La candidatura a la reelección de Biden pide más muertes en Ucrania mientras el FMI estrangula la economía
Dmitri Kovalevich.
Ilustración: Hadi Dbouk para Al Mayadeen English.
…la elección a la que se enfrentan los ucranianos: morir en el frente militar en una guerra perdedora para ayudar a las posibilidades de reelección de Joe Biden, o perder la vivienda, la propiedad y el trabajo si se opta por eludir el reclutamiento y la guerra.
El primer ministro húngaro, Viktor Orban, realizó una visita sorpresa a Kiev a principios de julio, llevando consigo ideas para poner fin a la guerra en Ucrania. La principal propuesta que expresó fue la de un alto el fuego entre las dos partes beligerantes, con plazos en los que tendrían lugar las negociaciones.
Varios días después, el 5 de julio, Orban viajó a Moscú para reunirse con el presidente ruso, Vladímir Putin. En una rueda de prensa posterior de ambos dirigentes, declaró que lograr la paz en Ucrania es su máxima prioridad. Hungría ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea durante el segundo semestre de 2024. «Europa necesita urgentemente la paz» es el mensaje que Orban transmitió en Kiev y en Moscú.
Al parecer, los altos funcionarios de la Unión Europea no están de acuerdo con Orban. El 7 de julio, la UE emitió una escueta declaración de cuatro párrafos en la que calificaba el conflicto de Ucrania de «guerra de agresión de Rusia contra Ucrania» y declaraba que «el primer ministro Orbán no tenía mandato del Consejo de la UE para visitar Moscú».
No a las conversaciones de paz, dice Kiev
Por razones no reveladas, el gobierno húngaro canceló una reunión previstapara el 8 de julio entre el ministro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, y su homóloga alemana, Annalena Baerbock. Ese día, Orban aterrizó en Pekín en lo que denominó «misión de paz 3.0«. Escribió desde Pekín en Twitter/X:
China es una potencia clave en la creación de las condiciones para la paz en la guerra entre Rusia y Ucrania. Por eso he venido a reunirme con el presidente Xi en Pekín, sólo dos meses después de su visita oficial a Budapest.
Kiev rechazó inmediatamente las propuestas de negociación de Orban. El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, no las abordó directamente durante una conferencia de prensa conjunta celebrada en Kiev el 2 de julio, pero el asesor de política exterior de Zelensky, Ihor Zhovkva, expresó más tarde, en declaraciones televisadas:
Decimos que Ucrania quiere realmente la paz para sí misma, esto es lógico… Para ello, tenemos una herramienta, la cumbre de paz.
El enfoque de la «cumbre de la paz» del régimen ucraniano también es calificado por sus defensores como la creación de una coalición mundial para ayudar a Ucrania a derrotar a Rusia.
La primera «Cumbre sobre la Paz en Ucrania» se celebró en Suiza los días 15 y 16 de junio, y reunió al gobierno ucraniano, a los gobiernos de la alianza militar de la OTAN y a algunos gobiernos de otros países. El gobierno ruso no fue invitado a asistir, y por esta razón, muchos de los grandes gobiernos del mundo no asistieron, entre ellos China, India, Brasil y Sudáfrica.
Bloomberg News informó el 3 de julio de que Zelensky refuta el término «punto muerto» para describir el estado actual del conflicto en Ucrania, y afirma que la grave situación de los efectivos de las fuerzas de Kiev es mejor que hace meses. Afirma que lanzar una nueva contraofensiva es sólo cuestión de armar adecuadamente a sus fuerzas armadas. «Tenemos la voluntad… [pero] las herramientas aún no han llegado».
Sólo unas semanas antes, tanto Zelensky como su asesor Mykhailo Podolyakseguían defendiendo la idea imposible de que el camino hacia la paz en Ucrania pasa por la derrota militar de Rusia.
Y así, el gobierno liderado por Zelensky en Kiev se está preparando hoy para causar miles y miles de muertes adicionales de soldados ucranianos como precio por mantener la confianza y el apoyo de los países occidentales. Este apoyo incluye el acceso crucial a préstamos de gobiernos extranjeros e instituciones financieras para intereses estatales, financieros y comerciales en Ucrania.
Boryslav Bereza, ex miembro de la Rada Suprema (asamblea legislativa ucraniana) y ex portavoz del partido de extrema derecha y fuerza paramilitar «Sector Derecho», llamó la atención el 4 de julio sobre la situación militar de Ucrania.
Según informó la revista política ucraniana Politnavigator, Bereza habló ese día en su podcast de vídeo de la idea de una nueva «contraofensiva» militar de las fuerzas armadas de Ucrania de la que hablaba Zelensky en las últimas semanas.
Es una situación interesante. Sí, podemos adquirir muchas armas, pero necesitamos gente que luche con esas armas. Hablar de ‘contraofensiva’ me parece una bravuconada, sobre todo hoy, cuando no podemos estabilizar el frente y no podemos detener la ofensiva sigilosa del otro bando.
¿Por qué? Bueno, quiero recordarte que Zelensky no hace mucho destruyó la movilización militar que se estaba produciendo entonces, despidiendo a todos los líderes militares [en Febrero 2024]. No lo hemos olvidado. No escuchó a Zaluzhnyi [comandante del ejército de Ucrania en aquel momento] y no ordenó una nueva movilización militar con la suficiente rapidez. Por eso no tenemos tropas preparadas para luchar hoy y por eso la movilización militar sólo está teniendo lugar ahora. Los nuevos reclutas estudiarán durante muchos meses más.
«Después de oír todo esto, ahora comprenderéis por qué no se puede hablar seriamente de una ‘contraofensiva’», dijo Bereza a su audiencia.
La guerra de la OTAN como supervivencia política
Para algunos políticos occidentales, un intento suicida de una nueva contraofensiva por parte de las Fuerzas Armadas Ucranianas es algo así como una cuestión de su supervivencia política. A principios de julio, los conocidos bromistas rusos «Vovan» y «Lexus» gastaron una broma telefónica a Hillary Clinton, haciéndose pasar por el predecesor de Zelensky, Petro Poroshenko. (El intercambio de diez minutos está aquí en YouTube.).
Clinton dijo a la pareja [creyendo que hablaba con Poroshenko] que es necesaria una nueva ofensiva de Ucrania para ayudar a la candidatura de reelección de Joseph Biden.
Petro, vayamos paso a paso. Hagamos llegar este material [armamento] a tus soldados, intentemos conseguir algunos de los activos rusos congelados y trabajemos para que puedas ingresar en la OTAN. Si ocurriera lo peor, si ganara Trump, todos tendríamos que pensar qué hacer. Pero no creo que eso ocurra, de verdad que no creo que ocurra.
La llamada terminó con las risas de ambos cuando el bromista remató: «Esperemos ver un nuevo Gadafi», refiriéndose a la intervención militar de la OTAN en Libia en 2011 que terminó con el violento derrocamiento del gobierno libio y el asesinato a sangre fría de su presidente.
Clinton añadió:
Hay que avanzar lo mejor posible, no sólo para mantener la línea, sino también para pasar a la ofensiva. Y entonces muchos en nuestro país harán todo lo posible para reelegir al presidente Biden.
La llamada se basaba en las desgastadas afirmaciones de Clinton y su maquinaria del Partido Demócrata de que Donald Trump es amigo de Rusia y no apoya la continuación de la guerra de la OTAN en Ucrania.
En una llamada anterior realizada por los mismos bromistas a finales de junio, el ahora ex ministro de Asuntos Exteriores británico David Cameron también habló de la necesidad de una nueva ofensiva de las fuerzas armadas ucranianas. También él habló del contexto de las elecciones estadounidenses.
Creo que el punto clave es que si podemos asegurarnos de que en noviembre Ucrania esté en primera línea y Putin retroceda, entonces él [Trump] querrá apoyar al bando ganador, si puedo decirlo así. Eso es lo que tenemos que garantizar. Y por eso este verano es tan importante, dijo Cameron.
Ninguno de los dos líderes expresó la más mínima preocupación moral por las continuas pérdidas de vidas ucranianas, y mucho menos rusas, causadas por su guerra.
Vemos una vez más que se condena a los soldados ucranianos, la mayoría de los cuales han sido reclutados a la fuerza, a morir por los misiles, la artillería y las potentes bombas planeadoras para favorecer las posibilidades electorales de un candidato presidencial estadounidense.
La cumbre de la OTAN tendrá lugar en el centro del poder
La cumbre del 75 aniversario de la OTAN se celebrará en Washington DC del 9 al 11 de julio. El tema central de la agenda será la guerra en Ucrania. Y relacionado con ello estará el tema de la adhesión de Ucrania a la OTAN.
Zelensky y su régimen gobernante están desesperados por oír algo, lo que sea, positivo sobre un futuro ingreso en la OTAN. Pero la OTAN ya ha tomado la decisión de no hacerlo. Un informe del 2 de julio en el diario británico Telegraph comienza con:
Se dirá a Ucrania que actualmente es demasiado corrupta para ingresar en la OTAN, en un duro golpe para Volodymyr Zelensky. La alianza pedirá «pasos adicionales» a Kiev antes de que avancen las conversaciones para la adhesión, según ha declarado un alto funcionario del Departamento de Estado estadounidense. La postura se expondrá por escrito en el comunicado de la OTAN que se firmará en la cumbre anual de la alianza que comienza el 9 de julio. (ver nota#1 más abajo)
The Telegraph añade:
Los aliados de la OTAN siguen discrepando sobre si deben mejorar la declaración que hicieron el año pasado en su cumbre de Vilna (Lituania) para que su oferta a Kiev sea ‘irreversible’.
Zelensky asistirá a la cumbre de Washington y es probable que reciba la promesa de un «puente bien iluminado»hacia el ingreso en la OTAN (un término favorecido por el gobierno estadounidense, según The Telegraph.
Más préstamos del FMI a Ucrania
Otro motivo de la asistencia de Zelensky a Washington es mantener el flujo de financiación del FMI a su gobierno. A principios de julio, Kiev recibió del FMI otro tramo de préstamos por valor de 2.200 millones de dólares. Se trata del quinto tramo de un préstamo a cuatro años del FMI por un total de 15.600 millones de dólares. El préstamo anterior se hizo a un interés del dos por ciento; este nuevo plazo es de un duro siete por ciento. El Ministerio de Finanzas ucraniano informó el 19 de junio:
Incluso los préstamos del FMI, que ahora se conceden a un tipo realmente elevado de alrededor del siete por ciento (porque están vinculados a una cesta de tipos de interés de los principales bancos centrales del mundo), son preferenciales para nosotros, ya que el tipo de mercado para nosotros con nuestra calificación crediticia sería ahora de hasta el 20%. Y sigue siendo una incógnita si nos prestasen en condiciones de mercado en condiciones de guerra.
A finales de junio, se difundió en Ucrania la noticia de un memorando actualizadocon el FMI. Para que el gobierno y el ministerio de finanzas puedan devolver sus préstamos, se exprimirá hasta el último céntimo de los ucranianos de a pie.
Por ejemplo, como condición para obtener más préstamos, Ucrania se ha comprometido a subir las tarifas a los consumidores de gas natural (calefacción de invierno), electricidad y agua.
Se espera que el Consejo de Ministros de Ucrania apruebe una hoja de ruta «para la liberalización gradual de los mercados del gas y la electricidad».
El presidente de la Unión de Consumidores de Servicios Públicos, Oleh Popenko, advirtió, recientemente, contra el plan de la Rada Suprema de subir las tarifas del gas natural este otoño. [Como en todas las antiguas repúblicas soviéticas, en las ciudades ucranianas los edificios de varias viviendas se calientan con depósitos de agua caliente (calderas) que utilizan gas natural, mientras que las casas particulares suelen calentarse con calderas eléctricas, cómo las de agua].
Popenko advierte que, como consecuencia, el país se enfrentará a una crisis de impagos.
Si elevamos las tarifas para la población a las elevadas cifras propuestas, nos espera un verdadero colapso. No todo el mundo podrá pagar las cuotas más altas y no hay dinero en el presupuesto para aumentar los subsidios [para los más pobres]. Por lo tanto, las industrias de servicios públicos, que ya están pasando por malos momentos, pueden simplemente colapsar.
Las tarifas eléctricas ya han sufrido una fuerte subida, casi el doble el 1 de junio. No será la última subida, como se explica en el nuevo memorándum del FMI.
El economista ucraniano Oleksiy Kushch señala, también, que el FMI exige que se le entregue toda la información financiera de Ucrania.
El endurecimiento del control es notable. Fijémonos en la exigencia del Banco Nacional de Ucrania de reforzar la información al FMI. Se exigirá que se comparta la informaciónsobre las transacciones de importación y exportación, los registros de los titulares de tarjetas bancarias y otra información sensible. Todo esto sugiere un elemento de desconfianza en los funcionarios ucranianos por parte del FMI. Todo ello conduce a un control más estricto.
En esencia, el FMI se está convirtiendo en el Ministerio de Finanzas de Ucrania y puede regular a distancia el sistema financiero ucraniano.
El FMI exige un régimen fiscal aún más estricto y una mayor recaudación de impuestos. Hay un agujero cada vez mayor en el presupuesto de Ucrania debido a la menor recaudación de impuestos provocada por el servicio militar obligatorio.
Además, cada vez cierran más empresas, mientras que los contribuyentes varones que se enfrentan a un posible servicio militar obligatorio abandonan sus empleos y se incorporan al mercado laboral sumergido para evitar ser enviados al frente. (Los empleadores de Ucrania están obligados a informar a los oficiales militares de los hombres a su servicio que tengan la edad de registro militar (18 años) y de reclutamiento (25 años).
El nuevo acuerdo con el FMI también recomienda recortes en el gasto público, lo que con el actual régimen gobernante significa inevitablemente recortar las prestaciones sociales a los pobres y a los desplazados internos, al tiempo que se congela la cuantía de los pagos a los discapacitados (de los que muchos defensores del gobierno se quejan de que son «demasiado numerosos»).
En el marco de las privatizaciones de una industria que el FMI exige a Kiev, las autoridades ucranianas están privatizando empresas que fabrican y adaptan prótesis. Mientras que los yacimientos rentables de gas natural o las plantas metalúrgicas han sido preciados para las privatizaciones, ahora se unen a ellas las empresas de prótesis.
Decenas, quizá cientos, de soldados pierden diariamente miembros en los campos de batalla. En tiempos de guerra, muchas fábricas se venden por una fracción de su valor, ya que sus activos pierden valor, pero las empresas privatizadas o contratadas que fabrican prótesis verán aumentar bruscamente el valor y los precios de sus productos.
La periodista y escritora ucraniana Miroslava Berdnik comenta:
La Fábrica de Prótesis de Kharkiv y la Fábrica de Prótesis de Lviv ya han sido declaradas en quiebra y cerradas; los empleados han sido despedidos. La propia fabricación de prótesis está siendo ‘reclutada’, ya que muchos de los empleados que se dedican a fabricarlas y adaptarlas están recibiendo avisos de alistamiento militar. Los trabajadores del sector escriben en las redes sociales que las fábricas que producen prótesis menos caras en Ucrania y las clínicas que las adaptan están siendo sustituidas por servicios alternativos de propiedad extranjera y muy caros.
El anarquista de Odessa, Vyacheslav Azarov señala que el cumplimiento de las obligaciones de Ucrania con el FMI está anulando la independencia del país; ahora el país está gobernado por intereses financieros externos.
Igualmente importante es que nuestras autoridades están cumpliendo las obligaciones con una potencia financiera extranjera aumentando los impuestos. Formalmente, resulta que elegimos a este poder [en 2019, y antes en 2014] para empeorar nuestras vidas a instancias del capital extranjero. Ahora me resulta difícil entender qué queda de la ‘independencia’ de Ucrania cuando un Estado creado por elecciones [desde el golpe de 2014] actúa para perjudicar a su electorado mediante acuerdos financieros con fuerzas externas.
Además, en agosto expira una moratoria sobre el pago de intereses de los bonos ucranianos, por valor de 20.000 millones de dólares estadounidenses, y Ucrania tendrá que pagar, negociar una nueva moratoria o declararse en suspensión de pagos.
Los amos occidentales no permitirán un impago, por lo que recomendarán encontrar más ingresos públicos. Las autoridades ucranianas no conocen otra forma de hacerlo que aumentar los impuestos y las multas a los ciudadanos de a pie.
Una de las opciones para aumentar el presupuesto a fin de devolver los préstamos podría ser las sanciones económicas a los evasores del servicio militar obligatorio. A partir de ahora, el impago de las multas conllevará la confiscación de bienes.
A partir del 16 de julio, todos los hombres (y mujeres con estudios de medicina) ucranianos serán considerados evasores y delincuentes si no sirven en las Fuerzas Armadas de Ucrania. Se les impondrá una multa equivalente a 600 USD, una cantidad enorme en la Ucrania actual, aunque no hayan recibido un aviso de alistamiento militar o lleven muchos años viviendo en el extranjero.
La abogada ucraniana Larisa Kis escribió en Telegram el 2 de julio que las multas de 600 USD pueden imponerse infinitas veces, incluso todos los días. Cuando las multas acumuladas alcanzan los 160.000 jrivnias (4.000 dólares), se pueden quitar al deudor todas sus propiedades y viviendas.
Esta es la elección a la que se enfrentan los ucranianos: morir en el frente militar en una guerra perdedora para ayudar a las posibilidades de reelección de Joe Biden, o perder la vivienda, la propiedad y el trabajo si se opta por eludir el reclutamiento y la guerra.
Antiguamente, los salteadores de caminos paraban a los transeúntes con la orden: «¡Tu dinero o tu vida!».
Los dirigentes de Ucrania, el FMI, el gobierno de EEUU y la alianza militar de la OTAN actúan hoy como salteadores de caminos del siglo XXI
Traducción nuestra
*Dmitri Kovalevich es corresponsal especial en Ucrania para Al Mayadeen English.
Fuente original: Al Mayadeen English