmente justa.

Una de las cuestiones que hacen inadecuado el Presupuesto Nacional, es que fue elaborado al margen a los objetivos de la Ley 1-12, de Estrategia Nacional de Desarrollo, y como siempre no se obedeció a lo que mandan las leyes de Presupuesto 423-06 y la de Planificación.498-06.

 

Si queremos corregir asimetrías, avanzar en el combate a la pobreza y la desigualdad, el Presupuesto para el año 2025 debe elaborarse en acatamiento total a la Ley Estrategia Nacional de Desarrollo. La Estrategia Nacional de Desarrollo 2030 es el marco que debe seguir nuestra vida republicana; por tanto, toda ley y acción han de tener correspondencia con los dictados de ésta.

 

El Presupuesto Nacional es la herramienta que debe posibilitar la consecución anual de los objetivos y metas de corto, mediano y largo plazo; así como la gestión eficiente de los recursos públicos en función de las prioridades del desarrollo nacional como manda la Constitución.

 

El Presupuesto Nacional ha de ser una pieza que sintonice perfectamente con las prioridades nacionales. Es hora de que la política económica convierta al Presupuesto en un instrumento efectivo para promover el desarrollo económico y social Nuestro País necesita enfrentar problemas troncales claves para el desarrollo y bienestar.

 

No se puede seguir dilatando la respuesta para elaborar un modelo de desarrollo equitativo que materialice mayor bienestar social a la población.

Es necesario una mejor asignación de recursos para revertir la inequidad territorial. Para 2025 se debe elaborar un Presupuesto al servicio del bienestar general, que aumente las oportunidades de desarrollo, reduzca vulnerabilidades y promueva la rehabilitación de nuestros ecosistemas.

 

En nuestra nación hay muchos asuntos pendientes, varias son las áreas que ameritan trato especial dado lo precario de la situación que sustentan, es el caso de la Salud y el medio ambiente.

 

Es urgente la instalación de la Red Nacional Centros de Atención Primaria, es mucho lo que hay por avanzar en la atención y cuidado de la salud de las mujeres embarazadas y la niñez.

 

Tenemos por delante el reto de trabajar con audacia, entrega y voluntad, para que nada nos impida reducir las asimetrías entre provincias y entres personas; seguir avanzando hasta conseguir el acceso total a la salud, fortalecer los programas de educación y formación laborar, construir hábitats saludables con viviendas dignas, con suministro de agua potable y saneamiento adecuado, como lo contempla nuestra Carta Sustantiva.

 

Es hora de saldar la deuda social con el campo dominicano, sin desarrollo rural, no habrá desarrollo nacional. Los altos niveles de pobreza en el área rural limitan su capacidad aportación al desarrollo nacional.

 

Debemos encarar sin más dilación la implementación de la Ley de Ordenamiento Territorial, para dotar al país de un instrumental que regule efectivamente el uso del territorio según su vocación; facilitando una mejor gestión de su desarrollo en procura de alcanzar una República Dominicana equilibrada, integrada, sustentable y socialmente justa.

Lamentablemente esos objetivos no podrán alcanzarse al menos que cambie la esencia del Presupuesto Nacional , que históricamente ha tenido claros objetivos y fines determinados: seguir promoviendo un modelo que empobrece, endeuda, destruye los ecosistemas y fortalece a los que más tienen.

 

República Dominicana iniciará el camino al desarrollo con equidad, si el Presupuesto para 2025 se enfoca en reducir desigualdades sociales y territoriales.

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