Lo afirmativo venezolano para y en la Nueva Época

Ingrid Carmona y Asdrúbal Alamilla

El mundo avanza hacia la configuración prerrogativa de nuevo orden, Venezuela, la Patria de Bolívar como Nación libre, soberana e independiente tiene un rol de gran importancia, donde sus reservas energéticas: el petróleo, oro, gas, coltan, sus recursos naturales, agua, aire, tierras fértiles, su ubicación geoestratégica y su principal fortaleza: la fuerza indomable de su pueblo, sus mujeres y hombres quienes son protagonistas y han resistido ante la hegemonía imperial norteamericana, un pueblo irreductible, quienes hoy ven materializado el camino para un mundo multipolar, multicéntrico.

Muestra de la Nueva Época, a la cual un mundo con el desarrollo de las tecnologías disruptivas, la inteligencia artificial y las alianzas estratégicas de los países con potencial económico, una demografía expansiva y creciente que permite disputar la supremacía económica global. Los BRICS, apuntalan la cooperación económica, política, e impulsan un proceso de desdolarización del mundo que busca priorizar el intercambio comercial en monedas nacionales.

Hablar de la identidad venezolana pasa por analizar la visión sociopolítica de la lucha de clases, de manera crítica y reflexiva, partiendo de la cotidianidad y sobre todo de nuestro rol heroico como sujeto histórico, como Pueblo en resistencia combativa. Carlos Marx, escribió en el 18 de Brumario que el objetivo del socialismo científico era crear una sociedad nueva, no reformar la existente. En este sentido es de gran importancia tener cuidado en caer en la delgada línea de la discursividad blanda, esa que se carga de elementos progresistas y radicales, pero nunca los asume en el ejercicio político, transgrediendo así, las aspiraciones identitarias de los pueblos.

El proceso de transculturación que vivimos producto de la guerra de los mercados y sus operadores mediáticos y económicos han permeado las sociedades en todos sus niveles. En Venezuela, la unidad nacional, la concertación política y el diálogo social son herramientas que nos convocan a recrear y resignificar los valores del Socialismo en lo concreto, desde lo local/comunal/endógeno, con sus diversos enfoques y perspectivas, pero modelo de desarrollo humano emergente, necesario y profundamente transformador., como decía Augusto Mijares, “Si de nuestra historia no sacamos ninguna lección dinámica, no hay por qué suponer que la encontraremos en otra parte”.

El pueblo venezolano a lo largo de su historia, ha demostrado la capacidad de superar las dificultades, a pesar de leer en nuestra historia una gran carga de dolor, caudillos, violencia, corrupción, que sobrepasaron el triunfo independentista, desdibujándolo del imaginario colectivo, a partir de la intencionalidad histórica de quienes se hacían del poder y conjugaban elementos para debilitar, invisibilizar y obviar la carga no solo heroica, si no triunfante e irreverentemente justa del pueblo venezolano, del ser venezolano.

Es gracias a la Revolución Bolivariana y al liderazgo el Comandante Hugo Chávez, quien le otorgó un sentido diferente al pasado, esto a partir de una nueva comprensión en el presente, su vinculación con lo socio histórico, otorgando un nuevo sentido al presente, reinterpretando nuestro pasado, retomando diferentes elementos que transforman, profundizan nuestra verdadera esencia venezolana.

Hoy, nuevamente Venezuela vive una cruenta guerra, no convencional, con bloqueo desmedido. Una guerra que ha despertado el sujeto histórico, el sujeto independentista, irreverente, justo, ético. Atacada la memoria colectiva del pueblo, a quien en la cotidianidad golpean fuertemente sus monumentos socio estructurales y socio culturales referentes. Es así, como lo evidencia el atacar Bolívar a través de la moneda, golpear el nombre de Bolívar es atentar contra la dignidad del pueblo, la autodeterminación soberana de la Patria, al gentilicio, a su gente, el cual de generación en generación a partir de las edificaciones estructurales sociales, significantes erigidas históricamente sustentadas por una producción continua de formas de representación, las cuales el Comandante Chávez a través de la política revolucionaria, la vuelta profunda y fortalecida en el pensamiento bolivariano develo, fortaleció y profundizo.

Resultado de esto, hoy, el sujeto histórico venezolano ha logrado otorgar un nuevo sentido al presente, lo cual nos lleva a comprender lo afirmativo venezolano descrito por Augusto Mijares, como la naturaleza del actual El sujeto histórico venezolano, el cual al igual que en nuestras épocas libertarias tiene un rol protagónico en la Patria de Bolívar, y ante el mundo. Esto nos obliga a reconocernos como un pueblo digno que a pesar de las circunstancias ha trazado su camino con gran ética, valor, autodeterminación e hidalguía. Donde nuestros principios de justicia e igualdad subyacen como grandes voces, acciones para el bien común. El talante y talento de nuestra gente, con su capacidad ética y creadora, visto en nuestra cotidianidad, su heroísmo, conciencia, son elementos que indiscutiblemente pueden parecer invisibles. Donde el contenido de lo que se tiene o se hace que se vincula a los procesos de arraigo, de identidad, con definiciones personales, y la vinculación con el otro y el desempeño con excelencia.

“La lucha por la independencia que lideró Bolívar, nuevamente la libramos hoy”

“Ayer fue el imperio español, hoy el imperialismo norteamericano. Somos el mismo pueblo aguerrido”

«Estamos en el camino del esfuerzo colectivo, de la conciencia nacional y lo afirmativo venezolano».

¡Este es el camino correcto para la victoria del Pueblo!

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