En memoria de Guillermo Reyes Valdez “El Compa”

El extinto compañero, hermano y amigo Guillermo Reyes Valdez, conocido cariñosamente como “El Compa”, fue víctima de un cáncer muy agresivo.

En sus días finales, aún sin conocer del todo la gravedad de su condición, tomó la noble decisión de despedirse de los suyos con dignidad y afecto.

Pocos días antes de su partida, me escribió unos versos profundamente sentidos, dirigidos a mi persona:

Virgilio Almanza: Guardián de la Justicia

Presidente Nacional de los Derechos Humanos

En la lucha incansable por la equidad,
un nombre resuena con fuerza y verdad:

Virgilio Almanza
, defensor valiente,

de los derechos humanos, firme exponente.

Con voz decidida y corazón generoso,
alza su palabra contra el abuso odioso.
Donde la injusticia busca cobijo,
su presencia es luz, su mensaje es abrigo.

Escudo leal de los más vulnerables,
su causa trasciende límites palpables.
En cada gesto, en cada acción,
se revela el pulso de su convicción.

Que su ejemplo aliente a la humanidad
a forjar un mundo con dignidad.
Donde los derechos sean respetados
y la justicia viva en todos lados.

Virgilio Almanza, líder ejemplar,
tu legado ha nacido para perdurar.
En la memoria de quienes has amparado,
tu nombre será siempre recordado.

Sus palabras me hicieron sentir honrado, pero también comprometido a seguir adelante con mayor firmeza en mi labor social.

Le estaré eternamente agradecido, y recibo ese mensaje, no sólo en mi nombre, sino en el de todos los que integramos el Comité Dominicano de los Derechos Humanos (CDDH).

«El Compa» siempre fue uno de los nuestros. Sus palabras, aunque dirigidas a mí, nos pertenecen a todos.

Por eso las comparto con cada uno de ustedes, como legado de un hombre que vivió para servir.

Guillermo fue un trabajador incansable desde muy temprana edad. Luchó por su familia como ebanista, chiripero, y en todo lo que apareciera para sostener a los suyos.

Nunca tuvo la oportunidad de estudiar como hubiera deseado, de ahí algunos errores ortográficos en sus escritos, que no hacen más que resaltar su autenticidad y su valor humano.

Fue un ciudadano ejemplar, un luchador social íntegro, un gran padre, hermano, amigo y compañero. Fiel a sus principios y firme en sus convicciones.

«Los que mueren por la vida, no deben llamarse muertos.»

Guillermo Reyes Valdez siempre vivirá en nuestros corazones.

¡Viva su legado!

¡Viva el CDDH!

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