Estrella Ureña rechazó invasión propuesta por Fulgencio Batista
Por: J. Agustín Concepción
El licenciado Rafael Estrella Ureña rechazó la ayuda que le ofreció el coronel Fulgencio Batista para la consumación del derrocamiento del tirano Rafael Leónidas Trujillo.
La ayuda ofrecida por el ya hombre fuerte de Cuba, consistía en la organización de una expedición integrada por efectivos cubanos, que invadiría en el territorio dominicano. El ofrecimiento le fue hecho a Estrella Ureña en su condición de figura prominente del exilio dominicano, en tiempo en que ocupaba la presidencia de Cuba el coronel Carlos Mendieta.
La propuesta de Batista se consigna en la parte final de un manuscrito que con el título de «Memorias» y sin especificación de fecha, dejó el licenciado Estrella Ureña. Se trata de un documento de nueve páginas.
Con el rechazo, el líder del exilio dominicano fue consecuente con su comportamiento anti injerencista De toda su vida. Sabido es que unos años más tarde, Estrella Ureña, fiel a su anti injerencismo, se desvincularía de los adversarios de Trujillo que para el derrocamiento de este, buscaban la ayuda norteamericana.
Refiere Ureña, que Batista le hizo un tentador ofrecimiento durante una entrevista que ambos estuvieron en el campamento de Columbia.
Textualmente comienza expresando el manuscrito: “Un día, no recuerdo la fecha, recibí una llamada urgente del coronel Fulgencio Batista Zaldívar, jefe del ejército de Cuba. Debía yo concurrir al campamento de Columbia, a las 4:00 de la tarde de ese mismo día, para una entrevista con él”.
A continuación, apunta Estrella Ureña, quien asistió en compañía de Ricardo Raposo, que Batista los recibió en la Escuela de Aplicación, en unión de varios oficiales, entre quienes se contaba su secretario y ayudante, el capitán Juan Mariné.
Continua relatando que Batista comenzó hablando así: “Dr. Estrella: tal como hemos venido trabajando, para derrocar el régimen tiránico de Trujillo, resulta lento y sembrado el camino de inconvenientes”.
Adelante agregó: “ Ya usted sabe las objeciones e investigaciones del señor secretario de Estado doctor De la Torriente, enemigo jurado de la revolución Dominicana. A pesar de ello, yo sé que el presidente Mendieta simpatiza como yo, con ustedes, para abreviar dificultades, en vista de que el presidente Trujillo ha invitado al general Gerardo Machado a que se traslade a la República Dominicana, para que en ella pueda salvarse de las persecuciones de que es objeto en los Estados Unidos y en vista de que, asimismo, el presidente Trujillo ha acogido y protegido a los asesinos del “machadato”, todo lo cual constituye grave ofensa al gobierno y al pueblo de Cuba, he pensado que el modo más rápido y expedito de destruir el régimen tiránico de Trujillo, es que Cuba, ante la conducta ofensiva citada, declare formalmente la guerra a la República Dominicana”.
Seguidamente manifestó estar en condiciones de poner en movimiento el ejército, la aviación y la Marina de Cuba, para invadir, de acuerdo con Estrella Ureña, el suelo dominicano.
Continuó expresando que “por nuestra superioridad numérica y por poseer mejor y más abundante equipo, amén de la aviación y los barcos de guerra cubanos, podríamos vencer, al fin y al cabo y de ese modo ponerlo a usted como el nuevo presidente de la República Dominicana, en cuya elevada posición podría contar siempre con el apoyo del gobierno y del pueblo de Cuba”.
Dicho lo anterior, agregó Batista: “ queremos destruir a Trujillo, y coger prisioneros a Machado y a sus esbirros”.
En cuanto a estos, dijo que una vez en su poder, los trasladarían a Cuba para someterlos a la acción de la justicia.
Recalcó que así pagarían Machado y sus compañeros refugiados en Santo Domingo, los monstruosos crímenes que cometieron durante el ejercicio del exiliado expresidente cubano.
“Esa es mi proposición, doctor Estrella Ureña”, finalizó diciendo Batista. Y añadió: “ahora quiero conocer su opinión”.
En el manuscrito que se conserva,*Ureña consigna que su respuesta al coronel Batista fue la siguiente:
“ Yo no puedo escalar a la presidencia de la República Dominicana por los medios que usted me propone”. Y continuó sentenciando que “ si la República de Cuba, por los graves motivos y ofensas que usted menciona, le declarara la guerra a la República Dominicana, yo sería un traidor a mi Patria; lo sería si consintiera en formar parte, en cualquier forma que fuese, del ejército invasor cubano que fuera a desembarcar en suelo dominicano”.
Aunque Estrella Ureña no precisa fecha, esto ocurrió entre 1934 y 1935 tiempo en que gobernaba el presidente Mendieta y en que ya era hombre fuerte de Cuba el coronel Batista.