De Bosch a Petro
Por Rafael Grullón.
Todo lo que se separó de embrión, de la Tierra, y comenzó a caminar terminó condenado a dos cosas: Buscar o producir sus alimentos y aparearse para poder reproducirse. Las plantas no se separaron de embrión, en cual le suministra los nutrientes, además de que los árboles se reproducen sin apareamiento.
De ahí que el hombre primitivo, depredador, comenzó a caminar unos 20 kilómetros hacia adelante para conseguir los nutrientes hasta que creó las herramientas que le permitieron dejar de ser nómada, surgiendo las comunidades primitivas, que los marxistas las imaginaron como el primer Socialismo de la Humanidad, una sociedad sin clases.
Pero cuando el hombre comenzó a producir excedentes surgió el intercambio, el mercado, que provocó el surgimiento de la escritura, concebida para llevar los apuntes de la producción. Cuando se nombró un administrador de los excedentes, parió el Estado. Al administrador hacer conciencia de sus privilegios, se preguntó ¿Si esto es tan beneficioso, por qué nuestros hijos no pueden disfrutar de esto? Así surge el Poder Hereditario, que engendró la monarquía, cuya reminiscencia más acabada está simbolizada en nuestros tiempos en Isabel II, que lleva 70 años en el trono.
Según el listado de los sistemas de producción y sus respectivos Estados de los marxistas, además de la comunidad primitiva, está la sociedad esclavista, el Feudalismo y el Capitalismo. En su discurso tras ganar las elecciones, Gustavo Petro dijo que iba a eliminar el feudalismo, lo que nos recordó a Juan Bosch, quien sostuvo la tesis de que en América no se conoció el Feudalismo.
Gustavo Petro, para despojarse del fantasma socialista que hacen notar en él sus adversarios, dijo también que iba a desarrollar el capitalismo, aunque no le guste el «sistema».