El judaísmo es una religión no un pueblo. Palestina no es una religión, es un pueblo
Susana Khalil
El artificial secularismo y el real anacronismo colonial eurosionista: “Israel”.
Honor y gloria a Europa, su secularismo le costó siglos de sangre, crueldad, horror y terror. Pero hoy defiende atrozmente, y algunos veneran desde su secularismo un “Estado-Nación”: “Israel” que no proviene de un pueblo sino de una religión.
El movimiento sionista europeo logra en 1948 imponer un régimen colonial en Palestina. Se sirve estéticamente del judaísmo, ese religioso legado semita, es decir el ancestro Árabe, para falsificar la historia.
Por una parte Europa apoya un anacronismo colonial (“Israel”) y la otra inconsistencia es que desde su sensibilidad y espíritu secular, apoya no a una teocracia sino algo más endeble, apoya a un grupo religioso como pueblo, como etnicidad por ser de la religión judía. Este es el único caso en toda la historia universal. Y como caso único no es que ocurrió hace siglos o milenios, lo sorprendente es que ocurre en nuestro tiempo actual, un tiempo de valores seculares, democráticos, feministas, de sexo diversidad y más.
Esto convierte a Europa en bruta, tarada, torpe, insensata, ignorante, vacía, artificial e incoherente.
¿Qué son los judíos? ¿Un pueblo o una religión? Son las dos cosas, una especie de hermafrodita ¿Qué son los cristianos? ¿Un pueblo o una religión? ¿Qué son los musulmanes? ¿Un pueblo o una religión?
Y una manera sutil de censurar, es que no faltará quien responda. Qué sentido tiene a estas alturas formular esas preguntas, de lo que se trata es de avanzar hacia la paz….la instrumentalización del término: “paz”, sirve a un falso debate ya que no es una paz que se sustenta en la justicia. “Paz” contra toda justicia, en este caso por la liberación del pueblo nativo contra el yugo colonial eurosionista. Además la paz es orgánicamente enemiga de toda lógica imperial y colonial.
En realidad esto es un tema tabú en el occidente, es un tema temerario, existe profunda censura y persecución, la obscena acusación de antisemita… Entonces ¿es mejor permanecer quieto? Hablar de “paz”, hablar de los derechos humanos de los palestinos, hablar de dos Estados, hablar del Apartheid y no hablar del fin del colonialismo israelí.
La “paz” es la corrupta terminología intelectual. No podemos hoy en el siglo XXI aceptar el anacronismo colonial. Reducirnos a un reality show intelectual pro palestino, sin abordar desde los valores del secularismo, la falsa etnicidad de la religión judía. Además, desde los valores de la democracia aceptar el colonialismo.
La antigua tribu de “Israel” no guarda ningún vínculo histórico ni genético con los judíos askenazis (judíos étnicamente europeos, no semitas). Historia o mito, la antigua tribu de “Israel” pertenece al ancestro Palestino. No debemos aceptar tan vulgar sumisión intelectual de no desenmascarar tanta falsificación de la Historia.
Sí, estamos ante el más poderoso fascismo de nuestro tiempo. Nuestra falta de desafío y honestidad, es nuestra criminal apología al proyecto sionista colonial de exterminar al pueblo semita, nativo palestino.
El judaísmo es una religión y esto no hace de sus correligionarios un pueblo. Es lamentable explicar esto hoy en el siglo XXI, siglo de valores seculares y democráticos.
