Las repercusiones sociales y políticas de la polarización de las elecciones presidenciales de Estados Unidos. 

Por Juan Carlos Espinal.

 

La América Latina y el Caribe pos Covid19, observa que las sanciones económicas de Washington a Rusia y China transforman la realidad geopolítica de países como Venezuela, Cuba, Nicaragua, Brasil, Uruguay, Haití, Colombia, México y Bolivia.

 

Las agencias de información de América Latina y el Caribe, de EuroAsia, África y Oceanía ratifican que el advenimiento de los BRICS cambia la infabilidad del antiguo orden político de pos guerra.

 

Que este re diseño en la arquitectura global se convierte en una integración qué involucra al Caribe anglo francofono, impulsa innovadoras estructuras de cooperación, unifica los liderazgos de África, supera las actividades económicas del PIB del G7 y fortalece la multipolaridad en Medio Oriente.

 

Tras las sanciones económicas de Estados Unidos a Rusia, la acelerada devaluación del dólar fomenta la desindustrialización de los estados adscritos a la Unión Europea, desestabiliza social, política y económicamente a los aliados de Estados Unidos incidiendo en su aislamiento.

 

Ello provoca la aparición de la militarización hemisférica, los golpes de Estado y las revoluciones de colores.

 

La movilización popular en América Latina y el Caribe implica que el estado liberal pos segunda guerra mundial comienza a derrumbarse.

 

Las insurrecciones capitalistas de la extrema derecha en Estados Unidos y Europa son la expresión de la descomposición política del aparato neoliberal.

 

Escenifica la creencia de que el hombre común tiene derecho a cambiar su medio; y que no solo posee la capacidad, sino además el derecho de hacerlo.

 

La violencia estructural en la sociedad estadounidense y europea es utilizada por el establecimiento neoliberal para evitar que la revolución social, que deviene en nuevas formas de producir el cambio social, político y económico, no se expanda.

 

La revolución social que en las estructuras del establecimiento estadounidense se experimenta forma parte de la fractura económica de las distintas clases sociales, la degradación de las instituciones nacionales en general y se asocia a la pérdida de la hegemonía occidental.

 

En el capitalismo estadounidense y europeo, la transformación revolucionaria implica la extensión de la conciencia social a los nuevos actores, para impulsar su participación en la política.

 

La mega-crisis socioeconómica en Estados Unidos y Europa impulsa el desarrollo de nuevas técnicas de movilización social que promoverá el cambio de las relaciones de poder global existentes.

 

La esencia de la revolución política en las instituciones orgánicas del capitalismo consiste en la expansión de la conciencia social a una velocidad suficiente que permita la existencia de la democratización en el seno de lo que antes fueron las instituciones liberales.

 

Sin tal ruptura no habrá revolución.

 

La revolución social que experimenta la sociedad estadounidense implica la arquitectura de un nuevo orden político.

 

Una revolución social plena sugiere la construcción de nuevas instituciones vinculadas a la rápida secuencia de los cambios globales.

 

En COVID-19, se aceleró la descomposición del sistema de partidos políticos de la democracia representativa, aumentaron las insurrección es de la extrema derecha que a su vez erosionan las instituciones políticas del antiguo sistema libero-conservador.

 

A su vez, han terminado con el derrocamiento del viejo orden bipartidista.

 

La secuencia histórica de los golpes de estado en el capitalismo muestran una tendencia fundamental hacia la destrucción del orden político.

 

Las causas y las consecuencias de una revolución social en Estados Unidos pasa por entender el origen político de la guerra de secesión; el estudio riguroso de las brechas socio económicas existentes y la regresión científico tecnológica, respecto de otras naciones desarrolladas qué se dispara a partir de la alta concentración de capitales que genera el crecimiento exponencial de la pobreza extrema.

 

La involucion política en el capitalismo comienza con un repentino reconocimiento de que el estado de derecho, los partidos políticos tradicionales y la Constitución ya no existen.

 

Empieza sencillamente cuando desaparecen las condiciones sicológicas y materiales que permitían la participación política.

 

Cuando la revolución social se comienza a gestar, los grupos sociales luchan entre sí por el control del poder.

 

La caída de la democracia representativa estadounidense y europea inicia con las divisiones políticas a seguidas de la ausencia de autoridad pública.

 

Las revoluciones sociales son la combinación de antiguos vacíos de poder, discrepancias entre el mandante y los mandados, la inmovilidad socioeconómica y la intervención en la política de nuevos actores sociales.

 

Si no existen grupos sociales y políticos dispuestos a hacer la revolución estos son sustituidos por el poder popular.

 

Con la judicialización política al ex presidente Donald Trump, su intento de asesinato, la renuncia del presidente Joe Biden, la caída espectacular del complejo militar industrial en Ucrania, Afganistán, Irak, Siria, Irán, Libia, América Latina y el Caribe, el Pentágono tendrá que trasladar el conflicto de Medio Oriente al Hemisferio Occidental para evitar la aparición del fenómeno revolucionario interno.

 

Por razones tácticas e ideológicas, los partidos Demócrata y Republicano deslegitimandos ante la opinión pública internacional tratan de manera inútil de ensanchar la participación política, buscan atraer nuevos actores sociales y acrecientan el control social del poder popular.

 

Con la quiebra del sistema financiero estadounidense, distintos grupos de poder económico y político han logrado cooptar y socializar el monopolio del orden establecido con cierta ventaja natural frente a sus rivales.

 

De ahí que la división del liderazgo Democráta y Republicano haga aún más profunda la contra revolución social.

 

Es posible que incluso el fraude electoral se haga más radical en la medida en que las clases medias y los trabajadores sean lanzados a la balanza política.

 

Este proceso electoral Trump – Harris conduce a la redefinición de la comunidad de inmigrantes de la Unión y crea los cimientos para un nuevo orden socio político.

 

En la actualidad, la caída simbólica o real del liderazgo de los partidos políticos estadounidenses puede tener fecha vencida.

 

Estos períodos de distopías constitucionales señalan el comienzo de un largo proceso de convulsiones sociales y políticas que terminará revolucionando a los nuevos votantes en la política.

 

A medida que la división de las antiguas élites de los partidos políticos Demócrata y Republicano, quienes luchan por el monopolio del poder se materializa, la dinámica social llevará a convocar a los colectivos más amplios del pueblo estadounidense.

 

A la larga, la ilegitimidad democrática del gobierno del presidente Joe Biden termina por establecer el vacío de autoridad existente.

 

Y Trump, al borde de la cárcel, entiende que el sistema presidencialista estadounidense debe ser derribado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.