Evolución de la propaganda política en los medios de comunicación
Por Juan Carlos Espinal.
En la década de los años 1970s, los publicistas liberales dedicaron mucho tiempo a debatir si la televisión satelital representaba un papel progresista en la modernización de la sociedad pos Trujillo o uno conservador.
Tras 31 años de dictadura, 1930-1961 a la mayoría de los publicistas liberales les pareció razonable que la transmision de la señal en audio, video y en tiempo real representaba la vanguardia panfletaria que la reforma social y política pos Trujillo necesitaba.
Cuando los problemas sociales y políticos implicaban el desplazamiento económico del cártel de la oligarquia financiera y el acceso de los trabajadores al poder, los militares de San Isidro se impusieron por la fuerza del lado de la contra Revolución.
En los estratos más progresistas, la televisión en manos del sector financiero se había convertido en el centro de un fuerte movimiento cultural de carácter reformista desempeñando un papel más liberal en la movilización de la clase baja y de la clase media a la politica.
En los años 80s, Freddy Beras Goico demostró que la frecuencia de las imágenes en los hogares dominicanos tenía relación con las dimensiones de la clase media urbano rural de principios de los años 70s.
En los 70s, la política cultural del Estado existía en todas las etapas de la movilizacion social de la burguesía liberal fomentando la expansión del consumo de los periódicos de papel, la cosificación de la mujer y la concentración como instrumento político.
En los años 70s y 80s la política propagandística del Estado seguía exhibiendo un estilo personalista y aún no había aparecido en escena la transmisión vía satélite para la clase media.
En las provincias en las cuales la clase media era mayor y representaba un alto porcentaje de la población conservadora era común y corriente que los grupos dominantes representarán un papel modernizador y reformista en las telecomunicaciones.
A medida que la sociedad Dominicana fue cambiando, comenzó a erguirse una sociedad de masas que se convierte en el sostén ideológico y político del orden económico existente.
Comprensiblemente, cuanto más atrasada es una sociedad, mas reaccionaria resulta el papel de los intelectuales.
Cuanto mas avanzada, más conservador y fascista se vuelve el control social del Estado.
En la medida en que se politizaban las instituciones educativas y los empresarios se hacían más independientes de la política mayor desempeño ejerció la concentración de los medios de comunicación en el control social.
La inestabilidad política de los 80s trajo consigo el ascenso de la mediana burguesía en la expansión de la participación política.
La mediana burguesía intervino en los partidos políticos para colocarse a la misma altura de la clase media reaccionando instintivamente al monopolio de los mercados.
En los 80s, la mediana burguesía era la vanguardia contra revolucionaria de las reformas sociales y políticas planteándose la desintegración nacional como punta de lanza a la nueva lucha de clases propugnada por los demócratas constitucionalistas.
Más adelante, los grupos urbanos más reaccionariod accedieron a la señal de cable y en cierta medida a la participación política.
En los años 90s los grupos económicos de la clase dominante se convierten en elementos indispensables en la alta concentración de los medios de comunicación adoptando un papel hegemónico de árbitros y desestabilizadores.
La sociedad Dominicana de los años 60s y 70s pasó de la participación de los militares en la política a la de masas con instituciones políticas.
Como la fase de la participación de masas se desarrolló sin instituciones políticas efectivas y el sector privado emprendió esfuerzos neo conservadores en las reformas, el sistema oligarca existente se protegió de la incursión de las clases bajas, en particular de las urbanas.
Los medios de comunicación tradicionales se convirtieron en guardianes del orden fascista de la mediana y baja burguesía.
En cierto sentido, la televisión satélital expandió la participación política en la sociedad.
Su papel histórico consistió en abrir la puerta a la mediana burguesía y cerrarla a los trabajadores.
La fase radical del cambio social y político desde las audiencias de la radio hacia la televisión satélital comienza con el golpe de Estado reaccionario de los militares de San Isidro al gobierno de Juan Bosch en 1963.
El golpe de Estado de 1963 derriba la incipiente democracia, anuncia el nacimiento del fascismo ideológico y politico, anticipa el advenimiento del conservadurismo político.
Termina con una sucesión de esfuerzos de democratización destinados a procurar que los trabajadores asciendan al poder político.
En términos más específicos, la intervención militar norteamericana representó el interés de clase de los grupos empresariales que a su vez deseaban aislar al poder político.
El tránsito de un sistema autoritario a uno de masas implicó un lento proceso de reformas sociales, políticas, económicas y culturales.
En tales circunstancias, la televisión de masas contuvo el ascendente proceso revolucionario al poder político evitando el ascenso de los trabajadores a la política.
En pocas palabras, la reforma socioeconómica de Joaquín Balaguer 1966-1978 choca con la expansión de la de la democratizacion.
En esa sociedad, la ciencia y la tecnología se encuentran en los estratos altos antes que en la cúspide política.
La mediana burguesía Dominicana engendra una elevada correlación entre la expansión de la tecnología, la reforma constitucional de 1966, el fascismo político y la contrarrevolución.
El resultado fue una expansión geográfica de la televisión satélital que fomentó y estimuló la división social ya existente.
En la medida en que la televisión estaba destinada a sustituir la radio y los periódicos la oligarquia prolongó el proceso histórico neo conservador pos Trujillo.