Evolucion social y política de los medios de comunicación.
Por Juan Carlos Espinal.
En la década de 1960, los publicistas dedicaron mucho tiempo a debatir si la televisión o la radio representaban un papel progresista en la modernización de la sociedad, o uno conservador.
Tras 31 años de dictadura militar a la mayoría de los publicistas de Balaguer les pareció razonable que la transmision de la señal en audio, video y en tiempo real representaba la vanguardia que la reforma social y política de los derechos humanos pos Trujillo necesitaba.
Cuando los problemas sociales, políticos y económicos implicaban el desplazamiento de la oligarquia financiera y el acceso de los trabajadores al poder, los militares se impusieron por la fuerza del lado de la contra Revolución capitalista.
En los estratos más progresistas, la televisión se había convertido en el centro de un fuerte movimiento cultural de carácter reformista desempeñando un papel más liberal en la movilización de la clase baja y de la clase media a la politica.
En los años 80s, Freddy Beras Goico demostró que la frecuencia de las imágenes en los hogares dominicanos tenía relación con las dimensiones de la clase media urbano rural de principios de los años 70s.
En los 70s, la política cultural del estado existía en todas las etapas de la movilización social de la burguesía fomentando la expansión del consumo de los periódicos de papel.
En los 60s y los 70s la política seguía exhibiendo un estilo personalista y aún no había aparecido en escena la transmisión vía satélite para la clase media.
En las provincias en las cuales la clase media era mayor y representaba un alto porcentaje de la población era común y corriente que los grupos dominantes representarán un papel modernizador y reformista en las telecomunicaciones.
A medida que la sociedad Dominicana fue cambiando, comenzó a erguirse una sociedad de masas que se convierte en el sostén del orden existente.
Comprensiblemente, cuanto más atrasada es una sociedad, mas progresista resulta el papel de los intelectuales orgánicos.
Cuánto mas avanzada, más conservador y reaccionario se vuelve el control social.
En la medida en que se politizan las instituciones y los empresarios se hacían más dependientes de la política mayor desempeño ejerció la concentración de los medios de comunicación.
La inestabilidad política y económica de los 80s trajo consigo el ascenso de la clase media baja en la expansión de la participación.
La clase media baja intervino en los partidos políticos para colocarse a la misma altura de la clase media.
En los 80s, la clase media baja era la vanguardia de las reformas sociales y políticas planteándose la integración nacional como punta de lanza de la nueva lucha de clases.
Más adelante, el ascenso social de los grupos urbanos propició el acceso a la señal de cable y en cierta medida a la participación política.
Los grupos económicos oligarquicos de los 90s se convierten en elementos dominantes en política electoral adoptando un papel hegemónico de árbitros y desestabilizadores.
La sociedad Dominicana de los 60s y 70s pasó de la participación de los militares a la de masas con instituciones políticas.
Como la fase de la participación de masas se desarrolló sin instituciones políticas efectivas y el sector privado emprendió esfuerzos conservadores en las reformas el sistema oligarca existente se protegió de la incursión de las clases medias bajas, en particular de las urbanas.
Los medios de comunicación tradicionales se convirtieron en guardianes del orden de clase media vigente.
En cierto sentido, la televisión satelital expandió la participación política en la sociedad trabajadora.
Su papel histórico consistió en abrir la puerta a la clase media y cerrarla a la media baja.
La fase radical del cambio social y político desde las audiencias de la radio hacia la televisión satelital comienza con el golpe de estado de los militares de San Isidro al gobierno de Juan Bosch en 1963.
El golpe de estado de 1963 derriba la incipiente democracia, anuncia el nacimiento de la oligarquia anexionista y anticipa el conservadurismo político.
Termina con una sucesión de esfuerzos de democratización destinados a impedir que los trabajadores asciendan al poder político y económico.
En términos más específicos, la intervención militar norteamericana representó el interés de clase de los grupos empresariales que a su vez deseaban aislar al poder político.
El tránsito de un sistema autoritario a uno de masas implico un lento proceso de reformas económicas.
En tales circunstancias, la televisión de masas contuvo el ascendente proceso revolucionario al poder político evitando el ascenso de la clase trabajadora a la política gubernamental.
En pocas palabras, la reforma socioeconómica de Joaquín Balaguer 1966-1978 choca con la expansión de la expansion de la democratización.
En esa sociedad, la ciencia y la tecnología se encuentran en los estratos altos y en la parte baja de la oligarquia, antes que en la sociedad.
El subdesarrollo científico y tecnológico engendra una elevada correlación entre la expansión de la tecnología, la reforma constitucional de 1966 y la participación.
El resultado fue una expansión geográfica de la televisión satelital que fomentó y estimuló la división social profundizandi las brechas ya existentes.
En la medida en que la televisión estaba destinada a sustituir la radio y los periódicos la oligarquia prolongó el proceso histórico conservador.