La ONU acusa a Ucrania y Rusia de ejecutar prisioneros de guerra
LA VANGUARDIA. Las Naciones Unidas acusan tanto a las fuerzas armadas ucranianas como a las rusas de un total de 40 ejecuciones sumarias de prisioneros de guerra, además de torturas y malos tratos que también habrían comportado muertes, según un informe hecho público ayer.
Según la jefa de la misión de derechos humanos de la ONU, Matilda Bogner, se han documentado 25 ejecuciones de soldados rusos por parte de las tropas ucranianas, “a menudo” perpetradas “inmediatamente después de su captura en el campo de batalla”. Por su parte, las fuerzas rusas dieron muerte a 15 soldados ucranianos “poco después” de su captura. De ellos, 11 fueron ejecutados por el grupo paramilitar Wagner, señaló Bogner, cuya misión trabaja en Ucrania desde el 2014.
El informe se basa en entrevistas a unos 400 soldados, la mitad de ellos ucranianos que fueron liberados (más precisamente, canjeados) y, la otra mitad, rusos todavía prisioneros en Ucrania. El equipo investigador no tuvo acceso a áreas del país controladas por las fuerzas rusas, donde se han identificados 48 campos de prisioneros.
Otros nueve casos de soldados ucranianos muertos fueron documentados, cinco de ellos a consecuencia de torturas y cuatro al no recibir atención médica en centros de internamiento.
Los prisioneros rusos habrían recibido simulacros de ejecución, amenazas de muerte o de violencia sexual y palizas. “Antes del interrogatorio me mostraron un mango de hacha cubierto de sangre”, declaró un prisionero que afirmó haber sido torturado con descargas eléctricas. Otro tanto se afirma de prisioneros ucranianos, “algunos de los cuales han perdido los dientes o los dedos, o les han roto las costillas, los dedos o la nariz”.
Hay que recordar, asimismo, dos vídeos en los que soldados rusos eran aparentemente tiroteados justo en el momento de rendirse y el vídeo reciente de un soldado ucraniano prisionero en un bosque que fumaba su último cigarrillo y era fusilado.
La Corte Penal Internacional abre una oficina en Kyiv de acuerdo con el fiscal general ucraniano
Todos los casos citados serían constitutivos de crímenes de guerra. En este sentido, precisamente el pasado jueves se firmó en La Haya un acuerdo entre el fiscal general ucraniano, Andrí Kostin, y la Corte Penal Internacional (CPI), para el establecimiento de una oficina de este tribunal en Kyiv.
El acuerdo se produce una semana después de las órdenes de detención de la CPI contra Vladímir Putin y María Lvova-Belova, comisionada presidencial rusa para los Derechos del Niño, por la presunta deportación de niños ucranianos a Rusia o territorios bajo control ruso, asunto al que también hace mención el informe de derechos humanos de la ONU. Según este, unos 200 niños de la región de Járkiv, cuando fue parcialmente ocupada, no han regresado del campamento de verano en Rusia al que fueron enviados. Las autoridades rusas reconocieron en octubre que unos 2.500 niños ucranianos vivían en algún tipo de centro en Rusia, en apariencia de manera temporal, pero la misión de la ONU señala que no está nada claro en qué circunstancias se encuentran y cuántos de ellos fueron transferidos a territorio ruso con sus padres.