Comicios legislativos en Francia, la estrategia de los abandonos
PRENSA LATINA. La extrema derecha está a las puertas del poder en Francia, lo cual explica la catarata de abandonos de candidatos como estrategia para evitar ese escenario el domingo en la segunda ronda de las elecciones legislativas.
Difícil resulta predecir qué ocurrirá en el balotaje para definir 500 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional, el resto ya tienen nombre desde la primera vuelta hace tres días, pero sí puede afirmarse que el partido nacionalista Agrupación Nacional (RN) la tendrá mucho más difícil para conseguir su meta de la mayoría absoluta, al menos 289 curules.
Funcionó la víspera, en la jornada de cierre de las inscripciones, el llamado de ni un voto para la extrema derecha, lanzado por figuras políticas como el presidente Emmanuel Macron, el primer ministro Gabriel Attal y los líderes de fuerzas de izquierda Jean-Luc Mélenchon (La Francia Insumisa) y Olivier Faure (Partido Socialista).
Más de 210 candidatos que llegaron terceros en la primera ronda de las legislativas optaron por no registrarse, unos 120 del bloque de izquierda Nuevo Frente Popular y alrededor de 80 del oficialista Juntos, con un propósito común: aportar sus votos para que el domingo gane cualquiera menos el aspirante de RN.
Surgió así un frente republicano capaz de fijar apoyos impensables, entre ellos el anuncio del exprimer ministro y aliado del gobierno Édouard Philippe de que votará en Le Havre por un comunista y la renuncia de aspirantes de la izquierda para allanarle el camino a diputado al ministro del Interior Gérald Darmanin y a la otrora jefa del Gobierno Élisabeth Borne.
La organización identificada con la extrema derecha y liderada por Marine Le Pen dominó la primera vuelta el 30 de junio con un 33 por ciento de los sufragios y convocó a los franceses a depositarle su confianza frente a males como la pérdida de poder adquisitivo y la inseguridad.
Para ascender al poder, RN reclama la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional, que le permitiría llevar a su presidente, Jordan Bardella, al cargo de primer ministro, lo cual supondría una muy incómoda cohabitación política para Macron, cuyo campo apunta a ser el gran perdedor en las urnas.
Acusaciones de racismo, anti-inmigrante, anti-europea y sembrador de odios abundan para referirse al programa del bloque heredero del ultraderechista Frente Nacional fundado por Jean-Marie Le Pen, aunque a decir verdad su hija ha sabido distanciarse de muchas de las propuestas recalcitrantes de su progenitor.
El peligro que ven muchos franceses sigue latente, los abandonos en más de 210 circunscripciones debilitan las aspiraciones de RN, pero sus opciones continúan vivas, con casi 40 diputados ya en sus filas desde la primera ronda y candidatos en 446 localidades para el balotaje.
Por lo pronto, los duelos triangulares en la segunda vuelta bajaron de más de 300 a solo 95, una mala noticia sin dudas para la extrema derecha, aunque las urnas dirán la última palabra.