«El futuro del comercio internacional»: Ecuador y Colombia miran hacia el megapuerto de Chancay

Por Sergio Pintado

Los últimos acercamientos de Colombia y Ecuador hacia China pueden encontrar en el megapuerto peruano de Chancay la vía ideal para fomentar el comercio marítimo con el gigante asiático. Expertos consultados por Sputnik señalaron la importancia que podría tener unir los puertos de Buenaventura y Guayaquil con la terminal peruana.
Cumplido su primer mes de funcionamiento oficial —había comenzado a operar en noviembre de 2024, pero en modo de prueba— el megapuerto de Chancay no es visto únicamente como un trampolín para fortalecer el comercio entre China y Perú, sino que también puede ser la herramienta clave para que Ecuador y Colombia cumplan su objetivo de fomentar el comercio con el gigante asiático.
En efecto, tanto los presidentes de Ecuador, Daniel Noboa, como de Colombia, Gustavo Petro, manifestaron recientemente su intención de profundizar la participación de sus países en la Iniciativa de la Franja y la Ruta, con la que China coordina inversiones en infraestructura e intercambio comercial con socios alrededor del mundo.
En ese camino aparece con fuerza el megapuerto de Chancay, diseñado para concentrar el grueso de las exportaciones de toda la región hacia China y viceversa. En febrero de 2025, por ejemplo, la empresa naviera china Cosco Shipping —encargada de operar el puerto peruano— presentó su proyecto para unir al puerto colombiano de Buenaventura y al ecuatoriano de Guayaquilen una ruta marítima que culmine en Chancay.
«Va a funcionar como el sistema de aeropuertos. Chancay va a ser un hub regional y se va a alimentar con barcos más pequeños que lleguen desde otros puertos. Básicamente la carga de Colombia y de Ecuador se va a acumular en Perú para salir desde allí hacia China en barcos más grandes», explicó a Sputnik el experto ecuatoriano en negocios José Orellana.
Orellana indicó que este sistema permitiría reducir «entre 10 y 15 días» el tiempo de viaje entre Sudamérica y China, lo que debería redundar en una disminución de los costos de flete. También recordó que, de todos modos, el sistema demandará una serie de operaciones de trasbordo de las mercaderías antes de ser cargada hacia el puerto chino de Shanghái.
También consultado por Sputnik, el economista colombiano Diego Cortez remarcó que la reducción en el tiempo de transporte hacia China permitirá el envío de bienes «cada vez más rápido» y aseguró que será particularmente beneficioso «para productos perecederos», algo que caracteriza a gran parte de los envíos sudamericanos al gigante asiático.
Cortez recordó, en ese sentido, que actualmente Colombia envía a China productos como café, flores, carne, aguacate o cacao. Orellana, por su parte, apuntó que las mayores exportaciones ecuatorianas que podrán salir a China a través de Chancay son camarones y plátanos.

La importancia del Pacífico sudamericano

Si bien señaló que actualmente no parece haber grandes diferencias entre los países sudamericanos en relación con su comercio con China, Cortez subrayó la importancia de que exista «coordinación entre los gobiernos de la región para potenciar el puerto de Chancay«.
Al respecto, hizo hincapié en la importancia de acompañar estas nuevas rutas comerciales con «mayores facilidades logísticas», tanto en lo que refiere a carreteras como costos y tiempos del pasaje entre fronteras. De lo contrario, alertó, los países de la región podrían quedarse sin poder «aprovechar la capacidad instalada que ya tiene el puerto de Chancay».

«El Pacífico se ha vuelto fundamental para este comercio con China y otros países de Asia», enfatizó Cortez en relación a la importancia regional de Chancay. «Tenemos que mirar hacia allá porque el futuro del comercio internacional está en Asia y en particular en China», añadió.

Cortez lamentó, de hecho, que los gobiernos colombianos que precedieron al de Petro evitaron estrechar relaciones con China, lo que podría haber adelantado este proceso o incluso permitir que la inversión hecha en Chancay pudiera asentarse, quizás, en un puerto nacional. «Colombia no puede estar más aislada en ese cambio de tendencia que se dio a nivel mundial«, apuntó.
Orellana, por su parte, valoró especialmente el pragmatismo del presidente ecuatoriano Noboa para fortalecer el vínculo comercial y económico con China, incluso a pesar de que el mandatario se había mostrado tradicionalmente más cercano a EEUU. «China es la segunda economía del mundo y es un país con gran cantidad de capitales, es sensato tener un balance en las posiciones«, comentó.
En la misma línea, consideró que China ha demostrado ser un socio comercial muy valioso para países del sur global, al tener «una propuesta de valor más interesante para países menos desarrollados».
SPUTNIK

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