El imperialismo siembra muerte para cosechar dominación
Por Lilliam Oviedo
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estrecha la mano de Benjamín Netanyahu y habla de paz. El aparente coqueteo con la alegría y con la vida es desmentido por el consumado matrimonio con la muerte… De genocidas se habla, hay que anotarlo, pues se cuentan por decenas de miles las víctimas palestinas.
Y hablan de paz y alegría. “Bajo su liderazgo y con nuestra colaboración”, dice Netanyahu que se logrará la victoria de Israel, “que es la victoria de Estados Unidos”. Pero la sangre es mucha. No se puede ocultar bajo ningún tapiz.
Racismo, apartheid, saqueo, despojo… ¿Cuáles palabras caben en una crónica sobre el encuentro entre dos exponentes de un proyecto contra Palestina y contra todos los pueblos?
La indignante propuesta de Trump, es claramente fascista: echar de Gaza a los palestinos y dejar el territorio en manos de Estados Unidos. ¿Con qué calificativo puede nombrarse?
¿Cómo no evocar a un enamorado de la paz, a un palestino que conoció el llanto y convirtió en poesía su grito?
En los dos primeros versos del poema Cadáveres anónimos, Mahmud Darwish, el poeta nacional de Palestina, enuncia: «Ningún olvido los reúne, /Ningún recuerdo los separa».
Y describe entonces a las víctimas:
«Olvidados en la hierba invernal/Sobre la vía pública, /Entre dos largos relatos / de bravura y sufrimiento. /»¡Yo soy la víctima!». /»¡No, yo soy la única víctima!». Ellos no replicaron:/»Una víctima no mata a otra. /Y en esta historia hay un asesino/Y una víctima». Eran niños, /Recogían la nieve de los cipreses de Cristo/Y jugaban con los ángeles porque tenían/La misma edad… huían de la escuela/Para escapar de las matemáticas/Y la antigua poesía heroica. En las barreras, /Jugaban con los soldados/Al juego inocente de la muerte».
Y pone la magia en el pensamiento de las víctimas, a quienes luego coloca en un mundo también mágico: «No les decían: dejad los fusiles/Y abrid las rutas para que la mariposa encuentre/A su madre cerca de la mañana, /Para que volemos con la mariposa/Fuera de los sueños, porque los sueños son estrechos/Para nuestras puertas. Eran niños, /Jugaban e inventaban un cuento para la rosa roja/ Bajo la nieve, detrás de dos largos relatos/De bravura y sufrimiento. / Luego escapaban con los ángeles pequeños/Hacia un cielo límpido».
¿Cómo no evocar al poeta cuando los genocidas intentan matar también los sueños por temor a que la bravura los convierta en realidad?
DESDE ESTA AMÉRICA
Mientras Trump recibía al genocida (la podredumbre los cría y la voracidad los junta) en la Casa Blanca, el canciller Marco Rubio paseaba por Centroamérica para reiterar que el Canal de Panamá, las selvas, las montañas, el agua y el subsuelo de esta zona deben satisfacer el apetito de un poder que busca conservar su hegemonía.
Donald Trump y Marco Rubio son encargados por el poder hegemónico de presentar a Estados Unidos como la capital del continente con América Latina como traspatio y Canadá como antesala. ¡Es el colmo del retorcimiento!
Panamá, El Salvador, Costa Rica y Guatemala, fueron los primeros destinos para hacer amarres, anunciar misiones civiles (el espionaje no figura en el discurso) de brigadas militares y plantear las líneas generales de la modificación de las políticas de dominación.
La gira concluyó en República Dominicana, donde Luis Abinader, pésimo orador e integrante del coro del servilismo, dijo que, en el caso de Haití es imprescindible e insustituible el liderazgo de Estados Unidos. Dijo también que la existencia de tierras raras abre oportunidades importantes de inversión. No aclaró que se trata de las tierras raras que ya controla el Comando Sur.
La continuidad del saqueo no está en discusión, aunque para el diseño de las políticas se adopten los cambios que imponen los tiempos. La sumisión de los gobernantes entreguistas es también muy vieja y es sabido que no les causa vergüenza.
Ese chileno universal llamado Pablo Neruda canta a la patria grande, a América insurrecta:
“Patria, naciste de los leñadores, /de hijos sin bautizar, de carpinteros, /de los que dieron como un ave extraña/una gota de sangre voladora, / y hoy nacerás de nuevo duramente/ desde donde el traidor y el carcelero/te creen para siempre sumergida”.
¿Qué hace el poeta si no buscar belleza en la dignidad para expresar en bellas palabras la respuesta que está naciendo de las entrañas del pueblo? Así se responde al enemigo que viene a presentar como necesaria la dominación.
El poder mediático informa lo menos posible y, por supuesto, no destaca, el rechazo a la visita de Marco Rubio. Carteles con bien merecidos adjetivos como gusano, delincuente, fascista, saqueador, fueron exhibidos en las calles de Centroamérica, a pesar de la represión.
Expresa esta protesta el rechazo a las criminales sanciones contra Cuba y contra Venezuela, a las políticas antiinmigrantes y al intento de perpetuar la discriminación por raza, por orientación sexual y por creencias.
Rechazan al Marco Rubio proyectado desde la organización ultraderechista Tea Party y al Donald Trump que se lucra con la superchería y el atraso. Eso es identificar al enemigo.
Agrega Neruda: “Hoy nacerás del pueblo como entonces. //
Hoy saldrás del carbón y del rocío. /Hoy llegarás a sacudir las puertas/con manos maltratadas, con pedazos/de alma sobreviviente, con racimos/de miradas que no extinguió la muerte, /con herramientas hurañas/armadas bajo los harapos”.
Es la lucha la respuesta de los pueblos, es la construcción de la esperanza, en donde está presente la poesía, la denuncia, la acción por el avance.
EL GARROTE PARA EL ATRASO
El poder hegemónico se hace representar ahora por Donald Trump, Marco Rubio y figuras similares, porque se eleva el nivel de su apego al fascismo.
Al enunciar la intención de adueñarse de Groenlandia, del Canal de Panamá y de las tierras de Palestina, así como de anexar a Canadá y aumentar su presencia militar en México, lo que revela es la intención del poder estadounidense de pasar por encima a todo acuerdo, a toda convención, a toda regla contenida en un sistema de derecho internacional que ha sido ineficaz para establecer acuerdos vinculantes debido a que la dominación se impone de facto.
El liderazgo europeo, también caduco y anacrónico, sigue actuando como socio menor en el proyecto imperialista.
Y se evidencia la factura de la masacre y de los proyectos de exterminio de poblaciones en lugares como Palestina, Siria y Yemen.
Los aranceles que Donald Trump anuncia para el comercio exterior con los países que se oponen a sus medidas abusivas, constituyen un recurso de coerción política y económica que se completa con la disposición de actuar por la fuerza militar.
Se evidencia, pues, que Donald Trump y Marco Rubio no solo son enemigos de los gobiernos de Cuba y Venezuela, son enemigos de los pueblos y pretenden convertir en delito toda forma de lucha por mejores condiciones de vida.
Las sanciones unilaterales son una forma de abuso imperialista que en derecho se prohíbe y de facto se permite. Es una muestra de caducidad del sistema político y económico.
Con el control de las tierras raras en todas partes del mundo y la alianza con las grandes compañías controladas por figuras como Elon Musk, se construye otra arma, que es la capacidad de repartir o negar el acceso a la tecnología a pueblos enteros. La vieja dominación con nuevos instrumentos.
El sistema que utiliza el destape de la locura de Donald Trump y se sirve del descaro de Marco Rubio, se lanza contra toda norma.
Parafraseando a Mario Benedetti, hay que decir que los halcones a la humanidad le deben demasiado… Son deudas que no se perdonan… Y que habrán de cobrarse a los halcones y a los genuflexos, integrantes del conjunto de verdugos.