EEUU dice que el gobierno de Bukele pactó con la MS-13 antes de su política de ‘mano dura’

Isaías Alvarado.
Una acusación del Departamento de Justicia recién desvelada afirma que el gabinete de seguridad de Nayib Bukele se reunió en secreto con jefes de la Mara Salvatrucha. A cambio de beneficios en las prisiones, la pandilla prometió reducir los asesinatos, pero lo único que hizo fue desaparecer los cadáveres de sus víctimas, según EEUU.

Las imágenes de los primeros 2,000 pandilleros que este viernes llegaron a la megaprisión que ordenó construir el presidente salvadoreño Nayib Bukele, le dieron la vuelta al mundo.

Estos peligrosos reos, miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) y la Barrio 18, fueron transportados a la nueva cárcel, localizada al sureste de San Salvador y con capacidad para 40,000 presos.

Esta será su nueva casa, donde vivirán por décadas, mezclados, sin poder hacerle más daño a la población», dice un tuit de Bukele, que incluyó un video que acompañó a los pandilleros, algunos esposados de pies y manos, hasta su ingreso a las lúgubres celdas.

Los traslados son parte de la estrategia de ‘mano dura’ que el mandatario implementa desde hace un año para reducir la violencia que generan esos grupos delictivos. Su iniciativa incluye un estado de excepción que limita ciertas garantías de los detenidos, arrestos masivos, estrictas condiciones carcelarias y hasta destruir las tumbas que tengan las siglas de la MS-13.

Pero una acusación que el Departamento de Justicia (DOJ) desveló esta semana señala que, en 2019, en el inicio de la administración de Bukele, su gabinete de seguridad pactó con jefes de la MS-13 para darles un trato preferencial en las cárceles a cambio de reducir los asesinatos en las calles de El Salvador. Eso confirma una investigación de El Faro, de la cual se mofó el presidente.

Hasta la publicación de esta nota, la Presidencia de El Salvador no respondió a una serie de preguntas enviadas por Univision Noticias desglosando cada uno de los señalamientos hechos por la Fiscalía federal. Este medio le envió una copia del documento judicial.

Reuniones secretas con la Mara

En un expediente de 42 páginas, que acusa de terrorismo y otros cargos a 13 jefes de la Mara en el Distrito Este de Nueva York, se afirma que, tras las elecciones presidenciales de febrero de 2019, en las cuales Bukele resultó ganador, funcionarios del nuevo gobierno se reunieron en secreto varias veces en las prisiones de Zacatecoluca e Izalco con tres jefes de la MS-13: Borromeo Enrique Henríquez, alias ‘Diablito de Hollywood’; Elmer Canales Rivera, apodado ‘Crook de Hollywood’; y Carlos Tiberio Ramírez Valladares, mejor conocido como ‘Snayder de Pasadena’.

Los encuentros fueron organizados por oficiales del gabinete de seguridad, incluyendo el director de Centros Penales y el director de Reconstrucción del Tejido Social, señala el DOJ.

“Los representantes del gobierno que en secreto acudieron a esas reuniones a menudo usaban máscaras y no se identificaron cuando entraron a las prisiones, en violación a las normas de las cárceles. Líderes de la MS-13 fuera de las cárceles también participaron en esas reuniones en las prisiones”, cita el expediente.
Para cubrir sus tatuajes, los pandilleros usaron camisas de manga larga y máscaras. Además, mostraron credenciales oficiales que falsamente indicaban que eran policías y oficiales de inteligencia. Al ingresar a los penales los escoltaban hasta el sitio donde se realizaron las conversaciones, agrega el DOJ.

Por si fuera poco, Henríquez y otros cabecillas de la banda fueron llevados a hospitales civiles para recibir falsos tratamientos médicos, “lo cual permitió a esos líderes comunicarse con miembros de la ‘Ranfla de las Calles’”, como se le conoce al liderazgo de la MS-13 fuera de las prisiones.

Gracias a esas negociaciones ellos recibieron “beneficios financieros, control de territorio, condiciones carcelarias menos restrictivas”, reducir sus condenas y evitar su extradición a Estados Unidos.

A cambio, la Mara prometió recudir el número de homicidios en El Salvador, algo que beneficiaría la imagen de Bukele, pero lo único que hicieron fue desaparecer los cadáveres de sus víctimas, según la acusación del Distrito Este de Nueva York.

“Los líderes de la MS-13 también acordaron usar la influencia política de la pandilla para pedirle a sus miembros, familiares, amigos y a los residentes de vecindarios bajo el control de la MS-13, que apoyaran a los candidatos del partido Nueva Ideas (que fue fundado por Bukele) en la elección de 2021 para la Asamblea Legislativa de El Salvador”, agrega el documento judicial.

Cuando los políticos de Nuevas Ideas ganaron la gran mayoría de las curules de ese órgano legislativo, echaron al fiscal general y a los cinco miembros de la Suprema Corte.

Estados Unidos cree que estos acuerdos y reajustes políticos beneficiaron a la MS-13. Cita como ejemplo la detención de Canales Rivera en El Salvador el 5 de junio de 2021, por una ficha roja de Interpol. Tres semanas después, Estados Unidos solicitó su extradición. Pero el gobierno salvadoreño lo liberó.

Canales Rivera y Henríquez son mencionados en una acusación contra 14 cabecillas de la MS-13 emitida el 14 de enero de 2021 en una corte federal de Brooklyn. Mientras que Ramírez Valladares, quien se cree sigue bajo custodia en El Salvador, enfrenta cargos en el caso que fue desvelado esta semana.

Es “información falsa”, dijo Bukele en 2020

Las revelaciones hechas por el Departamento de Justicia coinciden con una investigación de El Faro que fue publicada en el verano de 2020. Ese medio aseguró que cientos de informes de gobierno confirmaban que funcionarios habían entrado a las cárceles para sostener encuentros con los cabecillas de la MS-13 y luego les concedieron varios “beneficios”.

Según este reportaje, el pacto echó abajo la medida de poner a pandilleros rivales en la misma celda, logró que quitaran a custodios que no les favorecían y les permitieron vender comida dentro de los penales. También les habrían prometido “reblandecer el régimen de máxima seguridad, derogar leyes y dar a los pandilleros ‘beneficios’”, si es que el partido político Nuevas Ideas lograba la mayoría legislativa en las elecciones de febrero de 2021.

Los jefes de la Mara prometieron cerrar “las válvulas” o pedir a los miembros de sus clicas que dejaran de cometer asesinatos y apoyar a los candidatos del partido Nuevas Idea, afirmó El Faro.

Tras la publicación de esta investigación, Bukele respondió en su cuenta de Twitter que era una de las notas “más ridículas que he visto” y subrayó que se trata de “información falsa”.

“Pueden decir que alguien está gordo o que está flaco… Lo que no se puede es decirle que está gordo y flaco a la vez, porque sería estúpido. Nos acusan de violar derechos humanos de los terroristas. ¿Ahora dicen que les damos privilegios? Muéstrenme un privilegio. Uno solo», tuiteó el presidente, incluyendo fotos en las cuales se observaba a pandilleros afuera de sus celdas tras decretarse un estado de emergencia en las cárceles por un repunte de asesinatos en abril de 2020.

En una serie de tuits, el mandatario se defendió de todos los señalamientos de El Faro en tono irónico. “Jajaja de verdad pensé que saldrían con algo por lo menos lógico. Una de las notas de los (figuras de violines) más ridículas que he visto. ¿Acaso no son ellos mismos los que han pasado DENUNCIÁNDONOS por el trato que le damos a los terroristas? ‘Alguien’ les está pasando información falsa”, señaló.
Días más tarde, un reportaje de InSight Crimele dio otro revés a Bukele, asegurando que el plan que transformó por completo en 2016 al Centro Histórico de San Salvador y que terminó siendo uno de los principales proyectos de su alcaldía, se logró gracias a un pacto con la MS-13 y la Barrio 18.

La MS-13 ordenó actos violentos en EEUU

En el segmento del expediente dedicado a la influencia política que la MS-13 ha ganado en El Salvador, el Departamento de Justicia describe la tregua que se alcanzó en 2012 y que le dio un mejor trato en los penales. Pero cuando esta terminó en 2015 hubo una ola de asesinatos en todo el país.

La Mara compró armamento y elaboró una lista con nombres y domicilios de policías, soldados y funcionarios que pretendía matar. Incluso ordenó que se creara una unidad especial que recibió entrenamiento paramilitar para ser implacable en sus ataques a agentes del orden.

De una colecta de más de $600,000, a la cual aportaron pandilleros de California y Nueva York, pudieron hacerse de ametralladoras, pistolas, chalecos antibalas, granadas y hasta lanzacohetes.

En esa época, la pandilla también pidió a sus miembros que realizaran más actos violentos en las calles de Estados Unidos, incluyendo asesinatos, en venganza por una supuesta intervención del gobierno estadounidense para ponerle fin al acuerdo de paz.

De hecho, el órgano de gobierno de la MS-13, conocido como ‘Ranfla Nacional’, le pidió a Juan Antonio Martínez Ábrego, alias ‘Mary Jane de Hollywood’, que “fuera a Estados Unidos para organizar las operaciones de mejor manera, como parte de ese esfuerzo”, señala el documento.

El expediente advierte que hasta un agente de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) que trabajó en El Salvador estuvo en la mirilla de la Mara Salvatrucha.

En ambos casos, no está claro si la pandilla logró su cometido. El DOJ no ha proporcionado más detalles sobre la amenaza a un elemento del FBI y tampoco especifica si en 2015 se registraron más homicidios en los vecindarios estadounidenses donde la Mara tiene presencia.

Desde marzo de 2022, por 62 homicidios registrados en un solo día, un nivel que no se había visto en El Salvador en mucho tiempo, Bukele implementó una política de mano dura contra las pandillas. Esta medida limita la libertad de asociación y suspende el derecho de los detenidos a ser debidamente informados de sus garantías y de los motivos del arresto. Les niega, además, el beneficio de tener la asistencia de un abogado. A mediados de febrero pasado, el Congreso aprobó extender la medida.
Las autoridades responsabilizan a las pandillas de la mayoría de los crímenes registrados en los últimos años y afirman que la iniciativa de Bukele redujo significativamente los niveles de violencia. “¡Hemos llegado a 300 días sin homicidios!”, tuiteó el presidente el 14 de febrero. “Para ponerlo en contexto, el gobierno anterior no tuvo un solo día sin homicidios y el anterior a ese solo tuvo uno… Pero gracias a Dios, ahora vivimos en un país diferente”.

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