Nos adaptamos o nos jodemos.
Por Farid Kury
Aunque usted no lo crea el ser humano es como el agua: se adapta al envase. Ese ha sido su éxito para sobrevivir y superar las inclemencias de la naturaleza y los genocidios de los humanos. Nos adaptamos a lo bueno y a lo malo. El ser humano es tan bueno en eso que es capaz de adaptarse de la noche a la mañana a las últimas tecnologías, pero también a vivir en medio de una guerra o un genocidio, y no perecer. A mi generación le ha correspondido vivir en el siglo XX y en el siglo XXI. Vivimos la época análoga y la época digital. La epoca donde nadie tenía nada y la epoca donde todo el mundo tiene de todo. Somos privilegiados.
Poco a poco nos hemos adaptado a estos tiempos. Tanto nos hemos adaptados que ya no nos vemos viviendo como antes, sin Facebook, sin YouTube, sin Whatsapp, sin celulares, sin dos y tres vehículos en cada casa, sin viajes tres y cuatro veces al año. Vivimos la época donde las condolencias ya no se dan personales, sino por las redes sociales, donde todo el mundo es periodista, comunicador, analista, donde se consume drogas a las claras y se sienten orgullosos de hacerlo, donde las potencias matan centenares de miles de personas en poco tiempo con la mayor indiferencia de la humanidad. En fin, vivimos envueltos también en medio de la indiferencia, la indolencia y el espectáculo permanente. ¿Qué no ha sido fácil adaptarse? Sí, no ha sido fácil. Nunca ha sido fácil adaptarse a los cambios, a los nuevos tiempos. Incluso, hay millares de personas que se mueren y no logran adaptarse. Aún así, la humanidad como tal, sí se adapta y lo hace bien.
Abundan los estudios que demuestran que el ser humano es la especie que mejor se adapta a sus circunstancias, y por eso ha sobrevivido a miles y miles de existencia. El ser humano es flexible, no rígido, por eso se adapta a todo, y lo hace a buena velocidad. La rigidez es la muerte, y la flexibilidad es vida. Cuando nos morimos nos volvemos rígidos, inertes. Vivos, somos movimiento, flexibilidad. Conclusión: el que no se adapta, perece. Y más en estos tiempos, donde los cambios van a miles de Kilómetros. Si usted eligió pensar y vivir como pensabas en el siglo pasado, se te respeta, se te aplaude, pero no pretendas que los otros sean como usted: inflexibles, rígidos. Que usted quiera vivir su muerte, también se te respeta. Ahora bien, si usted decidió morir en vida sepa que no hay otro culpable que tú mismo. Porque al final, y por más vueltas que demos al asunto, cada quien labra su propio destino. Y en estos tiempos: o nos adaptamos o nos jodemos.

