Cartel de los soles: puntofijismo y narrativas imperiales
Por Yoselina Guevara López
A finales del mes de julio de 2025 el gobierno de los Estados Unidos formuló una grave acusación contra el poder ejecutivo venezolano calificándolo de “narcoestado”, dentro del cual estaría ejerciendo la autoridad el llamado “Cartel de los soles”, una supuesta organización criminal liderada por el presidente de Venezuela Nicolás Maduro Moros. Posteriormente a inicios de agosto el Departamento de Estado norteamericano aumentó una recompensa a 50 millones de dólares por la captura del mandatario venezolano, incluyendo 25 y 15 millones respectivamente por la entrega de dos de sus principales ministros, el Capitán retirado Diosdado Cabello Rondón, Ministro de interior, justicia y paz y el General en Jefe Vladímir Padrino López, Ministro de Defensa.
Estas acciones evidencian la puesta en práctica desde Washington de una narrativa tóxica que toma como punto central el narcotráfico, utilizada para acusar y deslegitimar al Estado venezolano, en la figura del presidente y la institución castrense.
Es necesario admitir que esta es una estrategia que funciona, sobre todo a nivel internacional, no porque sea creíble o porque sea producto de una investigación legítima, sino porque a través de los aparatos comunicacionales se ha hecho viral con la caja de resonancia mundial que son las redes sociales y los medios de comunicación. Inclusive algunos sectores de la izquierda esgrimen como un argumento contra las autoridades venezolanas esta narrativa sin base con el firme convencimiento de la existencia del “cartel de los soles”, aunque de ello no existan pruebas.
Puntofijismo y narcotráfico
Durante el “puntofijismo”, denominación del pacto realizado por los partidos políticos Acción Democrática (AD, centro derecha) y Comité de Organización Política Electoral Independiente (COPEI, socialcristiano) para la alternancia del gobierno en Venezuela que rigió cuarenta años previos a la llegada del Comandante Chávez al poder, se desarrolló una especie de solapada complacencia con los carteles de la droga, provenientes de Colombia. Son notables los nexos de algunos militares de alto rango con el narcotráfico, de allí que el mito del Cartel de los soles se empiece a construir a partir de las décadas de 80 y 90.
Cabe destacar que en estos años no existía el chavismo, ni el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y apenas estaba iniciando el Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 (MBR-200) conformado por militares activos y civiles, dirigido por el entonces Teniente Coronel Hugo Chávez, el cual nace bajo una tendencia de izquierda, basado en bolivarianismo debido al creciente descontento que se estaba generando por la decadencia moral, la corrupción generalizada, la injusticia social y la pérdida de la identidad nacional. Asimismo el MBR-200 no guarda relación con el entramado ligado al narcotráfico que se estaba gestando dentro del componente militar; por el contrario eran adversos a la pérdida de valores y principios dentro de la institución militar.
Existen casos documentados como la relación que surge en 1988 entre el General de División Ítalo del Valle Alliegro y el Cartel de Medellín, Colombia, este militar llegó a ser Ministro de la Defensa durante el gobierno de Carlos Andrés Pérez.
El periodista Scott Macdonald en un artículo del 19 de agosto de 1991, publicado en el Diario El Nacional,señaló que Ítalo del Valle Alliegro en octubre de 1983 era el copiloto de una aeronave a la cual le incautaron un cargamento de cocaína de unos 1200 kilos, pero además había facilitado la realización del vuelo por ser Comandante regional del ejército en la frontera con Colombia. El piloto de la aeronave, el ex-teniente de la marina, Lizardo Márquez Pérez, logró escapar a Medellín.
Otro de los ejemplos más emblemático, de los gobiernos puntofijistas y el narcotráfico es el del General de Brigada Ramón Benigno Guillén Dávila, Jefe de los Servicios contra el Tráfico de Drogas de la Guardia Nacional venezolana, durante las nefastas presidencias de Venezuela de Jaime Lusinchi y Carlos Andrés Pérez (Partido Acción Democrática).
Entre 1987 y 1991, la CIA (Agencia Central de Inteligencia norteamericana) captó a Guillén Dávila, en un principio con el supuesto objetivo de recopilar información sobre los cárteles de la droga colombianos, específicamente del Cartel de Medellín, pero este militar facilitará y dirigirá el transporte desde Venezuela a los Estados Unidos de al menos 22 toneladas de cocaína pura proveniente de Colombia. Estos envíos se efectuaron con la aprobación por la DEA (Agencia Antidroga estadounidense) y coordinados con la CIA, con pleno conocimiento; lo que era una aparente operación de investigación se convirtió en una plataforma de colaboración del General Guillén Dávila, los altos funcionarios tanto de la CIA como de la DEA, y el Cartel de Medellín.
No obstante también desde el alto gobierno puntofijista se tenía conocimiento de la estrecha relación con los carteles colombianos. De hecho el expresidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, recibió de regalo dos costosos caballos de paso de manos de Fabio Ochoa, uno de los Jefes del Cartel de Medellín, lo cual quedó registrado en la prensa nacional, tras el escándalo de la vinculación del político venezolano con narcotraficantes colombianos.
Fabio Ochoa explicó detalladamente la razón de los obsequios a Carlos Andrés Pérez; en primer lugar como una muestra de agradecimiento porque lo había ayudado a rescatar a su hija, Martha Nieves Ochoa, secuestrada en territorio venezolano y en segundo lugar porque Pérez había tramitado con el para ese entonces presidente de España Felipe González, la extradición a Colombia de su hijo Jorge Luis Ochoa que había sido capturado por la policía de narcóticos de España, antes de que lo entregaran a las autoridades estadounidenses.
Alfiles pertenecientes a los carteles colombianos
En cuanto al General Guillén Dávila, en 1992, bajo la presidencia de Carlos Andrés Pérez fue detenido en Venezuela acusado de tráfico de drogas y puesto en libertad varios meses después, cuando un juez venezolano revocó los cargos. En ese mismo año el Comandante Chávez daría un intento de golpe de Estado por el cual sería encarcelado por el gobierno de Pérez.
En 1996 Guillén Dávila fue denunciado en los Estados Unidos por tráfico de drogas por un Tribunal federal, pero Washington nunca solicitó su extradición desde Venezuela para ser juzgado, desapareciendo de los reflectores de la opinión pública hasta que fue arrestado en 2007 durante el gobierno del presidente Chávez, acusado de magnicidio.
Es curioso que justamente una trama delincuencial desarrollada durante los años de gobierno de los mentores de la actual oposición venezolana, haya sido tomada como referencia para desarrollar el mito del “Cartel de los soles”, haciendo alusión a las insignias en forma de sol que son otorgadas a los generales. Siendo que los militares verdadera y comprobadamente implicados en redes de narcotráfico, desarrollaron sus actividades delictivas durante los gobiernos puntofijistas.
Por otra parte, sin intentar hacer una apología, no existen pruebas de que Guillén Dávila o Ítalo Del Valle Alliegro hayan conformado en el seno de las actuales Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas una estructura delincuencial que cumpla con las características de los carteles tales como: la conformación de una estructura de personas afiliadas a la organización bajo distintos roles y funciones, la producción y refinación de sustancias ilícitas (ya sean de origen natural o químico) en laboratorios ilegales, la comercialización y distribución, y el control de territorios bajo la criminalidad. Más bien estos ex militares actuaron como alfiles en el tablero delincuencial dominado por el Cartel de Medellín, y las agencias CIA y DEA del gobierno norteamericano .
Expulsión de Venezuela de los verdaderos carteles
En 2005, se produjo un momento crucial con la puesta en marcha de una verdadera estrategia antidroga del gobierno revolucionario venezolano, cuando el Comandante Hugo Chávez expulsó de Venezuela a la DEA, una decisión que respondió a una serie de investigaciones que comprobaron que esta agencia norteamericana realizaba continuas labores de inteligencia que ponían en riesgo la seguridad del país, operando por encima de la ley y fuera del control, coordinación o la supervisión de las autoridades nacionales, pero lo que es más grave utilizando al país como ruta para narcotráfico.
En contra de la versión estadounidense de que la expulsión de la DEA del territorio venezolano provocaría una oleada de tráfico de drogas, el gobierno venezolano, a través de la creación Oficina Nacional Antidroga (ONA) y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), intensificó sus operativos antidroga, una línea de acción que mantiene el actual gobierno del presidente Nicolás Maduro y que demuestra su efectividad a través de los resultados que han sido certificados a nivel internacional.
Hechos fehacientes contra el tráfico de drogas
La Organización de las Naciones Unidas ha afirmado reiteradamente desde 1999 hasta 2025 que Venezuela es un territorio libre de cultivos de hoja de coca y marihuana, ni laboratorios destinados al procesamiento de drogas y de la presencia de carteles criminales internacionales.
El Informe Mundial sobre Drogas 2025 de la Agencia de las Naciones Unidas para la Fiscalización de Drogas y la Prevención del Delito (ONUDD) reconoce a Venezuela como un país libre de cultivos ilícitos de estupefacientes y con una mención reducida como ruta de tráfico por la cual tan solo transita sólo el 5% de la droga que proviene de Colombia pasa por Venezuela para llegar a los mercados estadounidense y europeo. Siendo el Pacífico oriental con México y América Central, la principal ruta marítima para el transporte de la cocaína y las sustancias ilícitas con destino a Estados Unidos,
Los informes de los años 2024 y 2025 de la DEA señalan que alrededor del 84% de la cocaína incautada en Estados Unidos procedía de Colombia; dicho reporte no menciona a Venezuela como país productor de estupefacientes, así como tampoco la existencia del Cartel de los soles.
Pero ante las pruebas reales que certifican que el gobierno venezolano no es un “narcoestado” el Secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, declaró: “Dicen que Venezuela no está envuelta en el tráfico de drogas porque Naciones Unidas dice que no lo está. ¡Pero no me importa lo que dice ONU! ¡Porque la ONU no sabe lo que está diciendo!
Una respuesta que estuvo aderezada con la exaltación del funcionario que se atreve a descalificar el trabajo de profesionales expertos, el cual es producto de la evidencia en campo y la investigación rigurosa. Para Marco Rubio a falta de hechos fehacientes y argumentos para demostrar sus aseveraciones, la opinión pública debe conformarse con la narrativa que a toda costa desean imponer desde Washington.
Narrativa del Cartel de los soles
El ardid de asociar al chavismo, específicamente al presidente Nicolás Maduro con el Cartel de los Soles surge desde aproximadamente el año 2020, pero casi había caído en el olvido hasta que fue desempolvado por el obsesivo secretario de Estado norteamericano.
Esta campaña, que sólo se había desvanecido momentáneamente,obedece a una invención estratégica, no una evaluación de los hechos. Es una acusación que actúa como cortina de humo calculada, pero que también justifica parcialmente a nivel legal las acciones militares que puede poner practica el Pentágono, desde ataques, bombardeos, invasión de un territorio hasta la extracción de un jefe de Estado y de Gobierno bajo una acusación falsa de narcotráfico.
Así mismo la operación en acto contra Venezuela desde Washington justifica una agenda de larga data, que implica el derrocamiento del gobierno venezolano y la confiscación de sus vastos recursos petroleros y minerales, entrando en juego la llamada geopolítica del petróleo, disfrazada de lucha contra el narcotráfico, para adueñarse de las mayores reservas del planeta.
Un mismo guión intensificado en su implantación
En abril de 2020, durante la primera administración Trump, el presidente estadounidense anunció una operación antinarcóticos reforzada en el Caribe, enviando buques de guerra y desplegando miles de marines en aguas venezolanas. La nueva escalada con una mayor movilización militar estadounidense en aguas del mar Caribe se produce después que la administración Trump firmara un memorando del Pentágono para hacer frente a los cárteles de la droga en América Latina, una directiva que enmarca a estas organizaciones criminales como una amenaza para la seguridad nacional. No obstante el despliegue de fuerzas puesto en marcha por Estados Unidos para las operaciones antidroga en el Caribe sigue siendo decididamente desproporcionado para la consecución del objetivo; así como también lo son los ataques y hundimientos por parte de los Estados Unidos de pequeñas embarcaciones, que hasta ahora han dejado un saldo de 18 civiles asesinados, hechos que son violatorios del derecho internacional.
La respuesta de Venezuela a este plan puesto en marcha por Washington ha sido la cohesión en torno a la defensa de la soberanía y la patria en perfecta unión popular-militar- policial, pero a la vez se ha acelerado la participación y la organización del pueblo para la defensa y la resistencia demostrando que por encima de las narrativas y las mentiras prevalece la voluntad y la decisión a ser libres y soberanos.
Venezuela sigue siendo un ejemplo de resistencia,autodeterminación y lucha para el mundo, enfrentando el intervencionismo dirigido por Estados Unidos y sus pretensiones imperiales.
Yoselina Guevara López: comunicadora social venezolana, analista política,articulista en diferentes medios internacionales, cuyo trabajo ha sido traducido al inglés, gallego, italiano, griego y sueco. Ganadora del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar 2022 (Venezuela), mención especial Opinión; Premio Nacional de Periodismo Aníbal Nazoa 2021 (Venezuela); I Concurso Memoria Histórica Comandante Feliciano 2022 (El Salvador) Tercer lugar. Autora del libro “Fascismo y nazismo, evolución de la violencia hasta nuestros días”.
Referencias
Agencia de las Naciones Unidas para la Fiscalización de Drogas y la Prevención del Delito. (2024). Informe Mundial sobre Drogas. Recuperado de
Agencia de las Naciones Unidas para la Fiscalización de drogas y la prevención del delito (2025). Informe Mundial sobre Drogas. Recuperado de
Carlson, C. (2007). Is the CIA Trying to Kill Venezuela’s Hugo Chávez?. Recuperado de https://venezuelanalysis.com/analysis/2345/
(2025).Expediente secreto. La historia de un caballo de carreras. Recuperado de
Isikoff, M. (1993). U.S. Probes CIA Ties to Drug Smuggling. Diario Los Angeles Times. Recuperado de
Mella, C. (2025) Marco Rubio: “La ONU no sabe nada, Maduro es un narcotraficante”. Diario El país. Recuperado de
Misión Verdad. (2017). Cuando los narcos de la CIA y la DEA operaban en Venezuela. Recuperado de https://mazo4f.com/cuando-los-narcos-de-la-cia-y-la-dea-operaban-en-venezuela

