Por Pedro Luis Castellanos. Pongamos como eje los derechos ciudadanos. Aprovechemos lo construido, pero avancemos hacia una era pos neoliberal en esta esencial política social.
En el día de hoy, viernes 25 de febrero, justo dos días antes de la fecha conmemorativa de la Independencia nacional y de la comparecencia del Sr. presidente ante el Congreso de la República, inicia sus sesiones de trabajo la Mesa de Diálogo por las Reformas, correspondiente a la Seguridad Social. Esta Mesa ha sido conformada en el contexto de Consejo Económico Social (CES), a solicitud del Sr. presidente de la República, y forma parte de un conjunto de mesas, inicialmente 12 y actualmente alrededor de 14, cada una de las cuales trabaja sobre un tema específico, considerado prioritario por el Ejecutivo Nacional.
El CES, tiene como antecedente los espacios de concertación que han posibilitado muchas de las más importantes reformas implementadas en el país en los últimos 20 años o más. Con la reforma promulgada en el año 2010, adquirió rango de constitucionalidad, al ser creado mediante el Artículo 251 de dicha Carta Magna, el cual ha sido preservado en las reformas posteriores.
El Diálogo está organizado con base en una metodología general previamente aprobada por el “Plenario del Diálogo por las Reformas” el pasado 6 de octubre y presentada públicamente el 19 de octubre. El Plenario está constituido por unos 38 integrantes, que representan al sector gubernamental, 13 partidos políticos, sectores empresariales y sectores sociales, además del Presidente y la Directora Ejecutiva del CES Cada Mesa reproduce, en su esencia, la composición del Plenario, unas 38 personas. Cuenta además con Coordinadores, Moderador y Relatores.
De acuerdo con la metodología general aprobada, cada Mesa inicia sus consideraciones a partir de una propuesta presentada por el Ejecutivo Nacional. Las Mesas, además, son el espacio en el cual se presentan las propuestas que cada sector considere convenientes, para las reformas; en este caso, para la reforma del Sistema Dominicano de Seguridad Social creado por la Ley 87-01. Es destacable que toda persona con ciudadanía dominicana, residente en el territorio nacional o en el exterior, puede participar y aportar en cada Mesa, por vía de internet, utilizando la “Plataforma CITIZEN LAB”, hasta el11 de abril del corriente año.
Las Mesas deberán esforzarse por alcanzar consensos, pero deben recoger todas las propuestas debidamente presentadas, y se hará constar en su informe los consensos y disensos, sin que se produzca votaciones en su seno. El relato de la Mesa, llevará al Plenario del Diálogo por las Reformas los consensos y disensos, y en dicho Plenario si se aprobará, por consenso o, “de manera excepcional”, por votación mayoritaria calificada (2/3 de los integrantes), las mociones que el contenido que constituirá parte del relato final.
Este diálogo sobre el Sistema Dominicano de Seguridad Social acontece en un entorno nacional e internacional sin antecedentes. La pandemia de la COVID 19 ha afectado considerablemente las economías de los países, incluido el nuestro, pero también la calidad de vida y la conciencia social de nuestra población. En varios países, incluyendo Colombia y Chile, cuyas reformas de los sistemas de Seguridad Social en Salud y en Pensiones, previamente realizadas respectivamente, influyeron considerablemente en la reforma iniciada con la Ley 87-01 en nuestro país. En l caso de Chile, la desestabilización del régimen del Presidente Piñera por movilizaciones sociales masivas, ha conllevado a un proceso de reforma constitucional que, tal vez, termine la transición del Pinochetismo a la Democracia. En el caso de Colombia, es posible que los debates sobre la Seguridad Social, en el contexto del impacto económico y social de la epidemia, afecten las posibilidades que el sector político del Presidente Duque mantenga el poder, y un bloque opositor ideológicamente contrario resulte ganador.
La sociedad dominicana se muestra esperanzada en el diálogo cuyas tareas de búsqueda de consensos se inician hoy. Se espera importantes reformas en la dirección de mayor protección de los derechos ciudadanos y mayor equidad y protección social. Nadie espera que el rugido de la montaña termine pariendo un ratón. Las frustraciones de las expectativas sociales pueden generar o catalizar procesos cuyo desarrollo es difícil predecir.
Sin embargo, se trata de un diálogo que ha sido invitado por la máxima autoridad ejecutiva nacional, y constituye una muy buena oportunidad para avanzar en reformas positivas. Nuestro país tiene la oportunidad de acometer, por la vía del diálogo, reformas que en otros países han conllevado conflictos y traumas importantes.
Aprovechemos esta oportunidad. ¡Vamos al Diálogo!, con disposición de valorar y respetar las propuestas de diversos sectores de la sociedad. Pongamos como eje los derechos ciudadanos. Aprovechemos lo construido, pero avancemos hacia una era pos neoliberal en esta esencial política social
