Veinte años del ALBA-TCP: «Respetamos, por sobre todas las cosas, la soberanía nacional»
José Negrón Valera
Recientemente, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) celebró su vigésimo aniversario en un contexto marcado por los debates sobre la multipolaridad y las tensiones geopolíticas globales.
Creada en 2004 por Hugo Chávez y Fidel Castro, la alianza se ha consolidado como un fenómeno político y social que desafía los paradigmas tradicionales de integración.
El secretario ejecutivo del ALBA-TCP, Jorge Arreaza, dice en exclusiva para Sputnik que dicha alianza tiene características muy peculiares que la convierten en un fenómeno institucional de nuevo tipo.
«El [bloque] BRICS de hoy, de alguna manera, tiene una de sus semillas originarias en la alianza bolivariana de hace 20 años», afirmó Arreaza.
Hace 20 años, la discusión sobre un mundo multipolar apenas comenzaba a emerger. En palabras de Arreaza, el ALBA fue uno de los primeros espacios en desafiar la unipolaridad impuesta por Estados Unidos. «Nadie soñaba con crear una institucionalidad que pudiese plantarle cara y resistencia al mundo de control del imperialismo estadounidense«, señaló.
Más de cinco millones de personas recuperaron la visión gracias a la Misión Milagro. Más de cuatro millones de personas fueron alfabetizadas. Otras tantas tuvieron acceso a la educación», señaló.
Además, subrayó el impacto de Petrocaribe, una iniciativa hija del ALBA-TCP, que permitió a países del Caribe acceder a energía en condiciones favorables. «Son infinitos los logros de la Alianza Bolivariana a pesar de las agresiones, a pesar de los ataques», enfatizó.
La agenda 2030: seguridad alimentaria, tecnología y soberanía energética
Uno de los temas centrales discutidos en la reciente cumbre fue la agenda estratégica ALBA 2030, un plan flexible que, según Arreaza, ha recibido aportes constantes de los países miembros. Entre los proyectos más destacados figura AGROALBA, una iniciativa para garantizar la soberanía alimentaria en la región.
«Es poner a disposición de la producción agrícola y pecuaria tierras en los países de la Alianza Bolivariana para que los países que no tienen suficiente cantidad de tierras o recursos puedan desarrollarlas», explicó.
Arreaza puso como ejemplo la colaboración con San Vicente y las Granadinas, un país afectado por desastres naturales que ahora cuenta con 10.000 hectáreas en Venezuela para la producción de alimentos. «Es un ganar-ganar. Venezuela contará con una inversión de San Vicente y las Granadinas, generando capacidades productivas», señaló.
Otro anuncio relevante fue el relanzamiento de Petrocaribe bajo una nueva modalidad.
«Ya no es que Venezuela hace los envíos de los productos. Ahora los países del ALBA-TCP pueden venir a Venezuela, se les adjudican bloques petroleros y, en una empresa mixta con el Estado venezolano, producen su propio combustible», abundó.
También destacó la creación de un centro científico en Venezuela que será inaugurado próximamente y mencionó estrategias de pesca conjunta en el Caribe. «Rescatar nuestra moneda, el sucre, a la luz de las nuevas tecnologías, y crear plataformas de comercio electrónico son también objetivos claves», agregó.
«En el ALBA se respeta la soberanía nacional»
Arreaza sostiene que el sistema de gobernanza internacional fue diseñado por las élites dominantes «para la comodidad de quienes acumulan el poder y la riqueza», algo en lo que no concuerda el ALBA-TCP.
«En el ALBA se respeta, por sobre todas las cosas, la soberanía nacional, la autodeterminación de los pueblos y la cooperación», destacó.
También criticó duramente a la Organización de Estados Americanos (OEA), calificándola como «el mecanismo para la aplicación de la Doctrina Monroe», dirigida por Estados Unidos.
Arreaza resaltó que la alianza es complementaria con otros organismos como la CELAC, UNASUR y, especialmente, con los BRICS. «El ALBA y los BRICS están en absoluta sintonía».
Según él, la incorporación de Cuba y Bolivia a los BRICS representa una oportunidad para compartir las experiencias del ALBA en el ámbito social y económico.
«El ALBA tuvo su moneda, su banco de desarrollo, su experiencia en Petrocaribe. Imagínate que el Banco de los BRICS financiara la Misión Milagro de los BRICS», reflexionó.
Arreaza subrayó que el espíritu del ALBA podría dar una «dimensión social superior» a los BRICS, al tiempo que llamó a una articulación más estrecha entre ambos bloques.
Tenemos la piel dura»
Arreaza se refirió a la próxima asunción del presidente Nicolás Maduro el 10 de enero, tras su reelección en 2024. Estima que los jefes de Estado que han acompañado la celebración de las dos décadas del ALBA-TCP también dirán «presente» para la juramentación del mandatario venezolano.
«El ALBA ha pasado por tantas situaciones y tantos trances, intentos de golpe de Estado, desestabilización, bloqueos, medidas de agresión, todo lo que hemos vivido y sufrido. (…) Tenemos la piel dura en el ALBA para soportar cualquier tipo de presión y avanzar», reflexionó.
El secretario ejecutivo considera que, ante las amenazas externas, lo mejor es avanzar en la consolidación de una unidad nacional que permita «crear las condiciones para que la estabilidad política, la seguridad social y las condiciones económicas puedan producirse a la velocidad que amerita el momento histórico».
Asimismo, concluyó con un mensaje para el próximo Gobierno de Donald Trump: «Si ellos quieren, nosotros queremos. Si ellos no quieren, nosotros venceremos. Si están dispuestos a respetar nuestra soberanía, aquí siempre habrá una mano extendida. Pero si no, también habrá puños cerrados para defender nuestra soberanía».