Ante la falta de nuevos luchadores políticos y sociales
Por Ramón Antonio Veras.
1.- La práctica diaria nos enseña que la fortaleza de las convicciones democráticas de un país surge del proceder específico de mujeres y hombres sensibles.
2.- En cada coyuntura política sobresale el accionar de los que en la vida pública se ocupan de crear espacios para alcanzar el progreso social.
3.- Las tímidas libertades de las cuales disfrutamos hoy, son la obra de ciudadanas y ciudadanos que en un pasado reciente desempeñaron, en conjunto, labor ciudadana y cívica, sin esperar recompensa alguna.
4.- Aquellas mujeres y hombres que hicieron de activistas sociales originarios se convirtieron en modelos de militantes por los derechos humanos, las libertades públicas y el buen funcionamiento de las instituciones.
5.- Esos jovencitos y jovencitas del pasado fueron a la lucha cívica sin previamente haber sido instruidos para ser agitadores, alborotadores, ni formadores de eficientes futuros militantes por los derechos, independencia y soberanía de su patria.
6.- Sin lugar a discusión alguna, es posible decir y afirmar que en el seno de la misma tiranía de Trujillo y contra el deseo de este, se fueron desarrollando los cuadros políticos con los cuales el país estaría en el futuro en condiciones de disfrutar de un ambiente propicio para batallas cívicas, políticas y sociales.
7.- Con el accionar de los jóvenes políticos de ayer que incidieron de manera determinante durante las décadas de los años 60, 70 y 80, del siglo pasado, nuestro país dio alcance a mayores conquistas políticas, sociales e institucionales que las logradas en épocas posteriores, hasta hoy.
8.- El rezago en el avance de la lucha democrática en nuestro medio tiene relación directa con la formación ciudadana del material humano del presente.
9.- La muchacha y el muchacho de antes actuaban movidos por sanos ideales, se sentían impulsados para hacer cosas por el bien común.
10.- Ahora todo cambió. La jovencita y el jovencito se sienten cautivados por maniobras sin principios para lograr objetivos encubiertos, principalmente politiqueros, y así llegar a la mercancía dinero.
11.- En nuestro país existe todo un movimiento políticosocial que, en esencia, reúne a grupos de personas que accionan respondiendo a intereses particulares, extraños al sentir colectivo.
12.- El paquetazo fiscal, recién retirado por el Poder Ejecutivo, es un hecho de naturaleza política que en tiempos pasados habría servido para un movimiento de opinión pública de grandes dimensiones.
13.- Aquí está haciendo falta el accionar de una opinión pública con misión dirigida a difundir en las masas populares ideas y actitudes favorables a fines de liberación.
14.- La gente buena de verdad debe dedicarse con espíritu democrático a elaborar cuidadosamente mensajes que sirvan como vía rápida para que el pueblo asimile de inmediato lo que es de conveniencia.
15.- La República Dominicana descansa sobre un régimen económico basado en la desigualdad de oportunidades, dirigida por una clase social añeja, sin visión de futuro, que se resiste a abandonar el escenario nacional, lo que hace necesaria la presencia de luchadores políticos y sociales que sean militantes coherentes.
16.- En el país conviene que surja una nueva camada de dominicanos y dominicanas que, con ánimo y mucho deseo de transformaciones, se ocupen de alentar a mujeres y hombres del pueblo a integrarse a movimientos sociales con planes de acciones encaminadas a alcanzar grandes modificaciones estructurales, fruto de legítimas movilizaciones.