Apertura ‘Cuentos para noches de luna llena’, narraciones de Ramón Saba

Por Julio Cuevas

Hay aquí una diversidad temática que abarca desde enfoques sobre problemas medioambientales, hasta situaciones de marcada intimidad.

He leído estos cuentos, sin la necesidad de percatarme, si fue o no, en tiempo de luna llena. Recuerdo que, mientras los leía, miraba hacia el cielo, como quien, sorprendido, todavía no sale del asombro de encontrarse entre los bordes del imaginario y lo ficcional.

Cuentos para noches de luna llena, es un libro de narraciones de Ramón Saba, integrado por diez (10) narraciones, donde el sujeto-autor, recurre a sus cotidianidades vitales, para contarnos sus peripecias.

Esta obra, en su tercera edición, contiene un prólogo del poeta y narrador dominicano Marcio Veloz Maggiolo. El diseño de la portada es de Ezequiel Martínez y las ilustraciones interiores y la diagramación están a cargo de Ludwuig S. Medina, con fotografia de Carlos Merán. Editado en Impresos Nelson Soto Impresores. 74 págs. Santo Domingo, República Dominicana, 2025.

Hay aquí una diversidad temática que abarca desde enfoques sobre problemas medioambientales, hasta situaciones de marcada intimidad, la noche, la lluvia, lo trágico y la muerte, como ocurre en los cuentos «El bastoncito flotante« (Ver págs. 19/24, obra citada) y en el cuento «Aquella noche de lluvia« (Ver págs.59/63, obra citada).

En el proceso de lectura de un texto, cada lector y cada lectora, asume posturas y selecciona lo que, para él o para ella, es «el mejor cuento«. No acostumbro a hacer ese tipo de valoración crítica; pero, en este caso, debo señalar que Marcio Veloz Maggiolo, el mejor cuento en esta obra es «Ante su tumba» (Ver págs. 41/47, obra citada).

De todas maneras, son juicios y selecciones muy personales. Otro lector puede elegir uno o varios cuentos diferentes, como los titulados «Carta a papá« (Ver págs. 37/38, obra citada), o el cuento, «El estilo de morir« (Ver págs. 55/57, obra citada).
Son acciones que resultan de «gustos y/o de las preferencias personales« de un lector o de una lectora, lo que, no necesariamente, otorga valor estético a la obra. La narración ocurre aquí en tiempo pasado y en cada uno de los cuentos, hay un sujeto narrador distinto, que nos relata lo que ocurre, y en la mayoría de los casos ese sujeto narrador es un personaje actuante que, como parte activa de lo que acontece, nos relata las accione, de manera directa y sencilla.

Aquí, el discurso narrativo es usado por sujeto-autor, como un recurso creativo, para construir espacios de movimientos, ambientes y colores que nos llegan, desde la fluidez de las descripciones que aparecen, tanto de los espacios contextuales, como del perfil de los personajes.

Estamos ante una narrativa avalada por las vivencias y las utopías del sujeto autor. Aquí, el narrar se constituye en una confesión del vivir y del concebir del sujeto-autor. Más allá del título de esta obra, estos son cuentos para ser leídos para el disfrute y la enseñanza del lector o de la lectora. Hay en estas narraciones, lecciones internas que traspasan la exposición temática que se desarrolla en cada relato.

Nuestros vicios, a través de los juegos de lotería y las acciones y clamores de nuestros jugadores, son también expuestos en algunas de estas narraciones, como ocurre en el cuento titulado «Asunto de suerte«(Ver págs. 31/35, obra citada). Aquí se nos presenta la imagen de aquellos jugadores que pululan en cualquier rincón popular de nuestros barrios y ciudades en busca de suerte, desde el juego de azar, aunque, como dice uno de los personajes de este relato: «Cómo, el judío no tiene suerte«.

Con esa expresión, el sujeto autor termina el referido cuento. La muerte, es también otro de los temas expuestos en estos relatos, la posible forma de uno morirse y la gran interrogante del ser humano, en relación al lugar a donde vamos, al morir.

Esto aparece como algo común en el ser humano, por lo que el sujeto-autor, en el cuento «El estilo de morir«, se simula «como moriré«, como si se tratara de una interrogante cotidiano del sujeto-autor, llevada al relato, desde la acción de uno de sus personajes actuantes. (Ver cuento «Estilo de morir«, págs. 55/57, obra citada).

Al final de este libro de relatos, nos encontramos con una narración que rompe con toda la estructura discursiva de los relatos que estructuran esta obra. Se trata de una narración en versos, representada en dos (2) cuartetos y dos tercetos, con versos octosílabos. Se trata de una narración en versos, en forma de sonetos, titulada «Cucaracha enamorada«(Ver, págs. 65/69, obra citada).

Esa narración presenta, en términos formales, un rompimiento con todo el discurso narrativo de la obra, lo cual, se percibe como un rompimiento con la estructura discursiva y narrativa del total de las narraciones que integran este libro de relatos.

No es lo más pertinente en una narración, presentar ese tipo de ruptura discursiva y estilística; pero ha sido la decisión del sujeto-autor, lo cual, yo, como lector, respeto, aunque no esté de acuerdo.

Aprovecho, para recomendar al sujeto-autor, organizar una publicación formal, ya sea de narrativa o en versos; pero sin exponer ese tipo de ruptura. Además, le sugiero, mantener constancia en la publicación de sus narraciones.
Cuentos para noches de luna llena«(2025), a pesar de sus limitaciones en el uso de los recursos poéticos en las descripciones y demás recursos estilísticos en su narrar, se trata de una obra que expresa el pensar, el ver y el concebir del sujeto autor. De ahí su base autobiográfica, subyacente, en su discurso narrativo.

 

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