Europa quema al día más de 17.000 toneladas de aceite de cocina en vehículos

 

 

 

En Europa se vierten todos los días más de 17.000 toneladas de aceite de girasol y de colza en los tanques de combustible de los vehículos, lo que equivale a casi 19 millones de botellas, según un estudio publicado por la organización ecologista Transport & Environment.

El estudio critica el uso de aceites vegetales comestibles como carburantes de coches y camiones en medio de una crisis alimentaria agravada por el conflicto en Ucrania que es responsable del 40 % de las exportaciones mundiales de aceite de girasol y el mayor proveedor de aceite de colza para Europa.

Maik Marahrens, activista de esta organización, denuncia que «los supermercados han tenido que racionar los aceites vegetales», mientras que «los precios se están disparando» hasta 2,5 veces más que antes de 2021. «Al mismo tiempo, estamos quemando diariamente miles de toneladas de aceite de girasol y de colza en nuestros automóviles. En tiempos de escasez, debemos priorizar los alimentos sobre el combustible», advierte.

Según el informe, el 9 % del aceite de girasol y el 58 % de aceite de colza utilizados en Europa y en el Reino Unido entre 2015 y 2019 se quemaron en automóviles y camiones, lo que equivale a 18,7 millones de botellas de aceite por día. Además, grandes volúmenes de aceite de soja (50 %) y de palma (32 %) consumidos se destinan a abastecer el transporte terrestre, lo que representa otros 14 millones de botellas por día.

Alza de precios e inseguridad alimentaria

Según el informe, la utilización de aceites comestibles como biocombustibles ha contribuido, a que esos productos alimenticios hayan registrado los mayores aumentos de precio en el mundo.

El precio de los aceites vegetales empezó a subir en 2021, antes del conflicto en Ucrania, obligando a países como la India, que es el segundo mayor consumidor del mundo, a reducir los impuestos a la importación, a imponer límites y a suspender el comercio de futuros de aceites comestibles y semillas oleaginosas.

Además, la inflación de los precios de los alimentos tiene un grave impacto en aquellas personas obligadas a sobrevivir con bajos ingresos en las regiones más ricas de Europa.

Según un reciente informe de la ONU, el alza de los precios de los alimentos y la energía, que han alcanzado un nivel récord, abocarán a aproximadamente 180 millones de personas en 41 de 53 países con datos disponibles a una crisis alimentaria o a una situación peor en 2022, con otros 19 millones afrontando desnutrición crónica en 2023.

Impactos ambientales

Por otro lado, la tendencia de usar los aceites de cocina de origen vegetal con otros fines puede generar impactos negativos en el medio ambiente, advierten los expertos, ya que los agricultores se ven obligados a aumentar la superficie de la tierra cultivable para cubrir las demandas del mercado.

El 18 % de los aceites vegetales en el mundo, casi todos aptos para consumo humano, se utilizan para reemplazar el combustible diésel, lo que se supone que reduce los gases de efecto invernadero, recoge The Guardian. Sin embargo, los expertos sostienen que las emisiones de su ciclo de vida pueden ser incluso peores que los combustibles fósiles.

Además, existen desventajas para los vehículos, entre ellas dificultad en el arranque debido a la variación de temperatura de ignición, problemas en el motor para alcanzar su máxima potencia, reducción de la durabilidad del motor debido a los residuos de combustible del aceite vegetal, menor capacidad de lubricación o la anulación de la garantía del automóvil.

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