El alto costo de la canasta familiar y la salud mental.

Adriana Mateo

Hemos escuchado mucho hablar de la inflación, pero a qué se refiere la Inflación? según el diccionario de la real academia de la Lengua: es una subida continua de los precios de los productos y servicios causada por un desequilibrio entre la producción y la demanda y con una pérdida del valor del dinero para poder adquirir esos productos.

En nuestro país, hemos experimentado un incremento de la inflación cada año en los últimos tres años; lo que se traduce, como un aumento sostenido en los productos y servicios de primera necesidad. Según el Banco Central , la canasta básica aumentó de 36,900 en Diciembre del 2020 a 43, 210 a la fecha; sin embargo y como dato favorable la tasa de desempleo mejoró levemente el año pasado en 1.2 % en comparación con el año 2021 con las secuencias propias de la pandemia ese año, pero básicamente en base a los empleos informales, lo que genera también incertidumbre en la población.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud mental como estado de bienestar mental que permite a los individuos hacer frente a los momentos de estrés en la cotidianidad, poder aprender y trabajar adecuadamente y desarrollar todas sus habilidades.

Ahora bien; cómo afecta los problemas financieros acarreados por una tasa de inflación elevada y baja tasa de empleo a la salud mental de nuestras familias?

La respuesta es sencilla: los expertos opinan que una mala salud financiera afecta la salud mental provocando depresión,ansiedad, problemas de confianza, irritabilidad emocional, problemas sociales, irá o enfados, sensación de desesperación, violencia, falta de comunicación y deterioro de las relaciones interpersonales y en nuestro país cerca de un 20 % en la actualidad tiene algún problema en la salud mental; siendo la ansiedad y la depresión los más frecuentes.

Indudablemente que de nuestro país continuar el camino de la inflación, del desempleo, la falta de oportunidad, la falta de apoyo estatal continuaremos aumentando el deterioro de la salud mental y esto a nadie beneficia.

El estado en su rol de garante de los beneficios para la sociedad debe garantizar prevención

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