El Tribunal Constitucional y las Candidaturas Independientes. Respuesta contraproducente a un problema mayor

Por Pelegrín Castillo Semán.

El sistema político, partidario y electoral está en crisis terminal-lo reitero por enésima vez-, y en su derrumbe puede terminar por destruir el estado y la nación, barriendo con la dominicanidad.

Las élites disfuncionales e irresponsables, o las que fungen como tales sin tener las condiciones elementales, en especial, la clase política, no terminan de entenderlo. Por eso vienen dando palos a ciegas. Ni siquiera entienden los signos de los tiempos: muestra de ello, es la hiperactividad desfasada, ilusa, tonta, de la “nueva generación” que siguen sin asumir que la verdadera política es algo muy serio, exigente, arriesgado…y ahora más que nunca, cuando confluyen e interactúan crisis globales, continentales, regionales e insulares…

En vez de abocarse a un ejercicio realista y sincero de crítica y autocrítica, y disponerse a producir, con espíritu de unidad nacional y sentido de urgencia, las operaciones quirúrgicas mayores que precisa la salvación de la Patria, siguen dando penosas muestras de evasión, rehuyendo los problemas mayores, guiándose alegremente por encuestas a la medida o amañadas, solo para construir con poses imágenes y percepciones, mediáticas, virtuales, cuando lo que de verdad cuenta son las convicciones, actitudes y creencias, el conocimiento de la geopolítica y la historia, la energía de la voluntad, la veracidad y el valor de ver riesgos y peligros, y enfrentarlos.

No entienden que termina un ciclo político histórico, el que empezó en 1996; que estamos en periodo de transición hacia otro ciclo, cuyo signo está cargado de incógnitas. Lo que sí debemos asumir es que el actual esquema de relaciones de poder político, económico y social resulta insostenible. El gran desafío es hacer una transición sin traumas o rupturas, con relanzamiento de las instituciones sobre otras bases, sin mesianismos ni vanguardimos, con autenticidad, sin autocomplacencia.

El reciente fallo del @TribunalConstRD, garantizando las candidaturas “independientes”, puede que sea una mala respuesta a un problema real generado por la partidocracia de conchupancia, por un sistema político maleado y maleante… El sistema politico necesita una cirugía mayor, a partir de una visión integral y nacional, no crear espacios para salvadores de la Patria …o para que avance la política woke progres del partido de la Sociedad Civil/Servil, conectado con los poderes globalistas; o peor aún, para que surjan fórmulas extremistas o rabiosas de anti política, o vías de penetración del crimen organizado trasnacional…

Cuando se disparó la abstención a niveles históricos en las ultimas elecciones; cuando se intentó imponer con métodos avasallantes “una reelección en cuerpo ajeno”; cuando se dio un golpe fino a un sistema de votación que se denunció por su alta vulnerabilidad; cuando salta a la vista la incapacidad reiterada de los actores políticos e institucionales de ponerse de acuerdo en políticas de Estado, en especial, en torno a la crisis de Haití; cuando las cuentas nacionales están dando señales de alerta roja: ni siquiera se dieron por enterados de lo que ello implica, sencillamente, por que los que se creen dueños de RD como “una finca con pasaporte” creen que siempre tendrán el control…y que los “políticos” serán siempre asumirán el rol de administradores y capataces de esa finca.

Afortunadamente, sectores del pueblo dominicano está despertando a la comprensión de su mayor problema existencial: la mayoría de nuestros problemas nacionales derivan de una articulación perversa entre una economía formalmente capitalista y moderna, dominada, sin embargo, por rasgos extractivos de rentas, con alta concentración monopolica, oligopolica y de colusiónes, y un sistema político medularmente clientelista, populista, patrimonialista, caudillista…oneroso e inoperante . Por eso el estado no funciona como tal, la mayoría de la población está sintiendo los costos, sobre costos y costos ocultos, aplastantes, generados por ese esquema ruinoso, mientras la nación se va diluyendo o debilitando poco a poco.

Cuando Martín Moya y Alfonseca pugnaban a finales de los 20s por la candidatura del partido Nacional.. y Don Horacio era estimulado a continuar… y los líderes Bolos se diluían sin perder sus ambiciones revoltosas … y Velázquez y Estrella Ureña se agitaban soñando con emerger como alternativa de renovación… ni se imaginaban que solo estaban preparando la etapa terrible que barrería con el caudillaje que asoló la República… y que quedaría marcada y sostenida por las coyunturas internacionales: la recesión mundial del 29, la 2da Guerra Mundial y la Guerra Fría….Es verdad que “los hombres hacen la historia, pero pocas veces saben la historia que hacen”.

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