El mal de la élite conductora y alternativa
Por Regino Martínez S.J.
Los políticos tienen poder, dinero y armas; pero llegan al poder cada cuatro años y se olvidan de las crujías que padece la gente y aunque las conozcan se hacen el inocente y prometen, prometen, pero no duermen con el pueblo y no saben cómo amanece.
El consumo individualista, por un lado; la corrupción oficializada por otro lado y el clientelismo impune han ido carcomiendo el interior de la élite conductora de nuestra sociedad, de los altos dirigentes partidistas y dirigentes populares han desencantado a la gente de que su asociación partidista o comunitaria de base ya no es un recurso imprescindible para lograr transformar la situación comunitaria o nacional porque los dirigentes de la Unión Organizada se han profesionalizado y se han vendido a los políticos y la gente de la organización que dirigían queda desinflada… Por lo menos, esto es lo que predomina; es lo que se oye; lo que se ve, se huele… y se siente en el ambiente nacional. La corrupción crece hasta un día…
La gente tiene ansias de encontrar alguien en quien creer porque no se ven con la responsabilidad de cuidar y defender sus bienes nacionales.
A nivel popular y comunitario la solidaridad y la fuerza de la unión organizada se han quedado para momentos puntuales y necesidades personales; ya las luchas comunitarias van descendiendo en la medida que la política se ha comercializado y los dirigentes comunitarios son negociables.
Ahora prevalece la “Alianza Público/Privada”, con la anuencia del Presidente, que genera ayuda inmediata para los que más tienen o quieren tener, dos ejemplos: el Arrendamientos de Punta Catalina y las tierras de la Reforma Agraria a las Agroindustrias, clientelismo político para engordar puercos gordos y anular la respuesta permanente institucional y obligada de la oficialidad: Administrar con Transparencia y responsabilidad al servicio de toda la población.
El desprestigio de los grandes partidos políticos tradicionales y de los políticos oportunistas, clientelistas, se reactiva en las campañas electorales porque es la época en que el pueblo puede conseguir algo de lo que le pertenece y necesita para vivir tanto del partido reeleccionista, que quiere continuar pegao, como de los opositores aspirantes a disfrutar del botín del Estado…
El crecimiento de la conciencia popular nacional es lento; pero seguro. Ya con dos períodos de 4 años se conoce a quienes beneficia un partido en el Gobierno. Ahora falta que ese mismo pueblo aprenda a cuestionar y exigir los bienes y servicios que les corresponden porque ningún político da de lo suyo si no es en la campaña electoral para conseguir más en el futuro Gobierno…
Señores, si un político da de lo que administra o de su propiedad es para robar o seguir robando descaradamente; con el dao le tapan la boca al empobrecido y le dejan el estómago vacío continuando la fábrica de empobrecimiento y así podrá prometer el mismo Cambio en la próxima campaña…
Los políticos han convertido la “democracia” en “autocracia”, lo cual significa robarle al pueblo del poder y convertirse en propietario del poder común para beneficio propio.
De la “democracia” nos queda el nombre; pero la realidad es otra muy distinta… Que un grupo asalte el Estado de Derechos no es democracia. Tenemos que seleccionar los hombres y mujeres que representen y defiendan los intereses del pueblo para que administren nuestros bienes y garanticen el BUEN VIVIR PARA TODA LA POBLACIÓN.
Cuando no existía esta élite corrupta y el país era propiedad de una persona o familias… el pueblo llegó a confiar en sí mismo y en sus organizaciones comunitarias y acabó con Santana, Báez, Lilís, Trujillo, Balaguer y los caudillitos que quieren subir… La etapa de los caudillos terminó. La etapa de la élite corrupta e impune, mafiosa, está por terminar.
Después del 1961, con la caída de la Dictadura Trujillista fueron creciendo los partidos políticos con cierta independencia y coparon las organizaciones comunitarias convirtiéndolas en sus brazos políticos en el campo, los barrios y los sindicatos…, hasta que se han convertido en una plaga. Existen más de 30 partidos políticos.
Cada partido político quería ser “el control y dueño” de la organización comunitaria a nivel local y nacional. Así comienza el “decricaje” de las organizaciones comunitarias y del poder popular…, y comienza la pérdida de su identidad reivindicativa. Ya el objetivo no es exigir bienes y servicios para la comunidad, sino “buscar lo mío” en el poder de la élite social, igual que los dirigentes políticos…
Así como el Estado ha pasado a ser “botín” de una élite: los políticos, empresarios, terratenientes, Comerciantes, hijos de papi y mami, Alianza Público/Privada, aquí en RD; y en Haití es igual, con una diferencia, que en Haití quienes protegen a la élite son bandas de empobrecidos, armadas por los ricos; y aquí quien protege a la élite es la oficialidad cívico/militar elegida y pagada por el Pueblo…, los dirigentes populares han llegado a usar como escalón social la dirección de una organización popular comunitaria para “buscársela” con un carguito como Síndico, Regidor, como Senador, Diputado, o por lo menos con una botella y así mantener callada, adormecida a la organización que dirige…
Recordemos a Virtudes Álvarez, Ramón Almanzar, P. Toño, Tito Hernández, Hubieres el sindicalista, Pepe, Del Río, que pasan de “dirigentes populares, sindicales a políticos”; de reivindicar a querer ser autoridades y querer conducir la sociedad; confundieron la identidad del poder reivindicativo con la del poder ejecutivo…, con buena voluntad engañada, queriendo o sin querer, negaron su “identidad reivindicativa”, que da un poder…, por llegar al poder de la élite social y administrar los recursos del pueblo.… No aprendieron a diferenciar reivindicar servicios de ejecutar en el poder…
¿Dónde están las luchas reivindicativas de hoy? El Partido se tragó el brazo político, la organización comunitaria y la sindical, y el Pueblo quedó indefenso.
Gracias que la vida es Madre y Maestra… El pueblo tiene una sabiduría que trasciende a sus dirigentes populares y políticos…; pues sabiamente ha dicho: “no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”… Necesariamente el pueblo tendrá que recuperar la fe en sí mismo. Recuperar la confianza en su organización comunitaria, porque es la única fuerza que duerme con él y sabe cómo amanece. La Unión Organizada es la escuela donde el Pueblo aprende a compartir y a conocer a los dictadores, a los políticos pillos y clientelistas, a los dirigentes populares “que dejan el pelerío” .
Fijémonos bien, en la actualidad no existe oposición de partidos políticos en Rep. Dominicana. “Todos son igualitos”. La oposición al partido oficial la realiza el Pueblo Unido y Organizado cuando se revoltea y ejerce su castigo apeándolo del poder el 16 mayo… Voto castigo.
Los políticos, tienen poder, dinero y armas; pero llegan al poder cada cuatro años y se olvidan de las crujías que padece la gente y aunque las conozcan se hacen el inocente y prometen, prometen, pero no duermen con el pueblo y no saben cómo amanece; olvidan fácil su compromiso al probar “las mieles del poder”… Aunque hayan pasado 4 años en el poder… 12 años seguidos como Balaguer y Leonel… Es que no hay diferencias entre los grandes. Esa herencia trujillista de concentración del poder corrupto e impune es asumida como conciencia en la élite de la sociedad y en la cúpula de los partidos políticos.
La diferencia tenemos que crearla nosotros, el Pueblo Unido y Organizado, recuperando la fe y la confianza en nuestras Organizaciones Comunitarias de Base Reivindicativas.
Esta reflexión que les presento ha salido después de un proceso iniciado en las diferentes Organizaciones Comunitarias de Base acompañadas por Solidaridad Fronteriza Dajabón; con la misma queremos llegar a las personas interesadas y ver que esta herramienta pueda serle útil en su caminar como Dirigente de Organización Comunitaria de Base Reivindicativa (OCBR) o Dirigente de Partido Político, aspirante a ejecutar los recursos y servicios de todos los nacionales.
Solidaridad Fronteriza ha estado inmersa en busca de alternativas para ver cómo podemos dar un acompañamiento que sea fructífero y bien aprovechado por todas las asociaciones comunitarias. No queremos anular a nadie, sino que cada quien cumpla con su misión.
Los datos de este material, son insumos recopilados de diferentes organizaciones con las cuales realizamos un trabajo de línea de base, y nos dieron como resultados la visión auténtica de la Unión Organizada y las causas de los conflictos que han generado las crisis de identidad en las organizaciones comunitarias y en los partidos políticos, que nos llevan a constatar la desintegración del Movimiento Popular y el florecimiento temporal de los Partidos políticos tradicionales.
Con esta reflexión no queremos decir que somos magos para dar la solución de los problemas nacionales y locales.… Pero sí vemos que la realidad política del país vivida en los partidos políticos y organizaciones comunitarias nos visualiza la necesidad de un cambio de Contrato Social.
Tenemos que fortalecer nuestras Asociaciones Comunitarias de Base para recuperar el poder reivindicativo y darle vida a la auténtica Democracia Participativa y revitalizar los partidos políticos, que son necesarios para vivir la auténtica democracia participativa.
Este análisis tiene que hacerlo suyo cada persona asociada para que pueda discernir y ejecutar las mejores alternativas a las dificultades o debilidades padecidas en su organización sea comunitaria o partidista.
Esta reflexión no es sólo para los que se creen ser los únicos lideres sabios de la organización, sino para todos los socios y socias que amen su asociación u organización, mantengan la fe y confianza en sí mismos fortaleciendo el NOSOTROS…
Es bueno recordarles que siempre es conveniente juntarse con otra asociación u organización que esté pasando por la misma situación o que hayan superado la crisis de liderazgo y hacer sinergia para la solución de nuestras dificultades. Es decir, apoyarse mutuamente; eso es sinergia, y exigir con el poder que nos da la unión organizada sea para reivindicar o para administrar y servir, ejecutar, a favor de la nación.