La seguridad alimentaria podría verse afectada seriamente a nivel mundial durante 2022, especialmente en América Latina —una región exportadora de alimentos a nivel global—, debido a la escasez de fertilizantes en el mercado de insumos agrícolas a escala global, advirtieron en marzo desde la reunión de ministros de Agricultura de las Américas.
Junto a la inestabilidad en la producción energética y la fuerte relación entre los hidrocarburos y la producción de fertilizantes, las sanciones económicas impuestas por EEUU y la Unión Europea a Rusia —principal productor de fertilizantes a nivel mundial después de China—, acrecentadas luego del inicio de la operación militar especial rusa en Ucrania, no han hecho más que acentuar la escasez alimentaria y la escalada de precios.
Cabe aclarar que Rusia extrae y comercializa alrededor del 20% del gas natural a nivel mundial, siendo el gas —a través de la extracción de amoníaco y nitrógeno—, el principal insumo —junto al petróleo—, de la urea, el granulado sólido de nitrógeno más utilizado a nivel mundial como fertilizante.
Los productores latinoamericanos comienzan a enfrentar dificultades en el acceso a fertilizantes, ya que Rusia representa alrededor del 15% del comercio mundial de fertilizantes nitrogenados y un 17% de los fertilizantes potásicos.
La ministra de Agricultura de Brasil, Tereza Cristina Corrêa da Costa Dias, asumió complicaciones para el sector agrícola de su país al reconocer que Brasil importa hasta un 85% de los insumos para la producción de fertilizantes desde Rusia, por lo que se verá afectado en último término el acceso a productos alimentarios básicos como la harina de trigo y otros cereales.
El ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca argentino, Julián Domínguez, buscó llevar tranquilidad al asegurar a medios locales que «los productores de trigo y cebada contarán con los fertilizantes y los fitosanitarios que necesiten». De todos modos, insistió en la necesidad de «arbitrar los mecanismos necesarios para contar con un acceso pleno a insumos clave para la producción, evitar la escasez de alimentos y mitigar la aceleración de los precios».
En una situación similar se encuentra México. El país norteamericano se enfrenta a aumentos de hasta un 79% en el precio de los insumos importables para la producción de fertilizantes, según fuentes de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, situación que amenaza la producción agrícola local.
«La escasez de gas natural está reduciendo la producción mundial de estos productos y su disponibilidad, que sumados al incremento acelerado en el valor de los insumos derivados de hidrocarburos subió aún más su precio», sostuvo a medios mexicanos Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
En promedio, el incremento en los precios de fertilizantes e insumos para su producción a nivel mundial registró un alza anual de 89% según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), debido al incremento en el precio del gas natural, los costos de transporte, y por el efecto de las sanciones económicas a Rusia.
«El impacto será sobre todo en la urea, ya que el 29% de lo que compramos viene de Rusia que hace unos días anunció que ya no exportará. En México 60% de sus necesidades las importa», comentó Anaya.
A su vez, el vicepresidente del Consejo Nacional Agropecuario de México (CNA), Rogelio García, subrayó que. durante el año 2021, México «importó 62% de sus requerimientos de fertilizantes y Rusia representó 29% del producto importado, por lo que el alza en su precio puede limitar la producción del ciclo primavera-verano».