Marchan para pedir atención a personas con discapacidad
LD. Zoilo Peña Melo, quien llegó al mundo a los 10 meses con desafíos notables, como el pecho levantado, el corazón ubicado al lado derecho y la piel desollada, fue diagnosticado como sordomudo a la edad de dos años.
A pesar de su condición, Zoilo no se ha detenido. El hombre, ahora con 65 años, ha trabajado en el diseño gráfico y su familia lo define como una persona muy inteligente.
Fue una de las voces que se unió el domingo para marchar a favor de la inclusión de las personas con discapacidad auditiva.
La actividad fue realizada en la Ciudad Colonial con el nombre «IV Caminando con los Sordos 2023″, organizada por la Asociación Pro Educación del Sordo (APES) y la Escuela Nacional para Sordos (Enapsor).
Cientos de personas se dieron cita para caminar desde el Parque Independencia hasta el parque San José.
Myrna Brugal de Jana, presidenta de APES, expresó que la finalidad de la caminata es defender a las personas con discapacidades.
Al mundo de gente que tiene todas sus facultades normales, que reconozcan que las discapacidades no hacen a la persona diferente», agregó la presidenta de la asociación.
Mientras la directora de Enapsor, Jeanette Francisco Ulloa, afirmó que esta actividad, realizada en conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, es una oportunidad para que la comunidad se una en familia.
Cómo vive con discapacidad
Margarita Peña de Martínez, hermana de Zoilo Peña, relató a periodistas de este diario que durante su crecimiento, su hermano no pronunciaba ninguna palabra.
Al consultar a los médicos, le informaron que se había pasado del tiempo de gestación al nacer a los 10 meses y que esa fue la causa de su discapacidad.
“Quizá fue un mal cálculo o mi mamá se retardó, en esos tiempos no había sonografía”, explicó.
Él es muy delgado, entonces cuando hace frío a él le da mucho frío, ya que perdió toda la grasa cuando nació», contó la hermana de Zoilo.
Peña de Martínez agregó que con el pasar del tiempo las complicaciones con las que Zoilo había nacido, como el pecho levantado, el corazón en el lado derecho y la piel desollada, habían desaparecido.
Su madre falleció hace 22 años, desde entonces él y su hermana Margarita han sido inseparables. Ella cuenta que tienen una buena convivencia.
A la edad de 16 años Zoilo ingresó a la Escuela Nacional para Sordos, donde aprendió a leer y escribir para insertarse en el mundo laboral.
Actualmente, Zoilo pasa la mayor parte del tiempo en Azua en casa de su madre materna e involucrado en actividades de la Escuela Nacional para Sordos, la cual tiene una matrícula de 437 estudiantes en Santo Domingo y otros que no fueron especificados en el resto del país.