Efectos sociales , polīticos y culturales de la globalización neoliberal en RD
Por Juan Carlos Espinal. Tras la ardua re estructuración democrática de los años setenta y ochenta, la República Dominicana de la década de los noventa se incorporó a la nueva economía global, y los sectores dinámicos de la empresa local se encontraron inmersos en la competencia neo liberal, en la privatización, el burocratismo , expulsión acelerada de mano de obra y atrayendo capital golondrina.
El precio de este tipo de privatización ha sido muy elevado para la sociedad dominicana. Una proporción considerable de la población ha quedado excluida de esos sectores que los medios de la alta burguesía llama dinámicos, como los micro y medianos productores .
En algunos casos, pueblos como San Cristóbal y regiones municipales como Haina industrial se desconectaron mediante la economía informal y el crimen organizado internacional, orientada su economía hacia el exterior. Por ello, el futuro de Republica Dominicana y su forma real de incorporación a la economía informal globalizada depende del peso relativo de los dos modelos de desarrollo opuestos.
Por un lado, el que aproxima al Estado capitalista trujillista o desarrollista que se extendió hasta el desarrollismo de Balaguer, basado en una explotación absoluta de la mano de obra local, de la haitiana y de la población.
De la devastación del medio ambiente para a seguidas respaldar la competitividad despiadada de los mercados externos u otros diferentes.
Ese modelo económico es al que se le habilita ser moderno respecto de 1930- 1978 según los medios de comunicación de la burguesía, que vincula la competitividad externa con desigualdad, atendiendo a la intensificación del desempleo, a la distribución de la pobreza con propaganda subliminal de crecimiento económico de concentración, espejismos sobre la modernización tecnológica y administrativa, con mas exclusión social y, por otro lado, en verdad, un montón de demagogia.
En el mejor de los casos de apuestas utópicas. En efecto, ambos modelos desarrollistas reflejan la realidad de las infelices experiencias del desarrollismo capitalista en América Latina y el Caribe. Los procesos de reestructuración económica, en marcha desde los años noventa, decidirán el destino de la democracia representativa 2004-2012 y de los partidos políticos electoralistas de la élite populista en pleno siglo 21 . Lo primero es que la integración de las zonas fronterizas a la economía capitalista de la metrópolis no se va a dar.
Y lo segundo es que el TLC con EU implicara dolorosas consecuencias socio económicas para los productores nacionales y otras economías locales. Este acuerdo de libre comercio con los EU es una forma de adhesión económica de nuestros mercados impidiendo la movilidad social de nuestros campesinos, desplazando mano de obra de las zonas rurales a las urbes metropolitanas de Santiago, la capital y la Romana, crea despilfarro , cerrando nuevos mercados locales dado el monopolio de los productos, no incentiva la producción y estimula la desintegración social y política regional.
Además, será difícil para los gobiernos nacionales favorecer a las clases medias , como crear riquezas para los trabajadores , como eliminar la dependencia de la capacidad de sus salarios respecto de la volatilidad del dolar y como reducir el poder de concentracion del estado para poder redistribuir sus riquezas entre la población. Este proceso dinámico de producción y generación de pobreza emprendido desde arriba ha tenido como consecuencia una de las sociedades más desiguales del Hemisferio Occidental.
República Dominicana es una economía debilitada por el desempleo , socavada por el analfabetismo científico y tecnológico, desmovilizado por la cultura análoga , acosada por las brechas tecnológicas y científicas , sofocada por la falta de una educación vocacional tecnológica rural, de una buena parte de la población. Con una aristocracia obrera, una oligarquía capitalista neo liberal y una élite populista bloqueando las reformas , las élites empresariales, atrincheradas en las exenciones tributarias y la expulsión de capital, reclamando más subsidios estatales, reduciendo los derechos de los trabajadores, exportando la cultura del fraude a la sociedad, creando varias contabilidades en la sociedad económica, inflando las perdidas y ocultando los beneficios , mediante la evasión, en esa lógica de pensamiento, las posibilidades de éxito de este sistema político y económico son inciertas. Sin embargo, República Dominicana, la otra República Dominicana invisible para el crecimiento económico del Banco Central, ha seguido adelante por sí misma.
Con la unidad multi dimensional de su estructura productiva informal, que es otra economía paralela, que merece otro análisis no convencional, cierta mejora en la distribución de la renta per cápita y un programa a gran escala de inversión publica en salud y educación y obras públicas, el reto de superar los 3 millones de turistas, Republica Dominicana podría convertirse en un componente importante de la economía local y llevar a la incorporación social a cerca de 1 millón de Ni Nis, llevándolos al desarrollo humano. Creemos que los antiguos modelos del desarrollismo trujillista de entre 1930 y 1961, de los vestigios del pot truilismo Balaguerista de entre 1966 y 1978, y el actual modelo neo liberal tienen sus días contados. Es irrelevante, carente de interés para la nueva mayoría de ciudadanos inter dependientes, en construcción de ciudadanía.