El intento de explosionar ahora la Cámara de Cuentas
César Pérez
Gente en puestos claves de esta administración pública y otras instancias del Estado los convierte en obstáculo para el principal activo del gobierno: el MP.
Es viejo el sainete sobre la Cámara de Cuentas. Comenzó en el proceso de la integración de esta, un pecado original que al igual que a esta institución también signa otras instituciones del Estado, y con ello la gobernabilidad democrática del país.
Una circunstancia que, entre otras razones, es fruto de pifias conscientes/inconscientes cometidas durante el tortuoso proceso de alianzas para poder defenestrar el régimen peledeista. La guerrita entre los miembros de la CC, mal disimulada y mantenida en sordina por la sordidez de los intereses en juego, algunos la quieren guerra total y definitiva en este momento preelectoral y destruir ese órgano de control para obstruir los procesos que lleva a cabo el Ministerio Pública contra los desfalcadores del Estado.
En esa clave es que debe ser leído este asalto/sabotaje abierto a la Cámara de Cuentas para entender por qué son tantas y variopintas las voces que se levantan a favor de un juicio político contra esta, con el avieso objetivo de, sino explosionarla, al menos, de cara a las próximas elecciones, limitar su credibilidad y con ello confinar y/o obstruir las acciones del Ministerio Público.