Al menos seis reos se fugan de la mayor cárcel de Ecuador

TELESUR. En la noche de este viernes se fugaron al menos seis presos de la Penitenciaría del Litoral, la más grande y poblada de Ecuador, en medio de una crisis carcelaria donde se registran motines en otras seis prisiones con más de 150 funcionarios tomados como rehenes.

La Policía Nacional reportó a través de sus canales oficiales que dos de los seis reos fugados fueron recapturados en los alrededores de la prisión, situada en la ciudad de Guayaquil.

Según los reportes policiales, la fuga se dio por la parte trasera de la cárcel, la principal del complejo carcelario de la costera provincia de Guayas, compuesto por cinco prisiones donde están recluidas alrededor de 12.000 personas.

Tras la alerta registrada sobre las 22.00 hora local, la Policía activó un operativo de búsqueda y captura, centrado sobre todo en las zonas aledañas al río Guayas.

La fuga se produjo durante una serie de disturbios simultáneos en al menos siete cárceles de Ecuador, en los cuales decenas de presos lograron escapar, la mayoría de ellos de la prisión de Riobamba.

Entre los presos que escaparon de Riobamba se encuentra Fabricio Colón Pico, presunto líder de la organización criminal “Los Lobos”, a quien se le acusa de estar involucrado en un complot para atentar contra la fiscal general Diana Salazar.

Días antes hizo lo mismo en la Cárcel Regional de Guayaquil el líder de la banda criminal Los Choneros, José Adolfo Macías, alias Fito, en una fuga que causó gran revuelo.

Tanto las fugas como los motines estuvieron acompañadas de una oleada de acciones violentas atribuidas a las bandas del crimen organizado que incluyeron explosiones e incendios de automóviles, secuestro y asesinato de policías y el asalto de un grupo de hombres armado a un canal de televisión de Guayaquil.

El incidente se produce cuando el Gobierno del presidente Daniel Noboa se disponía a implementar su plan para recuperar el control de las cárceles, muchas de ellas controladas internamente por estos grupos delincuenciales, cuyas rivalidades han dejado más de 450 presos asesinados desde 2020 en una serie de masacres carcelarias.

La intención del Gobierno es aislar a los líderes de estos grupos criminales hasta que se construyan dos prisiones modernas bajo el modelo Bukele, con el que Noboa busca imitar la estricta política carcelaria del presidente de El Salvador.

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