«Los BRICS están en expansión»: la asociación avanza en Brasil con foco en la integración
Por Juan Lehmann
Desde Río de Janeiro, la XVII Cumbre de los BRICS cerró su primera jornada con llamados a reformar el orden global, avanzar en la desdolarización y consolidar una nueva arquitectura financiera. «La voluntad de construir un bloque del sur global se ratificó con fuerza», dijo a Sputnik el analista Sebastián Schulz.
Desde el Museo de Arte Moderno, convertido en sede del evento, la asociación cerró este 6 de julio su primera jornada de trabajo con una intensa agenda política, económica y tecnológica que buscó proyectar al grupo como actor central del nuevo orden multipolar.
En sesiones sucesivas con jefes de Estado, primeros ministros y representantes de organismos multilaterales, los países miembros —y una decena de invitados— debatieron reformas institucionales, comercio en monedas locales, gobernanza de la inteligencia artificial y estrategias conjuntas frente a la crisis climática.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva fue el primero en hablar por la mañana, en un discurso que sentó las bases del tono político del encuentro.
«La demora en la reforma del Consejo de Seguridad está haciendo al mundo más inestable y peligroso», advirtió el anfitrión. Desde el escenario montado frente a la Bahía de Guanabara, denunció un «colapso sin precedentes del multilateralismo», criticó el creciente gasto militar de la OTAN, y llamó a repensar la arquitectura financiera internacional en favor de los países del sur global.
Durante la tarde, en la sesión plenaria con participación de líderes ampliados, Lula insistió en que los BRICS deben convertirse en una fuerza capaz de mediar y prevenir conflictos globales. Se sumaron al debate representantes de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y jefes de Estado de países invitados como México, Colombia, Cuba, Chile y Uruguay. También participaron mandatarios y cancilleres de los 11 miembros plenos.
Uno de los puntos fuertes del día fue el debate en torno al uso de monedas nacionales para el comercio intragrupal, parte del objetivo de desdolarizar parcialmente las transacciones.
También se planteó el fortalecimiento del Nuevo Banco de Desarrollo —presidido por la brasileña Dilma Rousseff— y el lanzamiento de una iniciativa para crear un sistema de garantías multilaterales que fomente inversiones productivas entre países miembros y socios.
La inteligencia artificial ocupó un lugar destacado en la agenda. Consultada por Sputnik, la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación de Brasil, Luciana Santos, subrayó que los países del BRICS «tienen cada vez más clara la necesidad de tener dominio tecnológico en varias áreas del conocimiento». En ese marco, anunció un estudio de viabilidad para instalar un cable submarino de fibra óptica entre los países del grupo, como forma de garantizar la soberanía sobre los datos.
«Los datos son decisivos para una agenda de desarrollo», explicó.
«Los datos son decisivos para una agenda de desarrollo», explicó.
En paralelo, la dimensión climática cobró fuerza en el debate político. El grupo reafirmó su respaldo al Fondo Floresta Tropical para Sempre, una iniciativa impulsada por Brasil que busca financiar la conservación de bosques y promover una transición energética justa. También se confirmó el desarrollo de una hoja de ruta climática a cinco años, con vistas a la COP30 que se celebrará en Brasil en noviembre.
En materia política, los BRICS reafirmaron su defensa de un sistema internacional más equitativo, con reglas multilaterales fuertes y respeto a la soberanía de los Estados. En línea con ese planteo, la declaración preliminar expresó una fuerte condena a las medidas coercitivas unilaterales y al uso político de organismos internacionales. Lula, por su parte, no esquivó las referencias al conflicto en Gaza: condenó las «matanzas indiscriminadas» y reclamó el fin de la ocupación israelí.
A lo largo del día, el ambiente diplomático incluyó también reuniones bilaterales y gestos de cooperación. Lula recibió al primer ministro chino, Li Qiang, y al príncipe heredero de Abu Dhabi, Khaled bin Mohamed. Además, se confirmó que el lunes mantendrá un encuentro clave en Brasilia con el primer ministro indio, Narendra Modi, en el marco de una cumbre que combina declaraciones políticas con relanzamientos estratégicos entre potencias emergentes.
La declaración final, en proceso de redacción, será presentada el lunes al cierre de la cumbre. Mientras tanto, las discusiones técnicas continúan en seis áreas: comercio, finanzas, inteligencia artificial, salud, cambio climático y gobernanza mundial.
Sur global en construcción
Para el sociólogo y analista internacional Sebastián Schulz, la primera jornada de la cumbre dejó en claro el rumbo estratégico de la asociación. Consulado por Sputnik, el experto señaló que «el eje central fue la ratificación de la voluntad de avanzar en la construcción de un bloque del sur global«.
En ese marco, resaltó el crecimiento institucional del foro y su proyección hacia nuevas ampliaciones: «los BRICS están en franca expansión, y eso comienza a reflejarse».
El analista consideró que esa dinámica quedó expresada en la presencia de más de 20 delegaciones, incluidas varias de América Latina, Asia y África.
«La integración del [grupo] se percibe en la cantidad de países que han participado del encuentro», apuntó. Según explicó, esta tendencia podría consolidarse en los próximos meses: «probablemente se concrete una mayor ampliación de [la asociación], incorporando incluso a otros países de Sudamérica».
Schulz destacó además la dimensión civilizatoria que subyace a la alianza: «los BRICS nuclean a las principales civilizaciones de la historia, además de religiones. Esto alimenta la idea de avanzar con la consolidación del multilateralismo como norte», remarcó.
Nueva arquitectura global
Schulz también subrayó los ejes más concretos del debate. «Esta cumbre tuvo dos ejes centrales: la nueva arquitectura monetaria —con fuertes críticas al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, a los que responsabilizó por los obstáculos globales— y la promoción de una transición energética justa», sostuvo.
En ese contexto, valoró especialmente el papel del presidente brasileño. «Lula ha desempeñado un rol importante, sobre todo en materia climática y de inteligencia artificial, que son dos puntos que reúnen un gran apoyo entre los otros miembros [de los BRICS]», indicó.
A su entender, esa posición refuerza el perfil de Brasil como articulador entre continentes y agendas distintas.
Por último, Schulz destacó el equilibrio alcanzado en el documento preliminar del encuentro. «La declaración de la cumbre comienza a delinear la diversidad de visiones, siempre cohesionadas en torno a un rumbo común«, concluyó.