Cómo el genocidio en Gaza influyó en la derrota de Kamala Harris
Sami Al-Arian, palestino que dirige el Centro para el Islam y los Asuntos Globales (CIGA) de la Universidad Zaim de Estambul, expone una serie de argumentos que corroboran lo que sentencia en el artículo que titula «Trump no ganó estas elecciones. Harris fue derrotada por un boicot inspirado en Gaza».
Antes de que se celebraran los comicios presidenciales en Estados Unidos algunos medios occidentales analizaronla influencia de las tensiones y el conflicto en Asia Occidental sobre la decisión que pudieran tomar los estadounidenses el 5 de noviembre.
El último mes de campaña coincidió con el aniversario de la Operación Diluvio de Al Aqsa liderada por Hamás y el inicio del genocidio israelí en la Franja de Gaza, también con la apertura de otro frente de guerra en Líbano contra Hezbolá.
Antes de avanzar en los planteamientos del periodista es necesario acotar que tanto Kamala como Trump manifestaron su apoyo incondicional a Tel Aviv.
El 7 de octubre, cuando se cumplió un año de la operación de la resistencia, ambos candidatos hicieron eventos en memoria de las víctimas de la incursión de Hamás, pero no tomaron en cuenta los más de 42 mil palestinos asesinados por Israel, la mayoría de ellos civiles y una gran proporción de niños y jóvenes menores de edad.
En la ceremonia de plantación de un árbol en los jardines de la residencia vicepresidencial en Washington D.C., Harris hizo una mención marginal cuando habló de la necesidad de «aliviar el sufrimiento de los palestinos inocentes en Gaza que han experimentado tanto dolor y pérdidas durante el año», aunque sin responsabilizar al gobierno israelí por esas muertes.
Al-Arian sostiene que la victoria de Donald Trump sobre la candidata demócrata no se debió a su aumento de popularidad «sino a una decisión consciente de millones de personas de boicotear la votación sobre el genocidio respaldado por los demócratas».
El periodista explica la victoria de Trump basándose en los resultados de las votaciones en 2020 y 2024. Recuerda que en los comicios en los que resultó vencedor Joe Biden participaron 158 millones de votantes, lo que supone un aumento de electores si se compara con los 151 millones que acudieron este año.
«La mayoría del pueblo estadounidense estaba claramente harta de Trump. Sin embargo, en 2024, casi 17% de los votantes de Biden no apoyó a Harris», señala, y añade que demuestra que el republicano no ha mejorado mucho ya que ni siquiera igualó sus números de 2020.
«¿Qué explica entonces la disminución de la participación electoral desde 155 millones en 2020 hasta 140 millones en 2024?», se pregunta Sami Al-Ariana, y se responde afirmando que la política exterior y de seguridad nacional fueron determinantes para que un número significativo del electorado boicoteara o votara por terceros partidos.
En ese sentido, analiza los puntos en los que pudieron estar de acuerdo los candidatos, pero también los que influyeron en el cambio de patrón de los electores en los estados claves.
PROTESTA CONTRA EL GENOCIDIO
Al-Arian afirma que el único tema de campaña en el que hubo un acuerdo notable ha sido el apoyo incondicional de Estados Unidos a Israel en su actual etapa desbocadamente genocida.
Recoge de varias encuestas que en este momento los demócratas simpatizan más con los palestinos que con los israelíes, razón por la cual han surgido en todo el país movimientos para «abandonar a Harris» toda vez que se exhorta a votar por candidatos de terceros partidos como Jill Stein o por la abstención.
En octubre, algunos medios proyectaban que el genocidio en Gaza podía desgastar el tradicional voto demócrata de los jóvenes. «Kamala Harris ha dejado muy claro que no valora mi voto», decía Maryam Iqbal, agregando: «Tenemos la obligación de no votar para no recompensar al Partido Demócrata por su financiación de este genocidio».
Iqbal es una joven de 19 años nacida en Luisiana, quien iba a votar por primera vez. Fue una de los miles de estudiantes detenidos en la ola de protestas propalestinas que se extendió por las universidades del país en abril de 2024. En la víspera de las elecciones presidenciales no se sabía cuántos ciudadanos jóvenes optarían por no participar o hacerlo por un tercer partido.
En 2020 Biden arrasó en seis de los siete estados claves de la contienda, recibió un total de 12,73 millones de votos frente a los 12,38 millones de Trump, lo que suma una participación electoral combinada de 25,11 millones.
HARRIS PERDIÓ EL APOYO DE LAS COMUNIDADES ÁRABE-ESTADOUNIDENSES
En la nota de Al-Arian se detalla que este año Trump recibió 12,55 millones de votos para arrasar en los mismos estados pendulares, mientras que 12 millones votaron por Harris, una caída de más de 730 mil votos respecto a Biden.
Asimismo, precisa que un fenómeno similar se vivió en el corazón de las comunidades árabe-americanas de Dearborn, Dearborn Heights y Hamtramck, en el estado de Michigan, donde nació el movimiento Uncommitted, una ONG que se centra en el apoyo al pueblo palestino, y donde vive la mayor población árabe de Estados Unidos.
«Con los ojos del mundo puestos en Gaza, el presidente debe escucharnos a nosotros, los más de medio millón de votantes que estamos en contra de la guerra y que le estamos exigiendo que cambie de rumbo en Gaza para poner fin al sufrimiento y la muerte. Es terrible que Biden tenga el poder de salvar tantas vidas y, sin embargo, opte por no intervenir. El Partido Demócrata debe atender nuestro llamado y unirse antes de las elecciones de noviembre para luchar contra el racismo», dice Uncommitted en su web.
Dearborn es una ciudad industrial apodada como la capital árabe de Estados Unidos, ya que 54,5% de su población tiene este origen. En las elecciones presidenciales de 2020 se inclinó por Biden, lo que hizo que se impusiera en Michigan, uno de los estados bisagra. Sin embargo, desde el comienzo de la guerra muchos habitantes se declararon contra los demócratas.
En esta comunidad la participación también fue mucho menor que en 2020. Biden recibió 88% en el distrito del sur de Dearborn, mientras que Trump obtuvo 10,9%. En Hamtramck, Biden recibió 85% frente a 13% de Trump.
Para la comunidad árabe en Estados Unidos, así como para la población en general que rechaza el genocidio, resultó indignante que la administración Biden aprobara el envío de armamento a Tel Aviv para continuar con la matanza de palestinos.
Por todo esto, se puede asumir que el apoyo a los demócratas disminuyó por la decisión consciente de millones de personas de boicotear el proceso, por lo que una de las razones, cuando no la principal, de la victoria de Trump en 2024 no se trató de un aumento repentino de su popularidad.
MISION VERDAD