Evento naturales, prevención y gestión de riesgos
Carlos Checo Estrella
República Dominicana tiene como reto principal, alcanzar el desarrollo y proporcionar bienestar a su población. Razones estructurales y políticas erróneas, nos han impedido lograr avances en ese sentido
Los adelantos conseguidos se ven mermados por los constantes desastres. Los impactos económicos de las perdidas conllevan retroceso en los niveles de desarrollo alcanzado.
Estos embates de la naturaleza causan severos daños en las estructuras y pérdidas de vidas. Situación que tiende a agravarse por los efectos del cambio climático, una amenaza que amplifica las amenazas existentes.
Nuestro país está situado en la lista de naciones más vulnerables a desastres por eventos naturales del planeta.
Años tras años, la combinación de las amenazas naturales con la realidad social, económica y ambiental de las poblaciones de nuestra nación ocasionan numerosas calamidades.
A menudo los fenómenos atmosféricos nos señalan vulnerabilidades, que es preciso ir reduciendo. Las lluvias torrenciales y los fuertes vientos sobre el territorio nacional traen graves consecuencias: pérdida de vidas, cuantiosos daños materiales, y desplazamiento de miles de personas e incertidumbre.
Desde hace décadas expertos e instituciones nacionales e internacionales, despliegan esfuerzos en interés de que en los países en vía de desarrollo se asuma la cultura de gestión de riesgos como mecanismo de prevención de desastres,que hasta ahora en República Dominicana no tomamos en consideración y no damos la debida importancia a la reducción de riesgos de desastres; de la que se deriva una baja propensión a tomar medidas que eviten los lamentables acontecimientos catastróficos, causantes de daños lamentables.
Asombra la falta de compromiso de nuestras autoridades con la prevención y mitigación de desastres, no toman en cuenta las causas de los desastres y no ejecutan medidas para evitar que se repitan estos lamentables acontecimientos.
Aunque las autoridades no son responsables de los fenómenos meteorológicos, si tienen la obligación de procurar el menor impacto negativo de los mismos en la gente y el territorio.
Es obligación del Estado garantizar protección a la población. Es su responsabilidad ineludible elevar a grados óptimos los niveles de seguridad de nuestras comunidades.
La Defensa Civil Dominicana, ha identificado 1006 zonas vulnerables en 26 provincias y el Distrito Nacional.
El riesgo de desastre está compuesto por la amenaza y por la vulnerabilidad.
Vulnerabilidad es la probabilidad de que una comunidad humana, expuesta a una amenaza natural, pueda sufrir daños personales y materiales.
Una amenaza es cualquier factor externo de riesgo con potencial para provocar pérdida de vidas, daños sociales, ambientales y económicos en una comunidad durante determinado periodo de tiempo.
Prevención de riesgos es la aplicación de medidas para evitar que un evento se convierta en un desastre.
Mitigación es el resultado de aplicar medidas para reducir la vulnerabilidad frente a ciertas amenazas
La débil institucionalidad y la visión patrimonialista de la política conspiran contra la seguridad y la estabilidad física y política de nuestro País.No se encuentra explicación a la no ejecución los programas y acciones contenidos en el Plan Nacional de Reducción de Riesgos diseñado por mandato de la Ley 147-02; cuyo objetivo concreto es la reducción, previsión y control de los factores de riesgo, amenazas y vulnerabilidades en República Dominicana.
Se debe aplicar la Ley de la Estrategia Nacional de Desarrollo que en el artículo 13 del Capítulo III ordena que: “Todos los planes, programas, proyectos y políticas públicas deberán incorporar criterio de sostenibilidad ambiental y adecuada gestión integral de riesgo”.
Gestión del Riesgo es la reducción anticipada de los impactos negativos que podrían generar los desastres en el futuro. Es el proceso de identificar, analizar y cuantificar las probabilidades de pérdidas que pueden originarse, para con ello emprender las acciones preventivas, correctivas y reductivas correspondientes.
La reducción de riesgos de desastres es una inversión y no un gasto pues, por cada dólar que se invierten en prevención podremos ahorrar 7 dólares, durante la respuesta y la recuperación.
Es necesario un nuevo enfoque, el cual además de dar respuesta a los desastres impulse actividades encaminadas a anticiparse a y mitigar los probables efectos de potenciales desastres.
La reducción de riesgos es un tema de alta prioridad, que debe ser parte de las políticas públicas en República Dominicana. El Estado debe garantizarle protección a la población, especialmente a los sectores más vulnerables expuestos al impacto de los desastres naturales.
Hacemos un llamado a las autoridades para que el próximo año 2024, la temporada ciclónica no nos encuentre en condiciones de tan alta vulnerabilidad.
Conservar los ecosistemas naturales implica mantener las barreras que amortiguan el impacto de fenómenos naturales como los huracanes.
Es urgente tomar medidas para reducir las vulnerabilidades en todo nuestro territorio, actuar sin pérdida de tiempo a fin de que cada evento meteorológico no impacte negativamente en nuestras comunidades, sus gentes y bienes.
Si ejecutamos con celeridad el Plan de Ordenamiento Territorial, si iniciamos el mejoramiento y ampliación de los sistemas de drenajes, si nos abocamos a programa integral de regeneración forestal y saneamiento de cuencas; los próximos eventos meteorológicos, encontrarán al país, en mejores condiciones para resistir con éxito sus embestidas.
La aprobación del Presupuesto para 2024, nos mostrará el grado de compromiso de las autoridades con la prevención, mitigación de desastres y la restauración de nuestros ecosistemas.