«Es la Doctrina Monroe de toda la vida»: Washington arrecia la presión en América Latina

Por Karen Fabián
La campaña de presión que el actual Gobierno de Estados Unidos emprende contra las principales economías de América Latina busca frenar la influencia de los BRICS e impedir sus negocios en la región, dijo una analista para Sputnik.
Esta semana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que impone aranceles del 50% a las importaciones brasileñas.

El mandatario alegó que «las políticas, prácticas y acciones del Gobierno de Brasil amenazan la seguridad nacional, la política exterior y la economía de los Estados Unidos», por lo que su Administración declara una «emergencia nacional con respecto a dicha amenaza».

Además, el decreto acusa a miembros del Gobierno brasileño de «infringir» la libertad de expresión y «violar derechos humanos».
Previamente, Trump advirtió que gravaría los productos brasileños que entran a Estados Unidos con un arancel del 50%, argumentando que hay «una cacería de brujas» por el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, actualmente en prisión domiciliaria ante los temores de un intento de fuga en el marco de una investigación en su contra por «asociación delictiva» y «golpe de Estado».
Además, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, en inglés) del Departamento del Tesoro incluyó al juez del Tribunal Supremo Federal de Brasil, Alexandre de Moraes, en su lista de sanciones. Esto ocurrió días después de que el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, ordenó retirar la visa al juez y a sus allegados, incluidos sus familiares.
Lo anterior se inserta en el marco de una campaña que, en las últimas semanas, el Departamento de Estado ha desplegado, a través de sus embajadas, en países ideológicamente contrarios a Washington, incluidos Colombia, Cuba y Venezuela.

«¿Cuál será el recurso natural que está detrás?»

Para la abogada y analista política chilena Ingrid Urgelles, la actual política exterior de EEUU para América Latina «es la Doctrina Monroe de toda la vida». Es decir, un programa de injerencia que, si bien bajo la actual Administración irrumpe de manera más explícita, «siempre ha existido».
En este sentido, la analista señala que la campaña de presión estadounidense se inscribe en una lógica bajo la cual Latinoamérica representa una fuente de recursos naturales que Washington precisa. Así, dependiendo de la necesidad económica, el país norteamericano construirá alguna excusa para castigar y extorsionar a los distintos países de la región.

«Siempre que vemos un posicionamiento de Estados Unidos respecto de una política interna o una declaración de que un país es terrorista o de que un presidente no es legítimo, siempre hay que preguntarse: ¿cuál será el recurso natural que está detrás de esa injerencia política?», pondera Urgelles.

Además, la analista observa que estas excusas le sirven al país norteamericano como una estrategia para el futuro, en caso de que requiera justificar una invasión militar «y por eso va armando esa narrativa».

«EEUU ve, se manifiesta y presiona»

Para la especialista, la presión del país norteamericano contra Brasil se relaciona con la influencia de China —el principal rival económico de Washington— en Sudamérica.
Además, subraya que la intromisión en los asuntos internos del país latinoamericano busca imponer una «negociación muy unilateral y muy injusta, no es una negociación entre pares, sino que busca presionar para que Brasil ceda y no tenga tantos negocios con China o no participe tanto de los BRICS, que Estados Unidos ve como sus rivales económicos en el tablero geopolítico».
A decir de Urgelles, en Colombia ocurre una situación similar. Como ejemplo menciona el juicio contra el expresidente Álvaro Uribe, en el que fue encontrado culpable de los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
Al respecto, el secretario de Estado, Marco Rubio, acusó que la «instrumentalización de la rama judicial de Colombia por parte de jueces radicales ha establecido un precedente preocupante».
«Recordemos que Petro hace poco quería reactivar la Ruta de la Seda, que ha estado visitando mucho China, que ha estado en contacto con los BRICS y que ha manifestado que interés porque Colombia busque esos otros horizontes económicos«, observa.

«Estados Unidos ve, se manifiesta y también presiona, y un poco ocurre con todo el contingente, no es algo privativo ni de Venezuela ni de Cuba, solo que son los casos más evidentes y también lo son porque esos gobiernos han resistido mucho la intervención estadounidense, son los que más han resistido y por eso también son los más castigados», ahonda la analista.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.