De la recomposición clientelar al reordenamiento político. 2 de 3
Por Juan Carlos Espinal.
-Mientras que el peso dominicano se estaba devaluando las economías estadounidense, europea y asiática, entraban en recesión.
-La escasez de dólares, habían ido disparándose hasta el 60 x 1 de forma acelerada, sobre todo a partir de las alzas en tasas de interés, el retiro de efectivo del mercado y la pérdida de competitividad de las empresas.
-El dólar, pieza fundamental de la economía dominicana, tal como lo habían garantizado la Convención domínico-americana, primero, en 1907, los marines norteamericanos, después, en el Santo Domingo, entre 1916-1924, en 1965 después se debilitó.
-El peso dominicano, respaldado en teoría por el oro, se trataba cada vez más de un chorro de papel moneda sin soporte económico, es decir, inorgánicos de contabilidad.
-Se suponía que la estabilidad del dólar garantizaba la sostenibilidad del peso, según el Banco Central.
-Los precavidos economistas del FMI, encabezados por los super precavidos teóricos del Banco Interamericano de Desarrollo, preferían cambiar papel potencialmente de bonos de la república devaluados por préstamos macizos.
-Así pues, la deuda externa se multiplicó entre 2020-2024 de US 28 mil millones de dólares a 72 mil millones de dólares. US 38 mil millones de dólares en apenas 4 años con la inversión mas baja en 73 años.
-Las consecuencias de este endeudamiento que serán posteriores a las elecciones presidenciales aumentarán con las desigualdades.
-Durante la mayor parte de los primeros años de gobierno del presidente Abinader 2020-2022, la estabilidad del peso respecto al dólar, y con ella la del sistema internacional de pagos, ya no se basó más en las reservas del Banco Central, sino en la disposición de los bancos centrales norteamericanos y europeos, presionados por el gobierno de los Estados Unidos, a no cambiar sus dólares por pesos o euros.
-En 2020, EEUU agotó sus recursos estratégicos, su economía doméstica se disolvió, con lo que, de hecho, se puso fin a la convertibilidad del dólar, (formalmente abandonada en 1971 con Nixon) y con ella, la estabilidad del sistema internacional de pagos, cuyo dominio por parte de los prestamistas del Fondo Monetario Internacional o de cualquier otro casino, tocó a su fin.
-Cuando tras la guerra de Ucrania la hegemonía económica norteamericana colapso, la economía estadounidense había quedado tan mermada que el país ni siquiera podía financiar su propia supremacia militar.
-La guerra de EU-OTAN contra Rusia, una operación militar esencialmente de la inteligencia norteamericana, la pagaron, con ganas o sin ellas, la clases medias latinoamericanas o terceros países cuyos gobiernos apoyaban a Washington.
-La guerras económica de EEUU y sus aliados del G-7 contra Rusia, en la cual la industria armamentística obtiene pingües beneficios, entró en una etapa que se ha denominado la Era perdida de Europa.
-Durante los años de la bonanza de los fideicomisos, la quiebra de cooperativas y fusiones de bancos ya en el Ministerio de Hacienda se había profetizado una grave crisis socio económica posterior.
-En realidad, las consecuencias del deficit fiscal acumulado entre 2020-2024(199MM) serán justamente las contrarias a las esperadas por el CONEP.
-Sin embargo, lo que nadie esperaba, ni siquiera Leandro Macarrulla, en sus momentos de mayor lucidez y optimismo, era la extraordinaria generalidad de la poli crisis, la profundidad de la mega crisis que se inició con el COVID19, en el derrumbe de la reelección.
Los fideicomisos del Gobierno del presidente Abinader constituyen un acontecimiento negativo de extraordinaria magnitud para las finanzas públicas nacionales, que supone el default de la economía dominicana, que parece atrapada en un círculo vicioso, donde cada descenso de los índices económicos, exceptuando los rebotes estadisticos del desempleo, que alcanzó cifras astronómicas, reforzaba la baja en el crecimiento de todos los demás renglones del PIB.
-Como señalaron los optimistas economistas del Banco Central, aunque nadie los tomó muy en cuenta, : «..la dramática recesión de la economía dominicana no tardó en golpear los bolsillos del gran núcleo de clases medias urbanizadas..»
-La gran compañía de sector eléctrico, CDEE, por ejemplo, perdió dos tercios de sus ventas entre 2020-2024.
-Sus ingresos netos descendieron el 50 por ciento en 4 años.
-Se ha producido una crisis en la producción de artículos de primera necesidad, tanto alimentos como materias primas, dado que sus precios, que ya no se protegían acumulando existencias como antes, iniciaran una caída libre, cuando no, se especulaba en grande.
-Los precios del azúcar y del cacao se dispararon en el mercado internacional en dos tercios y el del oro en bruto en tres cuartos.
-Eso supuso el hundimiento del comercio exterior que dependía de unos pocos productos primarios.
-En definitiva, ese fenómeno transformó la depresión económica en un acontecimiento literalmente mundial.
-Las economías de Santo Domingo, Santiago, La Romana y San Francisco de Macorís, extraordinariamente sensibles a las devaluaciones, también resultaron afectadas.
-La desaparición temporal de la agroindustria conllevó también la del 50 x 100 del arroz que se enviaba a la mesa de los capitaleños.
-Cuando no se importaba.
-Simultáneamente, el precio del arroz de disparo y afectó a los grandes arroceros del Sur y del Nordeste de la Isla.
-Como el precio del trigo se hundió en el mercado internacional, más espectacularmente que el del arroz, se dice que en ese momento muchos dominicanos sustituyeron este último producto por el plátano.
-Sin embargo, el “boom” de las importaciones de harina para la fabricacion de pan de “agua” y los precios de los vegetales de ciclo corto, si es que los hubo en abundancia, empeoró la situación de los agricultores en los países exportadores de arroz como Haití.
-Los campesinos intentaron compensar el descenso de los precios aumentando sus cultivos y sus ventas, subsidiados por el Ministerio de Agricultura, y eso tradujo en una inflacion adicional en los precios.
-Esa situación llevó a la ruina a los pequeños agricultores que dependían del mercado especulativo, especialmente del mercado de permisos de importación, salvo en los casos en que pudieron volver a refugiarse en un “conuquismo” de subsistencia, último reducto tradicional del campesinado.
-Irónicamente, eso era posible en una gran parte de las cooperativas del sub mundo capitalista desarrollado, y el hecho de que la mayoría de la población de la capital y Santiago y de la “línea” fuera todavía campesina, le permitió al estado dar vueltas a la situación.
-INESPRE se convirtió en la ilustración perfecta del despilfarro del presupuesto nacional con sus burócratas que intentaban desesperadamente impedir el hundimiento de los precios quebrando a los productores agropecuarios cuando no endeudando a las haciendas arroceras.
-De todas maneras, para los capitaleños que aún vivían del campo en su inmensa mayoría, las importaciones del Ministerio de Agricultura fueron mucho más llevaderas que los cataclismos financieros de los años ochenta, sobre todo porque en aquella crisis las expectativas económicas de la población pobre eran todavía muy modestas.
-Sin embargo, los efectos de la inflación sin control de precios se dejo sentir incluso en las provincias agrarias.
-Así parece indicarlo el descenso en torno a los dos tercios de las importaciones de azúcar, harina, pescados en conserva y arroz, donde el mercado del cacao se había hundido completamente, por no mencionar el recorte de las importaciones de carne en un 90 x 100.
-Para quienes, que por definición no poseían control o acceso a los medios de producción – pienso ahora en los vendedores ambulantes de la Lincoln con 27 – , es decir, para los hombres y mujeres que trabajaban a cambio de una recompensa, la principal consecuencia de la depresión económica era la caída del consumo, el aumento del desempleo en una escala inimaginada y sin precedentes, y por mucho más tiempo del que la Gobernación del Banco Central y su tribu de analistas pudiera haber previsto.
-En los momentos peores de la crisis pos Covid19, los índices de paro se situaron entre el 22 y el 30 por 100, a ojo de buen cubero.
-Además, la desaceleración económica que se inició a partir de 2019 impidio reducir la tasa de interes.
-Nadie podía recordar un estancamiento económico de tal magnitud en la vida de los trabajadores.
-Lo que hizo más dramática la situación fue que el sistema público de seguridad social, incluido el subsidio de desempleo, no existían.
En el caso de la República Dominicana, o eran extraordinariamente insuficientes, según nuestros criterios actuales, sobre todo para los desempleados del IDSS en períodos largos.
-Esa es la razón por la que la seguridad social ha sido siempre una preocupación fundamental de los trabajadores: protección contra las temidas incertidumbres socio políticas del desempleo.
-Los salarios, la enfermedad o los accidentes y contra la mortal incertidumbre de una vejez sin ingreso aceleró la salida del PRM del Gobierno.
-Eso explica también que las clases medias bajas y los trabajadores abandonaran sus puestos de trabajo, ya hibiesen sido empleos de segunda o tercera categoría modestamente pagados que ya no permite derecho a una jubilación y, por supuesto, impide el acceso a una “caja de muertos” en Savica.
-Aquellos que se habían acostumbrado a trabajar en el estado o a atravesar períodos de desempleo cíclico, comenzaron a sentirse desesperados cuando, una vez hubieron gastado sus pequeños ahorros y agotado el crédito en los mercados populares de alimentos, veían imposible encontrar un trabajo.
-De ahí el impacto traumático que tuvo la política de desmantelamiento de empresas estatales.
-El desempleo generalizado, consecuencia primera y principal de la depresión económica para el grueso de la población genera insatisfaccion en las capas medias y medias bajas de la poblacion.
-Al Banco Central poco le podía importar que las clases medias y los trabajadores empeoraran notablemente su situacion, dado que los precios aumentaron durante todo el período de estados de excepción.
-Durante los años más duros de la devaluación del peso, los precios de los alimentos se dispararon más rápidamente que los restantes productos.
-La imagen dominante en la época pos Covid19 es la de los “comedores económicos” de beneficencia, de escasez y la de los pedigüeños, que desde las zonas francas y las haciendas ganaderas convergían hacia la capital de Santo Domingo o Santiago de los Caballeros, para denunciar a los que creían responsables de la situación.
-Por su parte, la élite empresarial y las políticas tradicionales eran conscientes de que el 85 x 100 de los afiliados a la seguridad social eran desempleados.
-No puede sorprender que el desempleo fuera considerado como una herida profunda en la democracia representativa de pos Covid19 que podía llegar a ser mortal, en el cuerpo político.
“…Después de los fideicomisos….” – escribió un editorialista en el periódico vespertino “El Nacional de Ahora”, la era del crecimiento económico y la estabilidad…”(bis) “…el desempleo ha sido la enfermedad más extensa, insidiosa y destructiva de nuestra democracia.»
«Es la enfermedad social de los parámetros del crecimiento macroeconómico…”
-Nunca hasta la espectacular caída del consumo, la historia de la economía dominicana, desde la Convención Domínico-Americana, 1907 hasta la firma de adhesión, “A la pura y simple”, 2007, DR-CAFTA, por ejemplo, se habían podido escribirse esas palabras, que explican la política de pos guerra de los gobiernos 2000-2004, 2020-2024 mejor que cualquier investigación de archivo.
-Pero, ¿Cómo acabaría todo? ¿Sería posible salir de este círculo vicioso?
-En la próxima entrega se analizarán las consecuencias políticas inmediatas del fenómeno de la deuda 2020-2024, el episodio más traumático en la historia del capitalismo de los últimos 100 años.
-Pero es necesario que también otros teóricos puedan referirse al tema sin demora a su más importante consecuencia a largo plazo:
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