¿Cuál soberanía nacional dominicana?
Por: Ramón Antonio Veras.
1.- En nuestro país se presentan situaciones en las que hay que estar despabilado, vivo y muy despierto para no pasar como apagado y torpe.
2.- Aquel que aquí no se mueve con habilidad y rapidez, fácilmente lo toman como un lerdo, tarado para comprender lo que ocurre a su alrededor.
3.- No obrar con agilidad, comportarse calmoso de mente convierte a la persona en un desatinado, en un despropósito, en alguien adecuado para pasar como un absurdo.
4.- La agudeza de ingenio en el quehacer político ha convertido al medio dominicano en un lugar propicio para que la persona desarrolle sus actividades apegadas al disimulo, a la astucia.
5.- En la República Dominicana, el truchimán, el astuto y poco escrupuloso, sabe jugar con el concepto de soberanía nacional y lo maneja conforme sea de su conveniencia ideológica.
6.- Aquí vino Marco Rubio, y tomó el territorio nacional como base para hacer pronunciamientos contra países hermanos e hizo la función de alguacil incautando un avión propiedad de Venezuela.
7.- Con el proceder de Marco Rubio, la soberanía nacional se fue al carajo en la mente de los patrioteros que, ante el bochornoso hecho, no dijeron ni pío, guardaron un silencio sepulcral.
8.- Pero ocurre que los mismos actores de la demagogia del patriotismo se convierten en celosos defensores de la soberanía ante la presencia aquí de un inmigrante haitiano negro y pobre.
9.- Al parecer, nuestro país cuenta con una soberanía nacional que puede ser burlada por cualquier representante de los Estados Unidos de Norteamérica, y otra que es defendida ante un haitiano de los que vienen a vender su fuerza de trabajo a cambio de un salario.
10.- En la mente de nuestros niños se les va a crear tremenda confusión al no saber a qué atenerse cuando se les hable de soberanía nacional que puede ser pisoteada por el imperio o reverenciada ante los haitianos.
11.- A la niñez dominicana hay que formarla con la idea de que soberanía es poder, autoridad y autonomía en los asuntos internos y en las relaciones exteriores de nuestro país, incompatible con la intervención de fuerzas ajenas, contrarias a los intereses del pueblo y el progreso social.
12.- La soberanía nacional dominicana ha sido menguada, empequeñecida, disminuida por la política imperial de los intereses monopolistas norteamericanos.
13.- No tienen nada de coherencia en sus sentimientos patrióticos aquellos dominicanos que de sus gargantas salen palabras hirientes para fastidiar a los inmigrantes haitianos negros y pobres, pero ponen por delante la soberanía nacional para santificar a quienes la han mancillado.
14.- El verdadero patriotismo está en el amor a la patria, la fidelidad al pueblo trabajador, a sus mejores tradiciones democráticas y la defensa de su patrimonio material y cultural.
15.- A las dominicanas y a los dominicanos nobles hay que advertirles que no deben dejarse confundir por aquellos que aquí esconden su racismo y odio a los haitianos negros y pobres levantando, falsamente, la defensa de nuestra soberanía.
16.- La soberanía nacional dominicana es una y debe ser preservada; salir en su defensa, estar siempre de su lado y dar la cara por ella, nunca desampararla ni utilizarla con fines perversos.