Gaza: Un año bajo las bombas

Por Roberto Castellanos

La Franja de Gaza cierra 2024 inmersa en una catástrofe humanitaria sin precedentes como consecuencia de la campaña militar y el bloqueo impuesto por Israel, que causó más de 44 mil muertos y 105 mil heridos.

Pese a los insistentes reclamos globales y los intentos por detener la guerra, o al menos lograr un alto el fuego temporal, el ruido de los cañones no cesa en ese enclave costero, bajo fuego desde hace 14 meses.

Las cifras del conflicto son espeluznantes, en especial por la cantidad de mujeres y menores asesinados, dos tercios del total, a lo que se suma la destrucción del territorio: desde escuelas y hospitales hasta mezquitas, negocios y viviendas.

Según datos palestinos, desde el inicio de la conflagración, el 7 de octubre de 2023, el ejército israelí lanzó casi 87 mil toneladas de explosivos sobre Gaza, un territorio de apenas 365 kilómetros cuadrados.

La campaña bélica causó pérdidas directas de 37 mil millones de dólares, en una zona ya de por sí pobre luego de 17 años de bloqueo israelí, que degradó la vida y la sociedad gazatí.

La Oficina de Medios del Gobierno en Gaza publicó recientemente una actualización de las estadísticas más importantes de la guerra desatada por Israel, que ejecutó allí en 14 meses casi tres mil 900 masacres.

Al menos mil 369 familias palestinas fueron borradas del registro civil al morir todos sus miembros.

Las Fuerzas Armadas mataron en ese lapso a mil 54 miembros del personal médico, incluidos doctores, enfermeras y especialistas, así como a 88 trabajadores de la Defensa Civil y 191 periodistas.

Más de 35 mil menores de edad viven en la actualidad en Gaza sin sus padres o uno de ellos, en tanto tres mil 500 corren riesgo de morir por desnutrición y falta de alimentos.

La situación es especialmente crítica para los enfermos y heridos, tras más de 200 días cerrado el sureño paso fronterizo de Rafah, la única ventana de Gaza al mundo durante los primeros meses de los combates.

La Organización Mundial de la Salud calcula que más de 15 mil heridos y enfermos necesitan viajar al extranjero para recibir un tratamiento adecuado debido a la falta de medicinas y la destrucción del sistema hospitalario en el territorio.

CRISIS AMBIENTAL

Al intervenir en la vigésima novena Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se efectuó en Bakú, la jefa de la Autoridad de Calidad Ambiental palestina, Nisreen Al-Tamimi, afirmó que el 95 por ciento del agua en el enclave está contaminada.

Más de 42 millones de toneladas de escombros contaminados están esparcidos en la Franja, una situación que, junto al agua contaminada, la falta de higiene, medicinas y alimentos, causó la propagación de enfermedades infecciosas entre los más de dos millones de habitantes del territorio.

En julio último, un informe presentado por el director del Departamento de Vigilancia e Inspección de la Autoridad de Calidad Ambiental, Bahjat Jabarin, reveló que la agresión provocó la emisión de dos millones de toneladas métricas de dióxido de carbono por la demolición de decenas de miles de edificios y el uso indiscriminado de bombas.

Recordó que allí viven de 150 a 200 especies de aves, 20 de mamíferos y una cantidad igual de reptiles que se consideran raros o en peligro de extinción.

EL NORTE AL LÍMITE

Aunque la situación en toda la zona es grave, en el norte es mucho peor tras casi dos meses de ofensiva terrestre ininterrumpida y los planes israelíes para vaciar por la fuerza a toda la población y expulsarla hacia el sur.

De 65 mil a 75 mil palestinos continúan aislados allí en condiciones de supervivencia cada vez más difíciles.

La Agencia de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa) advirtió sobre la situación en las ciudades de Beit Lahia y Beit Hanoun, así como el campamento de refugiados de Jabalia.

El organismo destacó que del 6 de octubre al 25 de noviembre, la ONU realizó 91 intentos para llegar a esas tres áreas con el fin de brindar asistencia humanitaria, pero, resaltó, 82 fueron rechazados por Israel y los otros nuevos obstruidos.

En las últimas semanas, funcionarios de salud en la región septentrional de Gaza alertaron sobre la falta de medicamentos, agua, combustible y alimentos.

Los militares impiden a las organizaciones internacionales ingresar suministros vitales a la zona, afirmó el director del hospital Al Adwa, Muhammad Salha, quien lamentó el colapso del sistema de salud.

También el director del hospital Al-Quds, Bashar Murad, advirtió sobre la grave crisis humanitaria, empeorada por la llegada del invierno y las lluvias, que afectaron a miles de tiendas de campaña de refugiados.

Unrwa señaló que la llegada del frío complica aún más la crisis porque “los desplazados se enfrentan a condiciones trágicas debido a las fuertes lluvias, los fuertes vientos y las altas olas del mar”.

Debates, reuniones y declaraciones en diversas latitudes no lograron detener la maquinaria de guerra israelí, mientras, en Gaza, los palestinos imploran por un alto el fuego que no llega.
PRENSA LATINA

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