El eurocéntrico anacronismo colonial de “Israel”: ¿Qué dirán el pasado y el futuro de nuestro macabro presente?
Susana Khalil
Desde el pasado
Luto por aquellos seres que lucharon contra las tinieblas de la barbarie en el pasado, les grito perdón. Ustedes deben estar mucho más tristes ahora al ver que nosotros, el presente, no hemos avanzado en la justicia humana. Somos peores.
Fiesta de los innobles seres de aquellas tinieblas malditas del tiempo pasado, aquellos innobles seres que lidiaron a favor de la barbarie en su momento pasado, les grito, desde los nobles primates, yo resisto hasta el fin del pedazo de tiempo, que el tiempo me otorga para resistir contra la barbarie.
Ustedes deben estar más felices que nunca al ver que nosotros, el presente, logra ser más sofisticado en la barbarie. El bestialismo y la crueldad del pasado deben estar orgullosos del presente.
Habla el pasado
Desde el pasado ellos se hablan hoy entre sí y se dicen: creíamos y esperábamos ser el más inhumano tiempo, cuánto dolor saber que no es así y ver que no se ha evolucionado, no han trascendido en el presente, ¿tan mal lo hicimos cómo pasado?
Habla el futuro
Pueblo Palestino, pueblo maldito, te faltó valentía, por eso no te liberaste del colonizador.
Pueblo Palestino, pueblo maldito, tu cobardía es la miseria, desdicha y la amargura humana del futuro.
Pueblo Palestino, pueblo maldito, si te hubieses liberado como lo hicieron muchos pueblos nativos contra su colonizador, hoy la humanidad no estuviera en las catacumbas.
Pueblo Palestino, pueblo maldito, aún no he nacido y ya te maldigo porque fue tu culpa no habernos legado una humanidad más cálida al no derrotar al horror del sionismo.
Hablo desde mi presente
En el marco del genocidio en curso en Gaza-Palestina.
Un llamado a la reflexión, un llamado a revisarnos, un llamado a reestudiar, un llamado a liberarnos del miedo, un llamado a descolonizarnos, es decir, decir fin del régimen colonial de “Israel”. El colonialismo no tiene derecho a existir.
Que europeos conversos a la religión judía se disfracen de “Pueblo Judío” es un monumento a la incongruencia, a la insensatez. Es una burla y humillación a toda corteza humana. Somos el tiempo del ridículo, donde ese absurdo no queda solo allí, sino, es un absurdo que tiene un trasfondo que es la criminal exterminación del pueblo nativo semita Palestino y posteriormente ir por otros más.
Decir que se trata del retorno de los judíos a la tierra ancestral después de dos mil años, amén de la tierra que Dios les prometió a los profesantes de la religión judía, es la pura falsificación de la historia, un adefesio, un sofisma, toda una epifanía. Salgamos de esa psicodelia, de todo ese deleite pseudocientífico. Todo esto es un colonialismo eurocéntrico.
No es suficiente condenar y gritar contra las atrocidades del colonialismo eurocéntrico del mal llamado “Israel”, es la noble y revolucionaria oportunidad, es el momento histórico de decir: fin del régimen eurocéntrico de “Israel”.
Que nos acusen de antisemitas es perverso. El fin de las cruzadas eurocéntricas en Palestina no fue el fin del cristianismo, todo lo contrario. El fin de la eurocéntrica colonización israelí en Palestina, no es el fin del judaísmo, todo lo contrario.
Despertemos ya que la caída del régimen eurocéntrico colonial de “Israel” es un golpe contundente contra el movimiento fascista más poderoso de nuestro tiempo presente. Igualmente sería el declive de los Estados Unidos, como atrofia imperial y de toda esa Europa esclavista-expoliadora, racista y supremacista.
Hablar a estas alturas del conflicto en términos de dos Estados son modalidades coloniales, una trampa con fachada de paz. Dos Estados es la cortina de humano para el exterminio del pueblo nativo palestino. Es incluso necesario para el expansionismo colonial hacia otros pueblos árabes. No seamos irresponsables. No seamos unos cobardes elegantes.
… Existe mucha artificialidad analítica, mucha demagogia analítica… existe más interés estético que analítico.
Existe mucha pantomima, acróbatas, arlequines, para no hablar de la raíz del conflicto. Prevalece la distracción, no es tiempo de hablar si ese colonialismo es una democracia: que si las diferencias entre los Chiitas y los Sunitas, que si el velo de la mujer musulmana, etc. Un llamado, es tiempo de hablar de cómo abolir el colonialismo eurocéntrico colonial mal llamado “Israel”. Eso es todo. No nos dejemos distraer.
La solución es la justicia. La justicia es la liberación del pueblo nativo semita palestino del río al mar. La población que porta el gentilicio colonial israelí, una vez liberada Palestina, pasarían a portar el gentilicio nativo palestino, aquí no se trata de expulsar a nadie.
Cuál ha sido el digno papel histórico de los pueblos nativos frente al colonizador, ha sido el de combatirlo, abolirlo, liberarse.
La liberación de cualquier pueblo nativo contra su colonizador es una contribución, un aporte y una victoria de la universalidad humana.
Una vez liberada toda Palestina, del río al mar, y después si algún judío desea vivir en Palestina por múltiples razones, ejemplo: por un sentimiento de pertenencia religiosa, que sea bienvenido, que solicite su pasaporte palestino, como lo era antes.
Un llamado, liberémonos de la agenda de esa sombra siniestra eurocéntrica de dos Estados, el colonialismo israelí no quiere ni dos Estados, ni un solo Estado, quiere el fin del pueblo nativo Palestino. Quiere el gran “Israel”, es decir, del Nilo al Éufrates, entiéndase, expandirse a otros territorios del mundo arabo-persa. Sí y ustedes desde la entelequia van a decir: eso es imposible. Eso mismo decían en 1947 cuando veían imposible la imposición de un colonialismo en Palestina.
Vamos al grano, seamos concretos, puntualicemos. Dejen el devaneo, talentosos malabaristas del santuario académico intelectual, activistas, artistas, periodistas, políticos, juristas, diplomáticos, feministas, religiosos y más.
Tenemos una cita con la historia y una deuda con la humanidad: Fin del sionismo.
Seamos condescendientes con los tiempos del tiempo, con la vida, allí donde habita el tiempo.