Carrera por el oro de Marileidy Paulino
Raul Breton
Esa marca olímpica puede caer
Si Marileidy corrió tras la sombra de Shaunae Miller-Uibo durante los Juegos Olímpicos de Tokio (2021) y el campeonato Mundial (2022), ahora le toca mirar por el retrovisor al pelotón de corredoras de los 400 metros planos, tomando muy en cuenta a Salwa Naser, quien puede ser el motivo principal para que la nuestra pise el acelerador en los 200 metros finales de la carrera que definirá el podio de esa especialidad este viernes. De Tokio a París, Marileidy ha evolucionado como corredora, perfeccionando las técnicas fundamentales de una de las carreras más exigentes del atletismo en donde hay que combinar explosividad de salida, perfecta colocación de pie izquierdo en las curvas para mantener un equilibrio que permita la correcta postura para sostener la cadencia adecuada durante los primeros 100 metros de competencia para dosificar esas energías que suelen utilizarse en los 200 metros finales de competencias definitivas, dejando atrás el relajamiento y dosificación de serie de clasificación. La dominicana ahora es una corredora terminada porque conoce mejor su cuerpo, sus capacidades y limitaciones. Ha tenido acceso a la más avanzada tecnología de entrenamientos y regímenes alimenticios. Ya no es aquella corredora de salida lenta y semblante tenso que no permitían la relajación de sus músculos. Ahora domina, no solo esos detalles técnicos esenciales, sino también el control escénico que supone una cita de esta magnitud. Todos hemos sido testigos del absoluto dominio en sus dos series preliminares en donde ha bajado la intensidad de su ritmo tras los primeros 250 metros, reservando energías para una final en donde puede tener al reloj como único rival. Si todo sale como lo planificado, Marileidy tiene amplias posibilidades de mejorar el actual récord olímpico de Marie-José Perec (48.25 en Atlanta 96) porque los 47.60 de Marita Kosch (1985) aún se le presenta como una marca que está a pocos pasos de sus actuales condiciones.